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Tensión política: Menem podría seguir los pasos de Balza

"Ni un tiro ni una fuga, declararé"

Rodeado de seguidores, Menem dijo que se presentará ante Urso.

"Ni un tiro ni una fuga" fue la frase con la que el ex presidente Carlos Menem sintetizó ayer su actitud frente a su situación judicial en la causa por la venta ilegal de armas, al tiempo que volvió a ratificar su inocencia y su confianza en la justicia.
"Yo tengo la seguridad absoluta, pese a todas las difamaciones, de que no soy culpable de nada y que mi libertad, aquí en la Argentina, está totalmente garantizada porque creo en la justicia, creo en el Poder Judicial y creo en mi pueblo", dijo.
En una breve declaración pública minutos después que el juez Jorge Urso ratificara su declaración indagatoria para hoy a las 10, Menem se solidarizó con sus ex ministros implicados en la causa -uno de ellos, Antonio Erman González, actualmente preso- y con el ex jefe del Ejército, Martín Balza, que ayer quedó detenido.
Sin embargo, no mencionó a su ex cuñado y asesor, Emir Yoma, el primero de sus ex colaboradores en perder la libertad por orden del magistrado en la causa por el desvío de armas a Ecuador y Croacia.
"Aquí estoy, ni un tiro ni una fuga. Estoy presente para hablar mañana con el señor juez y decir mi verdad, que es la verdad real", dijo Menem en el Hotel Presidente acompañado por su esposa, Cecilia Bolocco, y un grupo de sus seguidores, para salir al cruce de las versiones sobre su posible actitud ante la declaración indagatoria.
En este sentido, volvió a expresar su inocencia: "yo no di un solo paso en contra de la Constitución y de las leyes que se han dictado en su ejercicio".
"Todo fue legal, nada absolutamente en contra de la ley", remarcó Menem, "y como si fuera poco, todos los organismos de control del Estado intervinieron para determinar si esos decretos estaban bien. Todo lo demás, yo diría parafraseando un tango, es puro cuento".
De todas maneras, admitió que "la capacidad y la posibilidad de juzgar queda en el ámbito del señor juez a quien yo respeto y él creo también, en alguna oportunidad, me felicitó por la valentía que tuve al sacar del secreto los decretos -que venían dándose hace muchos años- a este tipo de comercio sensitivo que son las armas".
"La verdad está en el expediente y a ésa la va a manejar tan sólo el juez, los abogados defensores y por supuesto, mañana, en la oportunidad en que me tenga que defender, daré la versión exacta de los hechos", dijo.
Al mismo tiempo, intentó dejar en claro que está tranquilo frente a su situación judicial al remarcar que "lo más importante es que aquí estoy con el ánimo como nunca, íntegro, fuerte, sin ningún tipo de dobleces ni nada que se le parezca, para enfrentar como un hombre común a la justicia en la cual yo confío y confía todo el pueblo argentino".
Pidió entonces "terminar con estas versiones y dejar de hablar de corrupción que tanto daño le han hecho al pueblo argentino" y recomendó que si alguien piensa que "yo delinquí, que lo diga y que vaya ante el juez".
Menem estuvo todo el día rodeado de sus dirigentes incondicionales y de su esposa, Cecilia Bolocco, en un clima de tensión, en el que se llegaron a registrar enfrentamientos a puñetazos entre simpatizantes y periodistas.
Incluso, algunos se animaron a organizar para hoy, cuando Menem esté en los tribunales de Comodoro Py, una concentración con el fin de manifestar su respaldo a la hora de tener que declarar.
Cuando arreciaron versiones que decían que iba a ser detenido en cuestión de pocas horas, el titular del justicialismo recibió en el Hotel Presidente a la dirigencia que conforman el corazón del sector menemista. Hasta allí llegaron Eduardo Menem, Carlos Corach, Alberto Kohan, Eduardo Bauzá, Adrián Menem, Marta Alarcia y los abogados Cavagna Martínez y Oscar Roger.
A sus espaldas estuvieron codo a codo el gobernador de La Rioja, Angel Maza, los senadores Eduardo Menem, Carlos Corach y Alberto Tell -no se vio a Bauzá-, y los diputados Daniel Scioli, Claudio Sebastiani, Marta Alarcia, Adrián Menem, Teodoro Funes y José Figueroa.

Huevazos e incidentes

A diferencia de lo ocurrido hace 40 días, cuando desde los amplios salones del Congreso y con el respaldo de las principales figuras del PJ, Carlos Menem creyó recuperar el protagonismo perdido, ayer el ex presidente debió retirarse del hotel céntrico en medio de huevazos e insultos, con el único apoyo de su círculo íntimo.
Puertas afueras del hotel se desarrolló un pequeño anticipo de lo que hoy puede suceder a gran escala frente a los Tribunales.
Allí cruzaron golpes e insultos decenas de militantes menemistas que defendían a su líder con pocas intenciones de intercambiar conceptos esclarecedores y algunos transeúntes que aprovecharon la ocasión para manifestar su "deseo" de que el ex Presidente quede detenido.
Unos 450 menemistas partieron ayer en colectivos desde La Rioja para apoyarlo hoy en Tribunales.

Foto: Menem montó una tumultuosa conferencia ante los rumores de que quedaría detenido. A la salida le arrojaron una lluvia de huevazos