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Tensión política: Menem podría seguir los pasos de Balza

Balza quedó preso no bien empezó a declarar ante el juez Urso

Bajo el cargo de "organizador" de asociación ilícita.

Martín Balza, quien ganara el mote de "general democrático", por ser el primer militar de Latinoamérica que admitiera los excesos de la última dictadura, vio opacado su mérito ayer, cuando se convirtió en el tercer detenido por su supuesta participación en uno de los más resonantes escándalos de corrupción en la era menemista, como fue el contrabando de armas.
El ex jefe del Ejército quedó detenido por presunta asociación ilícita en la causa sobre la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador. Más del 90% del armamento y las municiones traficadas en forma ilícita a esos países lo proveyó el Ejército que Balza comandó entre noviembre de 1991 y diciembre de 1999.
Apenas comenzada la audiencia -a las 10 de la mañana- para la cual había sido citado para prestar declaración indagatoria como imputado, Balza tomó conocimiento de boca del propio juez federal Jorge Urso que en ese instante estaba arrestado.
Minutos antes de llegar a los tribunales, Balza había afirmado estar "preparado espiritualmente para lo que Dios disponga". Manifestó además su convicción de que su situación un día quedará clara, "aunque no esté en este mundo".
El ex jefe del Ejército, quien cumple 67 años dentro de unos días, quedaría alojado en dependencias de Campo de Mayo, ya que su solicitud en ese sentido habría sido aceptada por Urso. Sin embargo, ayer había dudas sobre el lugar preciso en que se lo ubicará, ya que allí también está detenido el líder carapintada Mohamed Alí Seineldín y el guerrillero
"Estoy preparado espiritualmente para lo que Dios disponga sobre mi vida", aseguró el militar, con voz quebrada, para luego sostener que "el tiempo va a clarificar los hechos. Aunque no esté en este mundo, los hechos van a quedar clarificados. Quisiera ver cuando todo esto se clarifique, y a veces los tiempos de la justicia son largos".
Balza, quien volvió a afirmar su inocencia y ser "un hombre honesto", dijo que ha "encontrado apoyo" en su esposa e hijos, y remarcó: "Dios me ha dado mucho, confío en Dios y lo que Dios disponga. Me ha conducido siempre por un destino y me va a llevar en el momento que considere necesario que tenga que dejar este mundo".
Mientras el ex militar -jefe del Ejército durante casi todo el gobierno menemista- era indagado por Urso, puertas afuera del juzgado lo aguardaban su hijo y el otro abogado defensor, Manuel Omar Lozano, quienes fueron los primeros en confirmar la detención del ex comandante .
En esta causa, Balza ya estaba procesado por supuesta falsedad ideológica del convenio del 11 de octubre de 1994 entre el Ejército y Fabricaciones Militares, así como también por presunta malversación de efectos del Estado. Martín Balza, otro de sus hijos, dijo momentos antes de la detención que su padre "sabía" lo que iba a ocurrir, pero confió que el militar pronto "volverá de su retiro espiritual".
La detención de Balza, provocó inmediatamente una reacción en el Ejército quein, a través del actal Jefe de esa fuerza, Ricardo Brinzoni, expresó una "profunda preocupación" por la misma.
El ex jefe del Ejército Martín Balza quedó detenido bajo el cargo de "organizar" una "asociación ilícita" para la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador Con esa medida, el juez le dio la razón al preanuncio del general, quien había advertido que "es vox populi en los tribunales" que iba a quedar preso
El general parecía convencido de que su futuro estaba en una prisión, de acuerdo con las últimas declaraciones que hizo a la prensa para insistir con su inocencia.
Balza fue el primer militar de América latina que admitió públicamente los crímenes de una dictadura castrense e hizo un gesto de arrepentimiento en nombre de sus camaradaras por la represión ilegal de los años 70.
El general retirado estaba procesado en esta causa por los delitos de"malversación" de fondos públicos y "falsedad ideológica de documentos".

