Miércoles 4 de abril de 2001

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Posible investigación paralela por el croquis

 

El fiscal analizará la responsabilidad de Verani; Fabio Rey está dispuesto a declarar

  CIPOLLETTI (AC).- El croquis confeccionado por Claudio Kielmasz podría dar lugar a una investigación paralela. Según trascendió, el fiscal Eduardo Scilipotti analiza si hay elementos para abrir un expediente anexo en el cual quedarían involucrados dos altos funcionarios del Ejecutivo provincial: el gobernador Pablo Verani y el secretario de Justicia, Fabio Rey.
Su intención, según se supo de fuentes cercanas a la fiscalía, es esperar a que termine la lista de testigos para tomar una decisión. "Si no hubo trasparencia antes que por lo menos la haya ahora", dijeron.
En tanto, los abogados del imputado dijeron que en algún momento del juicio Kielmasz va a declarar sobre el croquis. "Quiere contar quién lo sacó de la Alcaidía, lo llevó al lugar del hecho y lo obligó a hacer el dibujo", señalaron allegados a la defensa.
Esta versión se contrapone a la que el mismo Kielmasz suministró el 24 de agosto del "98, cuando dijo que el plano lo dibujó por indicación del comisario Luis Seguel y se lo entregó a Fabio Rey.
Ayer, Ulises González reiteró que una copia de ese croquis le fue entregada en mano por Verani, durante una visita a su casa en febrero del "98. Y que el original lo vio en la oficina donde trabajaba el comisario Néstor Marchetti, cabeza de una comisión de policías provinciales afectada a la investigación del triple crimen.
Esta prueba al parecer fue obtenida de manera ilegal. Y fue a parar al bolsillo del saco del gobernador antes que al expediente que manejaba el juez Pablo Iribarren.
Verani ya declaró sobre este tema, y dijo que no recordaba haberle entregado el croquis a González. El sábado pasado, el gobernador indicó que si es necesario declarará en el juicio oral (puede hacerlo por escrito).
Otro que ayer dijo que se presentará si lo citan fue Fabio Rey. En diálogo con este diario, afirmó: "no tengo nada que ocultar".
"Jamás tuve en mi poder un croquis. Me reuní el año pasado con Ulises González para explicarle mi punto de vista con respecto a este tema, pero no quiero ahondar más hasta que me llamen para declarar, si es que lo hacen", manifestó el funcionario vía telefónica.
Cuando Kielmasz dibujó el plano estaba alojado en "el altillo", un sector de la Alcaidía de Roca que tiene las dimensiones de un colchón y carece de ventilación.
Rey señaló que "jamás fui a ver a Kielmasz a la alcaidía. He concurrido a la unidad varias veces, pero nunca para ver exclusivamente a Kielmasz".
Las supuestas visitas se realizaban sin el conocimiento del juez Iribarren. Por este tema está citado a declarar, para el lunes 23 de abril, el comisario Andrés Capsi, jefe de la alcaidía de Roca. También fue convocado el ex ministro de Economía y ex concejal Roberto Rapazzo Cesio, presente en la reunión durante la cual Verani entregó el croquis a Ulises.

Los recuerdos le quebraron la voz

CIPOLLETTI (AC).- La voz se le quebró. Pidió un vaso de agua, y en seguida su abogado José O"Reilly propuso un cuarto intermedio. A Ulises González se le hizo un nudo en la garganta cuando relató el momento en que llegó a los olivillos, donde acababan de hallar los cuerpos de sus hijas.
Fue el momento más emotivo de la jornada de ayer. También impactó entre sus familiares: su hermana Silvia, con un ataque de llanto, fue retirada de la sala y la asistió un especialista; la presión se le había disparado hasta 22.
Durante las tres horas que declaró ante los jueces, el padre de María Emilia y Paula pasó por varios estados de ánimo. Al principio pareció que hacía un relato mecánico y desapasionado de lo que había sido el domingo 9 de noviembre. Con la vista perdida, repitió lo que tantas veces dijo ante la justicia y la prensa: que sus hijas no hubieran salido a caminar si él no hubiera regresado de Neuquén a tiempo, que Verónica Villar se unió a último momento a la caminata, y la desesperación que lo ahogó al pasar el tiempo sin noticias.
"Eran las 9 de la noche cuando mi señora empezó a preocuparse mucho", dijo Ulises. Según las autopsias, a esa hora las chicas ya estaban muertas.
Habló también de sus horas sin dormir, de la recorrida incansable por las chacras, de las veces que se paró en medio de la noche, con las luces encendidas, e hizo sonar la bocina del automóvil. "Creí que la podían reconocer y salir. Para entonces yo creía que las habían agredido y que estaban refugiadas en una chacra", dijo.
También aportó un dato relevante: dijo que a las 9 de la mañana del 10 de noviembre informaron de la desaparición a los medios de prensa.
Esa mañana muy temprano el imputado Claudio Kielmasz compró el diario para informarse sobre la desaparición de las chicas, pero los medios gráficos recién publicaron la noticia al día siguiente.
En medio de versiones contradictorias y confusas que fue recogiendo, el 11 de noviembre a la mañana lo sorprendió camino al basural. La periodista Alejandra Reyes, que lo acompañaba, recibió un llamado en su celular.
"Nunca me voy a olvidar el gesto que hizo con la cara. Me dí cuenta de que eran malas noticias", recordó Ulises, ya con la voz quebrada. Para él la pesadilla apenas comenzaba.

   
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