Miércoles 25 de abril de 2001

 

Elosegui descargó responsabilidades en el juez

 

El ex jefe de Policía brindó un polémico testimonio. Discutió con el abogado de los Villar, quien pidió que lo sancionaran por irrespetuoso. Avaló el desempeño de la fuerza en el caso.

  CIPOLLETTI (AC).- Se mos-tró fiel a su estilo. Por momentos prepotente, soberbio, sobrador. Así se presentó al debate el ex jefe de la Policía rionegrina, Rubén Elosegui, quien en ningún momento del extenso interrogatorio al que fue sometido, aceptó que lo responsabilizaran de hechos negligentes sucedidos durante la búsqueda o el hallazgo de los cuerpos de las jóvenes. "El juez estaba a cargo. La policía sólo es auxiliar de la justicia", respondió una y otra vez.
Elosegui apareció en la sala de audiencias poco después de las 9. A paso firme, sonriente, vestido con un impecable pantalón blanco y saco gris, caminó por el pasillo hasta llegar a sentarse frente a los jueces.
Las preguntas las inició el abogado de la familia Villar, Fernando Dalmazzo, quien lo propuso como testigo. El cuestionario del querellante fue extenso y abarcativo. Tanto, que el presidente del Tribunal llegó a ponerle límites al abogado: le recordó que el objetivo del actual debate es saber qué rol pudieron tener en el crimen Guillermo González Pino y Claudio Kielmasz; no las responsabilidades personales de los testigos. La decisión se hizo extensiva luego para todas las personas que restan declarar en los próximos días.
Dalmazzo inició el interrogatorio consultándole al comisario general retirado cuándo se enteró de la desaparición de las hermanas González y Verónica Villar. "Fue alrededor de las 13 del lunes", aseguró. Según dijo Elosegui, el comentario le llegó por medio de César Chao Monzón, quien por aquella época trabajaba en la Jefatura pero tenía residencia en Cipolletti. Dijo que entonces llamó personalmente a la comisaría Cuarta, donde el comisario Sergio Oliva le respondió que se trataba de "una fuga de hogar" y que había una información de que "andarían por Barda del Medio".
"Ocúpense, muevan toda la policía", dijo Elosegui que le recomendó a Oliva.
El dato de Barda del Medio también fue mencionado de la misma manera por el ex subjefe de la Fuerza, Alberto Losada, quien declaró después. Fue llamativo el horario que indicaron ambos policías, puesto que Ulises González aseguró que esa información se conoció en horas de la tarde, no al mediodía.
Elosegui, a diferencia de Losada que siguió estando en Viedma, el martes 11 se presentó en el lugar del hecho. "Como estaba todo cercado", dijo, se arrimó al sector desde una chacra. Allí vio al juez Pablo Iribarren, al fiscal Alvaro Meynet y al forense Ismael Hamdan. Afirmó que entonces, desde donde estaba le comunicó a Iribarren: "Yo soy el jefe de la Policía de Río Negro, lo que necesite estoy a su disposición".
Dalmazzo intentó acorralarlo con preguntas sobre cómo estaba demarcado el lugar y qué había hecho él personalmente para resguardar el predio, pero el ex jefe respondió siempre de la misma manera. "Yo soy auxiliar de la justicia. El juez es el que dispone. No tengo facultad para ir a decirle al juez qué tiene que hacer".
-Eso no significa que usted no pueda dar una sugerencia -observó el querellante.
-¿A usted le parece que puedo ir a molestarlo al juez? No puedo hacerle sugerencias. Yo fui a poner a disposición el aparato logístico -respondió el testigo.
El querellante ahondaba en detalles para sacar algún dato que sirviera para sostener la línea de encubrimiento que persigue. Hasta le preguntó por qué renunció a la fuerza. Desde entonces, Elosegui se puso más soberbio e irónico en las respuestas. "Presenté la renuncia por razones de salud. Lo único que falta es que me diga que renuncié porque maté a las chicas", esbozó. Y en otro tramo del interrogatorio se dio el lujo hasta de descalificar al querellante. Primero le dijo que estaba haciendo "preguntas fuera de foco" y después, cuando Dalmazzo le pidió que dijera si había realizado todos los cursos para llegar al cargo de Jefe de Policía, contestó de manera más agresiva todavía: "Yo le diría que lea el reglamento y ahí se va a desasnar si es correcto mi ascenso o no".
Ante esta respuesta Dalmazzo pidió al Tribunal que se sancionara al testigo, pero el presidente César López Meyer aclaró que se trataba de un término mal empleado. "Si usted se siente ese animal, macanudo", se dio el gusto de agregar Elosegui, obligando al juez a intervenir nuevamente para que no le faltara el respeto al querellante.
El comisario retirado dijo no recordar haber mantenido una conversación telefónica con el ex ministro Roberto Rappazzo Cesio el lunes, pero reveló que días antes del hecho tanto Rappazzo como el intendente Julio Arriaga le habían pedido que "no moviera" a los jefes policiales de Cipolletti porque "estaban trabajando bien".
Elosegui ya fue condenado por encubrimiento en una causa desprendida de la investigación del triple crimen. Fue acusado de apañar al comisario José Luis Torres, quien aseguró ante Juan Villar que no habían podido matar a Hilario Sepúlveda.