Firme defensa de Alfonsín

El ex presidente Raúl Alfonsín opinó que "no puede haber enriquecimiento ilícito" en el caso del ex jefe del Ejército, general Martín Balza, a quien definió como "un defensor de la democracia".
Al ingresar al Comité Nacional de la UCR para encabezar un acto, Alfonsín sostuvo que le "consta que Balza es un hombre austero, pobre y no puede haber enriquecimiento ilícito".
Al ser consultado sobre la causa armas y la eventual detención del ex presidente Carlos Menem, sostuvo que "no se puede pensar en revanchas de ninguna naturaleza, y hay una independencia de la justicia".
Al referirse al ex jefe del Ejército, recordó que "en uno de los intentos de golpes que sufrimos (por su gobierno) él se portó al servicio de la Constitución Nacional", y destacó que "con posterioridad hizo declaraciones sobre lo actuado en el Proceso que son de obligado reconocimiento para cualquier persona democrática".

(DyN, Infosic, Télam, AR)

Relató ante el juez una discusión con Kohan

El ex jefe del Ejército Martín Balza admitió ante el juez Urso haber protagonizado una discusión con el ex secretario general de la Presidencia Alberto Kohan, cuando el funcionario consideró que se podía imputar a "los intermediarios" de la venta ilegal de armas al exterior.
Según Balza, en un viaje que ambos compartieron por 1998 y 1999, Kohan había propuesto "imputar a los intermediarios" por el desvío de armas, a lo que el ex jefe militar se habría opuesto porque "ello no era cierto".
"Ni Panamá, con un pequeño Estado policial, ni Venezuela, que tiene armas sofisticadas, tenían intención de comprarnos armamento a nosotros; los decretos -que posibilitaron esas operaciones- fueron dibujados", relató Balza que fue la respuesta que le dio a Kohan, quien el mes próximo deberá declarar como testigo en esta causa.
El ex jefe militar formuló esos conceptos durante la declaración indagatoria que prestó ayer ante el juez Jorge Urso y el fiscal Carlos Stornelli, oportunidad en la que se mantuvo "sereno, firme y hasta vehemente", según revelaron las fuentes.
Balza, cuya defensa fue calificada como "muy correcta" por las fuentes, insistió en que "no llegó a la comandancia en jefe del Ejército para delinquir" y desacreditó los dichos del ex interventor en Fabricaciones Militares Luis Sarlenga, que lo incriminó en la causa.

"Retiro espiritual"

Balza y su hijo calificaron ayer de "retiro espiritual" a la detención del teniente general retirado dispuesta por el juez federal Jorge Urso en la causa por la venta ilegal de armas.
Balza se mostró con un perfil religioso y, en todo momento, se puso en manos de "Dios".
En declaraciones a los periodistas, antes de ser detenido, Balza señaló que "Dios me ha dado mucho, confío en Dios y lo que Dios disponga. Me ha conducido siempre por un destino y me va a llevar en el momento que considere necesario que tengo que dejar este mundo".
Añadió que de ir preso, esto sería como "un retiro espiritual que siempre es beneficioso".
Subrayó que "ya estoy preparado espiritualmente para lo que Dios disponga sobre mi vida". (Télam y DyN)

Brinzoni lo fue a visitar

La detención del ex jefe del Ejército, teniente general Martín Balza, provocó ayer una "profunda preocupación" en la conducción de esa fuerza.
Tanta que el jefe del Ejército, teniente general Ricardo Brinzoni, fue a visitarlo a la tarde al Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo, informó una fuente del arma.
En su visita Brinzoni se interesó por la situación de Balza en el primer día de prisión prisión preventiva en esa unidad militar, en el noroeste del Gran Buenos Aires, "de igual manera que se hace con los oficiales superiores en actividad que tienen un problema de estas características", dijo la fuente del Ejército.
El mismo vocero indicó que Brinzoni encontró de "buen ánimo" a Balza, detenido por orden del juez federal Jorge Urso como organizador de una bandad dedicada a la venta ilegal de armas, durante la visita que realizó al Comando de Institutos Militares y "confiado en la Justicia" para resolver su situación.
Brinzoni se trasladó hasta el lugar de detención de Balza acompañado del secretario general del Ejército, general Eduardo Alfonso, y "puso a disposición un coronel" para que "solucione las necesidades" de Balza durante la detención, explicó la fuente.
En su visita Brinzoni coincidió con la presencia de parientes directos de Balza, a quien el tribunal le concedió un régimen de visitas mientras dure su detención comentó, la fuente.
El ex jefe del Ejército fue alojado en un sector contiguo al casino de oficiales. Dentro de ese edificio, Balza pasará sus horas en "una habitación dormitorio con baño y antesala donde tendrá una mesa y silla", detalló el vocero del edificio "Libertador", quien añadió que el jefe del Ejército puso a disposición de Balza un coronel para que resuelva sus necesidades. (Infosic)

