Miércoles 9 de mayo de 2001

MAS INFORMACION

Los careos no despejaron las dudas que deja Sandra González

La madre de Kielmasz intentó beneficiar a su hijo

 

Los peritos llegarán el 21 y la sentencia se atrasará casi un mes

 

Todo el cronograma original del juicio quedó alterado. Los forenses de la Corte Suprema se presentarán recién el próximo 21. Hasta ese día habrá recepción de testimonios, y eso si no surgen más pedidos de las partes. Después el Tribunal fijará la fecha para los alegatos. En consecuencia, el fallo se conocerá en junio, casi un mes después de lo previsto.

  CIPOLLETTI (AC)- El juicio oral por el triple crimen se extenderá casi un mes más de lo previsto. Ayer, día que el cronograma original reservaba para los alegatos, se anunció que recién el próximo 21 llegarán a esta ciudad los forenses de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que opinarán sobre las autopsias. Como además hay pendientes otras medidas, entre ellas declaraciones testimoniales, se especula que la sentencia se conocerá recién a principios de junio.
La fecha de arribo de los peritos fue anunciada ayer por el presidente de la Cámara Segunda, César López Meyer, al reabrir el juicio después de una pausa de una semana. La audiencia comenzó dos horas después de lo previsto porque el móvil que traslada a los imputados Claudio Kielmasz y Guillermo González Pino debió dar un rodeo por el puente Centenario-Cinco Saltos para llegar hasta aquí, debido al corte del puente Neuquén-Cipolletti (ver aparte).
Entre los aspectos salientes de la jornada estuvieron la ampliación de la declaración testimonial de Sandra González, la mujer que involucra en los crímenes a González Pino, y los careos que protagonizó con Viviana Miranda y Nelly Vera, quienes desmienten parte de sus dichos. Las diligencias poco aportaron, porque cada una mantuvo su postura (ver aparte).
También declararon el pastor Mario Dubreuil, a cuya iglesia asistía Kielmasz, y Prosperina Duarte, madre del imputado.
La mujer trató de beneficiar a Kielmasz y dijo que el arma secuestrada en la causa no es la que ella compró en 1986. Pero como no puede declarar en contra de su hijo, su testimonio fue relativizado (ver aparte).

Esperando a los peritos

El juicio se reanudará el lunes próximo, con la declaración de dos testigos, pero la jornada más interesante será la del lunes 21, cuando arriben a la región forenses de la Corte Suprema que en estos momentos analizan la documentación relativa a las autopsias. Pidieron que les enviaran todo a Buenos Aires por una cuestión de comodidad para su trabajo: allá tienen el gabinete, acceso a la bibliografía y la posibilidad de realizar interconsultas.
A los jueces les interesa escuchar otra opinión calificada, sobre todo en lo relativo a la diferencia horaria entre las muertes de las hermanas González y la de Verónica Villar.
Por cuestiones de agenda, los peritos recién llegarán a Cipolletti el 21 a las 9 de la mañana y ese mismo día se presentarán ante el Tribunal para responder las preguntas que quieran formularles. El juez López Meyer aclaró que "no será una pericia" sino que "estudiarán el material y harán observaciones" para salvar las contradicciones planteadas entre los especialistas.
Es que el forense local Ismael Hamdan dice que Verónica Villar agonizó varias horas, lo cual explica la diferencia horaria de su muerte respecto de las hermanas González. En cambio el criminalista Enrique Prueger cree que Verónica fue retenida con vida y que la asesinaron 24 horas después.
Los baches entre una audiencia y otra son tan prolongados que los magistrados hasta especularon con aprovechar el tiempo juzgando algunas de las causas conexas más sencillas. Sin embargo López Meyer admitió luego en diálogo con "Río Negro" que esa posibilidad está muy diluida.
Que los magistrados hayan pensado en juzgar causas conexas en esta época, no está ajeno a las críticas por el desdoblamiento de los expedientes que formulan los abogados de la familia Villar cada vez que tienen oportunidad. Según el criterio de los querellantes Fernando Dalmazzo y León Zimmerman, los homicidios, el presunto encubrimiento y otros presuntos delitos cometidos por personal policial deberían juzgarse al mismo tiempo.
Para decirlo de otra manera: los expedientes que involucran a Kielmasz, González Pino, Seguel y Torres, entre otros personajes, deberían haberse unificado en una suerte de "mega causa", como método más eficaz para llegar a la verdad. El Tribunal, en cambio, sostiene el criterio de la separación de causas.
Ayer López Meyer volvió a defender esa postura. "Es probable que otro Tribunal con más sagacidad que la nuestra hubiera optado por una línea de actuación distinta y hubiera juntado todos los juicios. Nosotros seguimos pensando que fue un acierto separarlos", dijo en su habitual discurso al abrir la audiencia. La unificación "implicaría más abogados, más imputados y mantener a mucha gente ociosa esperando que se resuelva esta otra causa. Cuando se realicen los otros juicios quedará en evidencia que era mejor separarlos".
Fue en ese momento en que anunció: "no descartamos intercalar alguna de esas causas conexas mientras esperamos que lleguen los peritos de la Corte". Sin embargo después, consultado por este diario, admitió que esa posibilidad es remota. A la concentración que les demanda el juicio contra Kielmasz y González Pino se suma la complejidad operativa de poner otro juicio oral en marcha, con notificaciones y citación de testigos.
López Meyer también aprovechó para recordarles a los querellantes que el juez Iribarren mantiene abierta la causa y sigue investigando. "Es allí donde tienen amplia participación para ofrecer pruebas. Este juicio no es para eso, es para juzgar a estos dos señores", afirmó.

