Martes 3 de abril de 2001 | ||
La pretendida venta de Villa Tacul marcó un hito histórico |
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La comuna de Bariloche quería lucrar con tierras de Llao Llao. La reacción de los vecinos fue ejercer el derecho de iniciativa. Hubo denuncias sobre privilegios políticos y reparto de lotes. |
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SAN CARLOS DE BARILO-CHE (AB).- Vecinos barilochenses fueron los que apelaron por primera vez en la provincia al derecho de iniciativa contemplado en la constitución rionegrina. La sanción de una ordenanza mediante la cual eran puestas en venta las tierras "ociosas" de Villa Tacul generó en la década del 70 una ola de opiniones encontradas que desembocaron en el ejercicio del derecho de iniciativa para intentar derogarla. Aunque frustrado en su segunda etapa por escasez de firmantes, el proceso fue destacado como el primero desde la sanción de la Constitución provincial en 1958. Hubo denuncias de irregularidades que encendieron los ánimos. Algunas repercusiones resultaron determinantes para quienes tomaron las decisiones. Es el caso de algunos concejales que, tras su alejamiento del gobierno, decidieron no participar más en política. El desencanto manifestado al menos por Luis Razza y Roberto Gilberto Taddeo así lo testimonian. Sin ánimo de redundar en hechos del pasado, este repaso de acontecimientos que marcaron una época puede aportar solidez al concepto de que los temas discutidos cíclicamente en la ciudad y el país no son tan novedosos. La ordenanza en cuestión (60-I-74) fue aprobada por mayoría en el CM presidido por el justicialista Jacinto Ibáñez quien, por las disposiciones vigentes entonces, ejercía le poder Ejecutivo. Esa norma establecía la oferta en venta pública de las tierras fiscales, que los recursos generados serían destinados "a cubrir el déficit presupuestario" del año anterior hasta la suma de 4.838.000 pesos y el excedente, a obras públicas de infraestructura (agua, cloacas, pavimento). Razza, entonces concejal por el partido Nueva Fuerza, fue quien denunció que la norma encubría una venta mediante la cual las parcelas serían repartidas entre políticos y amigos de los gobernantes de turno. Hoy, el responsable de una de las empresas más tradicionales de la ciudad recuerda que el tema fue planteado "como un remate de tierras para hacer cloacas pero yo había visto un plano donde figuraba el loteo con los nombres de funcionarios de la provincia y el municipio a quienes les sería otorgada la propiedad". Fue "el contador (Alejandro) Kosta quien me lo mostró y como concejal debía poner una barrera a eso", sostiene. Consultado con respecto a este tema, Kosta negó haber accedido entonces a los nombres de los destinatarios de cada parcela aunque admitió que en un plano constaban aquellas "que estaban reservadas. Eso sí existió, así como una lista de interesados que andaba dando vueltas". Señaló asimismo que como secretario de Hacienda (cargo que también ocupó en el actual gobierno de Atilio Feudal) no le competía tomar decisiones, "era un tema de gobierno. Por momentos áspero, el prolongado debate posterior a la sanción de la ordenanza trascendió las paredes del recinto legislativo, ubicado entonces en el primer piso del Centro Cívico, a través de las páginas de "Río Negro". Reunidas 1.792 firmas que avalaban el derecho de iniciativa, los impulsores de la derogación presentaron el proyecto a la municipalidad. Pero los vecinos que querían ratificarlo debían concurrir al despacho del jefe comunal, hecho que generó airadas protestas de quienes impulsaron la revisión. Sin poder arribar al referéndum popular, el proceso de venta siguió sin interrupciones. Finalmente el destino de la controvertida ordenanza 60 fue decidido por el interventor militar Carlos Rito Burgoa quien, tras recibir una nota de vecinos de Llao Llao solicitando la anulación de la venta, la derogó por ordenanza 49-I-76 el 12 de mayo de 1976. Acto seguido, dejó sin efecto la venta de 33.167 metros cuadrados ubicados en inmediaciones del hotel Amancay sobre el lago adjudicados a la Federación de Luz y Fuerza de la capital federal "al precio promocional de 100 pesos el metro cuadrado". Tierras apetecidas ayer y hoy
Teresita Méndez Foto: El intendente Jacinto Ibáñez no pudo concretar su objetivo y hoy Villa Tacul continúa siendo un lugar que pertenece a todos los habitantes de Bariloche. |
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