Perfil: Un hombre que no pasó en punta de pie

Directo en el trato. Amable. Inteligencia no sobresaliente, pero bien usada. Intentando siempre aparecer en sus juicios ajeno a soberbias, una tarea . Y de tanto en tanto una controlada y suave demagogia.
Así es el estilo conque se relaciona Martín Balza, posedor del record en materia de permanencia en la fuerza: 48 años.
Lector febril de temas militares, gran parte de su vida castrense ha estado signada por un axioma que llevó a la gloria y un retiro abrupto, a un talentoso general : Douglas Mc Arthur. "En el Ejército también se crece desobedeciendo", dijo este norteamericano que pasó parte de su vida corriendo japoneses.
La vida militar de Balza está plagada de inciativa y decisiones que en el seco y duro lenguaje del soldado prusiano, son desobediencias.
Como esa cometida en Malvinas, cuando con 24 cañones demoró el avance británico sobre Puerto Argentino.
- Póngase el casco ¡carajo!, le gritó un correntino mientras Balza agachaba su metro noventa corriendo y dando órdenes entre batería y batería mientras arreciaba el fuego sobre su posición de fragatas, aviones y artillería inglesa.
Y como Douglas Mc Arthur, Martín Balza también sabe del acierto de aquella reflexión formulada por aquel norteamericano en West Point cuando Harry Trumann se cansó de él y lo pasó a retiro: "En la guerra, la victoria no tiene sustituto".
Y sin duda, el legado más importante dejado por Balza a lo largo de su década como jefe del Ejército tiene que ver con la moral que requiere la victoria. Porque hay que reconocerle el valor de haber reconocido que el Ejército se envileció en la lucha contra la subversión. Y que por un tiempo denso en sangre y dolor, fue más una banda poblada de asesinos, torturadores y ladrones, que una fuerza militar con honor.
Tomó la decisión de esa autocrítica sólo. Y de ahí en más, cosechó desprecio y discrepencias entre los mandos de la dictadura última. También entre los mandos en actividad.Pero un generoso reconocimiento en el grueso de los argentinos.
No es menor el mérito de Balza al reflexionar sobre el Ejército que heredó y el que dejó una década después. Es un arco que va desde la anarquía y la violencia latente de franjas inmensas de sus cuadros - carpintadas y seguidores del fanático Mohamed Seineldín -, al de una fuerza hoy encuadrada en el sistema.
Pero también hay páginas muy borrosas en la vida de este general. El "Caso Carrasco" siembra dudas sobre la conducta seguida por Martín Balza en el aún no dilucidado encubrimiento sobre todo lo sucedio en aquel comienzo de marzo del `94 en Zapala.
Como también siempre parecieron precarias las respuestas que Martín Balza dio sobre los alcances de sus responsabilidades en el agitado tema del tráfico de armas.
Tanto para el encubrimiento en el Caso Cararsco como en el de las armas, la Justicia tiene aún mucho sino todo por decir en lo concerniente a Martín Balza.
Y luego, la historia también se encargará de él, un hombre que no pasó en puntas de pies por la vida pública.

Foto: Balza dijo estar preparado para lo que Dios disponga. Declaró durante cinco horas ante el juez y desde allí fue enviado a prisión en Campo de Mayo