La madre de Kielmasz intentó beneficiar a su hijo 9-05-01




		Miércoles 9 de mayo de 2001
MAS INFORMACION Los peritos llegarán el 21 y la sentencia se atrasará casi un mes		La madre de Kielmasz intentó beneficiar a su hijo

		CIPOLLETTI (AC).- Prosperina Duarte aseguró ayer que el arma secuestrada en la causa no es la suya. Y por primera vez desde que su hijo Claudio Kielmasz está tras las rejas, dijo que el revólver que era de su propiedad tenía "grabadas las dos letras primeras de mi nombre". Su testimonio desincrimina a Kielmasz pero tiene valor relativo: el Código de Procedimiento le prohíbe declarar contra su hijo. Duarte, quien cuando fue citada el pasado 30 de abril se descompensó y no pudo declarar, ingresó ayer a la sala del brazo de su hija Beatriz Torres, hermanastra de Claudio. El abogado de su hijo fue quien comenzó a hacerle las preguntas respecto del revólver calibre 22 que era de su propiedad y que según las pericias, y diversas manifestaciones del propio Kielmasz, habría sido utilizada para asesinar a las hermanas González. Duarte relató que compró el revólver en una época en que trabajaba en el Club Cipolletti y salía de madrugada. "Siempre iba caminando y alguna vez me siguieron", expresó. "Yo veo el arma y la conozco", enfatizó inmediatamente. Remarcó que el calibre 22 de su propiedad "tiene grabadas las dos primeras letras de mi nombre". Nunca antes lo había dicho. No recordó quién le hizo ese trabajo ni supo dar una respuesta clara de por qué lo hizo, ya que podía identificar el arma por su numeración. Cuando le exhibieron el revólver secuestrado en la causa rápidamente respondió: "nada que ver; no es este". La mujer manifestó que un día -no pudo precisar cuándo- le prestó el arma a Claudio "porque andaba un hombre sobre el paredón". Y su hijo "la guardó por los chicos". Nunca la volvió a ver. Por otra parte, el Tribunal intentó una vez más profundizar en la pista de las drogas, pero como ha venido sucediendo tropezó con testigos que escucharon comentarios pero no pudieron aportar pruebas concretas. Uno de ellos fue el ex concejal Felipe Budén, quien le relató a los jueces sus charlas con un policía procesado por encubrimiento; el otro fue un joven, Miguel Núñez, quien directamente negó haber hablado jamás sobre fiestas en el lago Pellegrini o policías involucrados en delitos. Budén participó de la comisión investigadora creada en el 97 por decreto provincial. Al declarar ayer, habló de las irregularidades que detectó en los libros de la comisaría 69 y opinó que algunas hojas pudieron ser adulteradas. O"Reilly retrucó a Medina CIPOLLETTI (AC)- El abogado José O"Reilly se sintió agraviado por declaraciones del diputado Víctor Medina y consideró que "me está acusando de mala praxis. Por eso le pido que haga una presentación formal ante el Colegio de Abogados y la justicia penal". Medina, legislador radical, había dicho en tono crítico a este diario que "los querellantes deben tener una participación más concreta", y en el caso de O"Reilly opinó que "acota su trabajo a la línea de la fiscalía". Enojado, el abogado de la familia González le respondió ayer. "Tengo 30 años de abogado, 25 años en materia penal, fui fiscal y juez, por mis manos pasaron miles de causas penales. ¿Medina es abogado? ¿Qué antecedentes y experiencia tiene, cuántos juicios presenció? Que se tome el trabajo de leer el Código Procesal, por favor". "Al margen de que habla en forma genérica -continuó O"Reilly- quiero que Medina me diga qué omití preguntar y qué pregunté de más. Siento que se afectó mi honra y me reservo el derecho de iniciarle acciones legales". Habrá pocas preguntas para Verani CIPOLLETTI (AC)- La participación del gobernador Pablo Verani como testigo en el juicio recorrió un camino sinuoso que ayer llegó a su paradójico final: lo pidió como testigo uno de los querellantes; el Tribunal no lo consideró útil pero igual le hizo lugar; cuando Verani dijo que respondería por escrito el querellante desistió de hacerle preguntas; el que terminó presentando un cuestionario fue el defensor de González Pino, y se lo modificaron. Verani fue convocado como testigo por Fernando Dalmazzo, abogado de los Villar, para que declare sobre el ya famoso croquis que les habría entregado a las familias de las víctimas. El querellante lo quería tener en persona para interrogarlo y eventualmente someterlo a un careo, pero el gobernador recurrió a su privilegio de declarar por escrito. Cuando supo eso, Dalmazzo desistió de hacerle un cuestionario. En cambio el defensor Eves Tejeda siguió interesado y presentó un pliego de diez preguntas. Ayer el tribunal le eliminó más de la mitad y reformuló las restantes. Uno de los puntos que quedarán sin respuesta, y que al abogado le interesaba saber, es en qué gastaron los policías federales el millón de dólares que según el propio Verani le costó a la provincia su participación en la investigación.
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