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Sábado 12 de mayo de 2001 | |
 MAS INFORMACION |
Crítica, susceptibilidad y control |
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| ¿Es el Poder Judicial de Río Negro perfecto? Sin duda, no, aunque las estadísticas señalen que tiene mejor porcentaje de resoluciones en un lapso y con un costo más aceptables que otros del país. ¿Tiene cosas para mejorar? Claro que sí. Todo se puede mejorar. Sobre todo un servicio público en constante desafío por la complejización de la sociedad, la magnitud de la crisis y la problemática propia de todo organismo estatal. Pero el tema crucial es: ¿Está dispuesto el Poder Judicial de Río Negro a que sus falencias -pocas o muchas- sean ventiladas en público y se conviertan en materia de opinión de personas que no tienen título de abogado? Al parecer, no. Este parece ser el punto más irritante de la polémica que desató en la provincia la difusión de un dictamen de la Comisión para el Compromiso con el Justiciable y los Profesionales creada por el Superior Tribunal de Justicia. Pero no es el único punto a analizar: - El Colegio de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial objetó que el diagnóstico ignora la existencia de un fuerte impulso de mejoramiento del servicio de justicia que nace de los integrantes de ese mismo Poder, visible en jornadas de las que participó más de un centenar de magistrados y funcionarios, y en varios proyectos de ley para adecuar procedimientos y organismos. - Llama la atención, sobre el punto, que quien parece haber desconocido este movimiento interno es el propio Superior Tribunal, que integró una comisión sin mecanismos participativos y que, por ejemplo, la integró con sólo tres jueces y, por Viedma, designó al más nuevo de todos, que hace sólo un año que ocupa esa función. - El texto señala graves vicios y falencias pero sin decir con nombre y apellido quiénes son los responsables de ellas lo que, lógicamente, irrita a todos y justifica -incluso en quienes pudieran reconocerse incumplidores- una reacción indignada. - Por último, una frase llama la atención en el -tal vez en exceso susceptible- ideario del presente en el país y la provincia: "El punto de partida será entonces establecer un estricto control sobre los organismos judiciales". La independencia del Poder Judicial es un valor. Y se mide no sólo por su independencia global respecto de otros poderes del Estado, sino por la libertad individual de actuar que sienta cada juez al cumplir su función, sujeto sólo al respeto de la ley. Los organismos judiciales y sus responsables pueden ser supervisados. Una justicia republicana tiene que estar abierta a las críticas internas y también de la sociedad. Pero ¿controlados? Claro que no. Alicia Miller |
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