Fijaron límites para los interrogatorios

CIPOLLETTI (AC).- "El objeto de este debate es determinar la responsabilidad de Kielmasz y González Pino en el triple crimen", remarcó ayer el presidente de la Cámara, César López Meyer, con el aval de los vocales María Evelina García y Juan Rotter. "Por eso las preguntas al personal policial sólo son pertinentes si se orientan a establecer su actuación en la investigación de estos hechos".
La definición de la Cámara surgió después de la polémica declaración del ex jefe de Policía, Rubén Elosegui. Muchas de las preguntas que formuló el querellante Fernando Dalmazzo fueron rechazadas por "improcedentes".
"Aquí no estamos para juzgar la responsabilidad de algunos testigos, sin perjuicio de que eso pueda ser investigado en otro juicio", dijo el Tribunal.
Dalmazzo quería interrogar a Elosegui sobre cuestiones que los magistrados consideraron ajenas al juicio del triple crimen. Cuando el querellante les dijo que a su criterio su línea de interrogatorio tenía que ver con lo que se está juzgando, López Meyer le contestó: "es su opinión. La respetamos pero no la compartimos".
Antes le había dicho que "no vamos a perder la mañana con cosas que no hacen al juicio", también por preguntas de Dalmazzo. Aunque luego suavizó sus términos: "quizá mi expresión no fue feliz, pero le quería significar que sus preguntas son improcedentes".
La posición de la Cámara no es nueva. El mismo día que empezaron las audiencias remarcaron que en esta instancia se ventilará únicamente la presunta responsabilidad de Kielmasz y González Pino en los crímenes, mientras que la situación del personal policial tendrá un juicio aparte.

Una amiga de Sandra González no vio los fajos de billetes

CIPOLLETTI (AC).- La situación de Guillermo González Pino volvió a aliviarse. La testigo Viviana Miranda dijo ayer que no vio ningún fajo de dinero en su casa, y negó que su amiga Sandra González -ex concubina del procesado- le haya comentado sobre la supuesta confesión del detenido en el triple crimen.
Tras un pedido del defensor Eves Tejeda y del fiscal Eduardo Scilipotti, el tribunal decidió carear a las dos jóvenes, en una fecha a confirmar.
Sandra González aseguró que González Pino llegó a su casa la madrugada del lunes 10 de noviembre del "97 con manchas de sangre en su camisa y muy nervioso. Luego dijo que lo vio con dos fajos de billetes de 100 pesos cada uno y que posteriormente le confesó que él "había querido golpear a las chicas pero no matarlas".
También mencionó que en una oportunidad ella escondió los fajos, lo que generó una discusión muy grande con su concubino que incluyó amenazas con una arma de fuego. Fue entonces cuando, según su versión, llegó su amiga Viviana Miranda y le dijo a González Pino dónde estaba la plata.
Sin embargo, Miranda dijo ayer que jamás vio un fajo de dinero y que tampoco presenció la pelea. "Aparentaban ser una pareja normal, aunque no sé qué pasaría en la intimidad", declaró.
"Dos veces nos fuimos a bailar solas a Neuquén sin que González Pino supiera. La última vez Sandra sacó un revólver, lo escondió bajo la almohada y me dijo que si Guillermo la llegaba a golpear, le iba a pegar un tiro en la cabeza. Pero no sé si pasó algo", relató.
Con respecto al dinero, dijo que sólo vio "200, 100 o 10 pesos que González Pino le dejaba a Sandra para comprar comida, pero nunca vi fajos". La joven es pareja de Miguel "Negro" Fernández, amigo de González Pino.
Otra testigo que declaró fue Nelly Vera, alias "la Bonavena", quien presentó a los federales a Sandra González. "Un día llegó a mi casa. Fue como a los dos meses de ocurrido el triple crimen. Me dijo lo que le había contado González Pino, que había llegado con la ropa con sangre y que la camioneta estaba manchada de verde. Le dije que yo no quería problemas, y que si ella estaba dispuesta la llevaba a hablar con los federales", aseguró.
Luego relató cuando ambas fueron en colectivo hasta el lugar donde estaba la comisión, y "le presenté al comisario Artese. Creo que estaba Vacas y otros cuatro efectivos federales. Fue un día de semana al mediodía", indicó.
Sin embargo, la ex concubina del imputado había dicho que "la había ido a buscar Artese y su gente". La misma jornada en que se haga el careo podría declarar nuevamente Sandra González ante el tribunal, ya que el presidente de la Cámara, César López Meyer, informó que había algunas preguntas que no fueron realizadas.

Foto: Elosegui tuvo un fuerte cruce con el abogado de la familia Villar. "Lea los reglamentos así se desasna", lo desafió.

   
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