Reflotaron el turbio episodio de La Plata

CIPOLLETTI (AC).- El pastor Mario Dubreuil recordó ayer cuando el padre de una chica a la que supuestamente Claudio Kielmasz violó en La Plata, vino a Cipolletti. "Lo buscaba para hacer justicia porque la policía lo había dejado en libertad", afirmó el religioso.
El episodio de La Plata, al igual que el caso Opazo, fue advertido por el propio Kielmasz en una de sus tantas declaraciones. Fue a partir de sus dichos que la justicia investigó el hecho. Pero a pesar de estas sospechas, no quedaron antecedentes para Kielmasz.
Dubreuil conoció al imputado en el barrio Labraña varios años antes de que ocurriera el triple crimen. "El trato era como miembro cristiano, nada más", aseguró.
El pastor recordó que Kielmasz "era especial" (no le preguntaron qué quiso decir con esa expresión) y por eso resolvió designarlo jefe del grupo de jóvenes. "Hasta cierto punto cumplió bien, pero después ya no", recordó Dubreuil.
Evocando el secreto religioso el hombre intentó abstenerse de declarar qué había sucedido. Pero como lo había manifestado durante la instrucción tuvo que ratificar que el problema ocurrió cuando llevó a los chicos "hasta un lugar peligroso". Se trataba del sector del puente.
Luego indicó que por intermedio del obispo de La Plata se enteró de que Kielmasz había tenido un "intento de violación o una violación" en esa ciudad. No conoció más detalles. Pero posteriormente, por el padre de la víctima se enteró de que lo andaba buscando "para hacer justicia" porque lo habían dejado en libertad.
El pastor declaró ayer que también estuvo trabajando a su cargo Miguel Alberto Torres, hermanastro de Kielmasz. Era "hermano misionero" y debía visitar las distintas iglesias.
"Venía recomendado con una carta de Chile. Creí que traía buena conducta, por eso lo recibí. Estuvo trabajando conmigo hasta que se enfermó o no sé qué le pasó. Fue poco lo que trabajó", contó.
Esto sucedió años después, cuando Dubreuil estaba construyendo su actual templo en el barrio Anai Mapu. Ya para entonces Kielmasz no estaba trabajando con él.
En la iglesia del barrio Labraña, Dubreuil también conoció en Rafael Huirimán Lloncón, el testigo que dijo haber visto el abordaje violento de tres mujeres en la calle San Luis, el domingo 9 de noviembre de 1997.
El hombre manifestó que Huirimán -quien falleció en enero en un accidente de tránsito- era una buena persona "y bastante responsable", pero que alguna vez lo vio ebrio.

Los presos llegaron tarde por el corte

CIPOLLETTI (AC)- El corte del puente Neuquén-Cipolletti por parte de productores frutícolas y empleados de la cerámica Zanón retrasó en casi dos horas el inicio de la audiencia de ayer. Es que el móvil que traslada a Kielmasz y González Pino desde la Unidad 9 debió dar un rodeo por Centenario y Cinco Saltos para llegar a esta ciudad.
"Los dos imputados han manifestado su intención de asistir a esta audiencia, y no podemos hacer el debate si ellos queriendo venir no pueden hacerlo", anunció el presidente de la Cámara, César López Meyer.
En algunas ocasiones los imputados estuvieron ausentes, pero ayer tenían poderosos motivos para asistir: declaraban la madre de Kielmasz y la ex concubina de González Pino.
El Código Procesal prevé que el juicio puede continuar mientras esté presente el abogado defensor, pero cuando el imputado quiere asistir y no puede hacerlo por razones ajenas a su voluntad debe suspenderse. Así que ayer, aunque comenzando más tarde, la audiencia se realizó con la presencia de sus principales protagonistas.

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación