Domingo 29 de abril de 2001
 

El G-7 busca frenos a la desaceleración económica mundial

 

Hay fuertes perspectivas de mejoramiento, concluyeron los países más ricos.Intentarán poner en marcha un sistema de alerta de crisis en países emergentes.

  WASHINGTON-Los ministros de Economía y Finanzas del Grupo de los Siete (G-7) países más ricos del mundo se reúnen dese ayer en Washington para buscar medidas que frenen la desaceleración económica global y para analizar la puesta en marcha de un sistema de alerta de crisis en los países en desarrollo.
Esta es la primera reunión del G-7 que preside el secretario del Tesoro de EEUU, Paul O"Neill, que tomó posesión del cargo el pasado 20 de enero, y en la que estará acompañado por el presidente de la Reserva Federal, Alan Grenspan, uno de los gobernadores de bancos centrales más veterano del club. Al G-7, además de EEUU, pertenecen Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Canadá y Japón.
Como viene siendo habitual, O"Neill y Greenspan se reunirán antes de que comiencen los debates con el ministro japonés de Economía y Política Fiscal, Heizo Takenaka, y con el gobernador del Banco Central.
Las discusiones de los líderes de la política económica y monetaria del G-7 comenzaron en Blair House, la mansión en la que la Casa Blanca aloja a sus invitados ilustres y que está rodeada de medidas de seguridad más fuertes de lo habitual en prevención de las posibles manifestaciones de los grupos que se oponen a la globalización como ocurrió el año pasado.
Al término de la reunión, el G-7 emitirá un comunicado de prensa con las conclusiones de sus debates, que este año tienen como tema central encontrar la forma de impulsar la economía y evitar que del nivel de desaceleración global se llegue a una recesión.
La "buena noticia", según dijo O"Neill, que antecede a esta reunión es que la tasa de crecimiento del PIB de EEUU ha sido del 2 % en el primer trimestre del año, cuando los pronósticos oficiales y los de los analistas se situaban en torno a un punto(ver aparte).
La economía estadounidense, la más grande del mundo, entró en una etapa de desaceleración en el segundo semestre de 2000 después de diez años de crecimiento ininterrumpido. Para romper con esa situación, la Reserva Federal procedió a dos agresivos recortes de los tipos de interés del 4,5 %.
Precisamente, entre los líderes de las finanzas mundiales se ha suscitado una controversia -impulsada en parte por las opiniones de algunos de los directivos del FMI- sobre si los doce países de la eurozona y su Banco Central Europeo debe seguir el ejemplo de la Reserva Federal y bajar también los tipos de interés.
Pero mientras, el FMI considera que dar "uno o dos pasos" para reducir los tipos demostraría que los países europeos "contribuyen de forma positiva al crecimiento de la economía global", el BCE, presidido por Win Duisenberg, decidió esta semana no alterar el 4,75 % en que se mantienen desde hace seis meses.
Duisenberg, que también participa en la reunión del G-7, considera que el objetivo más importante del BCE es controlar la inflación.
Otro de los asuntos que centran la reunión es la evolución de la economía de Japón, otra de las mayores del mundo, pero que en los últimos diez años se ha visto incapaz de retomar la senda del crecimiento económico.

Un detector de crisis

Los ministros del G-7 también quieren que el Fondo se encargue de desarrollar un sistema de alerta que permita detectar lo antes posible las crisis financieras en los países con mercados emergentes.
De existir ese mecanismo, se habrían evitado crisis financieras de gran magnitud como las ocurridas en Asia en 1997, en Rusia en 1998 en Brasil en 1999.
El G-7 también tienen en su agenda la aprobación del respaldo que el FMI quiere prestar a Turquía y Argentina (ver aparte y pág. 27), las últimas víctimas de una crisis financiera, motivada en parte por la inestabilidad política que comparten.
En el caso de Turquía se trata de respaldar un programa de saneamiento de 10.000 millones y en el de Argentina, que su ministro de Economía, Domingo Cavallo, consiga del G-7 el respaldo a su plan fiscal para calmar a los inversores. EFE

El G-24 entre cercos y advertencias

WASHINGTON- Los países en desarrollo advirtieron ayer que la situación económica mundial ha empeorado en los últimos meses debido a la desaceleración de Estados Unidos, la falta de recuperación en Japón y un crecimiento más lento en Europa.
"Esto ha creado grandes incertidumbres y riesgos, y ha hecho más difícil la gestión económica de los países en desarrollo. Las implicaciones de esta situación para los países en desarrollo son graves, particularmente en términos de menores exportaciones", agregó el comunicado.
El G- 8 y el G-24 se encuentran en Washington bajo protección de la policía, que ha cercado la sede del FMI ante la eventualidad de que se registren manifestaciones de protesta.

   
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