Domingo 10 de junio de 2001 | ||
MAS INFORMACION Conmoción por la pérdida de una valija con material radiactivo |
Un isótopo que debe manipularse con precaución |
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NEUQUEN (AN).- El iridio 192 es un isótopo radioactivo. En la caja extraviada se hallaba la cápsula cilíndrica de tres centímetros de largo y cuatro de diámetro, que se usa para la inspección de soldaduras en montajes industriales y para la prospección sísmica en áreas hidrocarburíferas. Se utiliza para comprobar una construcción o "fotografiar" una pieza metálica determinada. Para extraerlo de la caja de seguridad donde se lo almacena, se aplican mecanismos de telecomando que empujan el cilindro hasta donde se lo necesita y se obtiene la imagen deseada. Luego se lo guarda y se recomienda mucho cuidado de manipulación. El equipo está constituido por una caja de seguridad con un contenedor metálico que "debe ser manejado por expertos" que, además de hacerlo con elementos de protección personal, nunca tienen contacto directo con el isótopo, sino a través de un equipo informático de teledirigido. El iridio 192 tiene un gran poder contaminante: afecta directamente al hombre y como efecto de sus radiaciones se producen caídas de pelo, quemaduras en la piel y hasta la muerte. En primer lugar afecta las gónadas -glándulas productoras de células sexuales- y las córneas. También afecta al sistema inmunológico y, finalmente, altera el sistema nervioso central. El año pasado, en noviembre, se denunció la desaparición, en Colombia, de una fuente radioactiva de iridio 192. El ministerio de Minas de ese país pidió que, de encontrarse el equipo buscado, se mantuviera sin abrir, para disminuir al máximo los riesgos de contaminación, tanto de personas como del ambiente. El equipo pertenecía a una empresa de servicios a la industria petrolera y había sido hurtado pocas semanas antes de un campo petrolero. En noviembre de 1999 se registró un robo de un equipo radiactivo de iridio 192 en la Segunda Región chilena, cuando desconocidos asaltaron un camión de una empresa de prospección a 70 kilómetros al norte de Antofagasta. Según explicaron los expertos de la compañía, si el isótopo fuera llevado a una casa, extraído de su caja de seguridad acabaría con los moradores de la vivienda en menos de 15 días. También en 1999, pero en Perú, un trabajador de una contratista en la obra de una central hidroeléctrica sufrió una exposición a una fuente radiactiva de iridio 192 cuando encontró el isótopo y se lo colocó en un bolsillo de su pantalón. Diez horas después, el obrero tuvo que ser sometido a una delicada intervención quirúrgica en la pelvis. Otro caso de grave contaminación radiactiva ocurrió en setiembre de 1987 en Brasil por la fuga de cesio 137 de un equipo de radiología que había quedado abandonado en un hospital en ruinas en la ciudad de Goiania, y donde resultaron gravemente afectadas 16 personas. "Creí que era una caja de herramientas" NEUQUEN (AN) - Camisa escocesa roja cuadriculada, pantalón de jean gastado, botines y una gorrita cubriéndole la calvicie, el albañil Enrique Rubilar se mostró entre preocupado y sonriente. Pero muy consciente de que había protagonizado un hecho que movilizó a toda la población, incluso el país, porque él se enteró que la Policía buscaba la caja metálica que había encontrado a la mañana cuando iba a la obra, por televisión. "Yo lo primero que pensé fue que era una caja de herramientas. La observé detenidamente pero no vi cómo se podía abrir... Además, todo estaba escrito en inglés y no entendía nada", dijo Rubilar a los periodistas, después de vencer la timidez y la negativa inicial. El hombre, de baja estatura, contó que vio que cuando de la camioneta blanca saltó una caja y quedó en el medio de la esquina de Chocón y Santa Cruz, en el barrio Belgrano. "Me quedé un rato esperando que la camioneta volviera a buscarla. Pero no volvía y los coches que pasaban la esquivaban. Agarré, la corrí a un costado de la calle y seguí viaje, pero a las dos cuadras me volví", relató Rubilar, quien anoche, ya sin la sonrisa y pidiéndole un abrigo a un familiar, se encaminaba a las celdas de la Segunda. "Era pesadísima, pero igualmente la puse en una bolsa de arpillera, la subí a la parrilla de la bicicleta y me la llevé", añadió. Comentó que aún cuando le había despertado la lógica curiosidad, no hizo ningún intento por abrirla. Pero no dijo nada sobre qué pensaba hacer posteriormente con el hallazgo. En cuanto a cómo se enteró de que era la caja sobre la cual toda la Policía estaba buscando, dijo que fue mirando televisión. Pero no aportó muchos otros datos y mientras pudo, esquivó las preguntas de los cronistas. Naturalmente, también se esforzó por "sacarle el cuerpo" a los reporteros gráficos. Ante la pregunta de los cronistas sobre la carátula del expediente abierto, dijo que en principio se habla de "extravío" y en cuanto a la situación de los involucrados en el caso, sostuvo que "se investiga una eventual conducta impropia". Aseguraron que no hubo peligro NEUQUEN (AN) - "Queremos llevar a la población la mayor tranquilidad e informarles que el operativo montado para superar el episodio se desarrolló con la máxima celeridad y eficiencia que las circunstancias reclamaron", dijo el ministro de Gobierno Jorge Gorosito, al abrir la improvisada conferencia de prensa que brindo junto a jefes policiales y científicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica. El ministro dijo que el material radiactivo que contenía el equipo es usado para hacer radiografías sobre el estado de mantenimiento de las cañerías petroleras, que en todo momento estuvo reasegurado por el blindaje del contenedor metálico especialmente destinado a ese fin. "Los científicos nos han garantizado que no hubo el menor riesgo mientras el equipo estuvo extraviado y debe destacarse el éxito del operativo montado para controlar el hecho", dijo el funcionario." "No debe haber temor. El iridio es un elemento sólido que en este caso siempre estuvo encapsulado, doblemente protegido, con coberturas blindadas en una caja de seguridad", dijo Roberto Rojkind, quien junto a Hugo Rey y Walter Truppa, viajaron en avión desde Buenos Aires para intervenir en el operativo. Desde Bariloche, en tanto, viajaron los ingenieros Nidia Gatica y Javier Cañibano, de la delegación zonal del área de la Red de Emergencia de Autoridad Regulatoria Nuclear. Rey informó que el equipo en cuestión no corrió riesgo de ser abierto y que el "único peligro que representa es la eventual radiación exteriorizada, ante un manejo indebido", pero que no fue este el caso. Sostuvo que la caja protectora está herméticamente cerrada y preparada para soportar golpes y presiones de pesos muy altos. Aseguró que tras la inspección del equipo se concluyó en que no había sido violentado y que "tanto la caja de seguridad, como la forma en que era transportado, guardan todas las exigencias requeridas para su traslado y manejo. Todo responde a lo estipulado en los reglamentos respectivos". En todo momento los científicos admitieron la probabilidad de que la caja de seguridad pudo ser abierta. "Si estuviéramos ante una acción dolosa, estaríamos ante otra situación que, obviamente, requeriría un análisis mucho más profundo", dijo Rey. Añadió que la "placa radiactiva que contiene el aparato tenía colmada el 50 por ciento de su capacidad, cuyo total de unidades de actividad es de 50 curies". Dijo que una eventual caída del equipo en el río, no significaba la contaminación del agua. Foto: Conferencia de prensa. El ministro Gorosito, el jefe de Policía y los técnicos de la CNEA dieron versiones tranquilizadoras |
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