Domingo 29 de abril de 2001

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Nosotros somos los monos

Todos estos años de monadas

 

Llegando los monos

 

Hace unos 33 años se estrenó "El planeta de los simios" con Charlton Heston. Dentro de poco el clásico del cine de ciencia ficción volverá a la pantalla de la mano del oscuro Tim Burton. Mark Wahlberg, Tim Roth y Helena Bonham Carter, serán los protagonistas de esta nueva versión que promete convertirse en la película más espectacular del año. En este "Cultural", la historia de su filmación, fotografías inéditas, el argumento y las direcciones en Internet para ver adelantos de la batalla final entre simios y seres humanos.

  Parece un chiste. Uno de esos viejos y malos chistes de Hollywood que a veces terminan gustándonos. No siempre, bastante ya sabemos de estampidas del cine y retorcijones en el estómago en medio de las papas fritas. Así es la industria, de nuestra escasa capacidad de asombro vive.
¡Cuesta tanto imaginarse a la bella, dulce y fatal Helena Bonham Carter maquillada como un mono! Pero sí, el genio de Tim Burton la convenció -y ella lo más feliz de la vida- de someterse a maratónicas sesiones para ver a la mano del hombre destruyendo aquello que la naturaleza le regaló. Sólo a un humano se le ocurriría parecerse a un chimpancé bien alimentado. Aunque sea por unos cuantos millones de dólares.
Después de la interesante "El jinete sin cabeza", Burton se ha embarcado en la filmación del clásico de la cinematografía de ficción "El planeta de los simios". Nadie espera una gran película. Nadie una decepción. Pero viniendo de Burton ambas cosas son posibles. Hagamos un poco de memoria.
Memoria 1: "Batman" protagonizada por... ¡Michael Keaton! Para un grupo de fanáticos fue una prueba de fuego bien superada por Burton.
Memoria 2: "El extraño mundo de Jack", bizarra, exquisita, excelente, excitante.
Memoria 3: "Marte ataca", algunos todavía están con los ojos abiertos frente a la pantalla. ¿Será bueno eso?
Que nadie se levante de su butaca, el niño manos de tijera, de pelo tieso y rebelde se ha apropiado de otro mito.

Empecemos por la mitad, que el final ya lo suponemos todos (esperemos que ganen los buenos ¿no?). En el hangar número 30 de los estudios Sony de Los Angeles nuestro oscuro director le da los toques finales a su versión absolutamente personal de "El planeta de los simios". Han pasado unos cuantos años desde el estreno del original basado en la novela de Pierre Boulle, dirigido por Frank F. Schaffner y protagonizada por Charlton Heston, 33 para ser exactos.
Bueno, en esa geografía ficticia, Burton ha levantado Derkein, la capital del planeta de los famosos peludos.
Burton cuenta con innegables recursos. Otra vez alguien apuesta por él. En total son 300 simios los que ocuparán la pantalla del cine al cual usted, nosotros, espectadores vayamos. Liderados por un elenco ecléctico y apasionante. Primero Helena (¿la recuerda en "La mansión Howard" o "El club de la pelea"?), Tim Roth y Mark Wahlberg, aquel chico tierno pero algo estúpido de "Una tormenta perfecta".
"El planeta de los simios" es de esas películas que tienen seguidores incondicionales, obnubilados por la calidad que otros no ven ni por asomo. "¡Genial representación de los componentes de la civilización moderna!", "¡Una epopeya irónica acerca de la conformación sociológica de las capas suburbanas!". ¡Dios, qué no habremos escuchado decir desde que se estrenó!
Para otra gente es, sencillamente, una historia de monos con conductas tan humanas que dan pena. Mejor se hubieran quedado entre los árboles.
La lista de directores interesados en el proyecto es bastante variada. Se habló de Oliver Stone (ya podríamos imaginarnos los mensajes subterráneos metidos en el argumento por monitos miembros del FBI aliados a oscuros chimpancés desertores de la ex KGB que en realidad trabajan para la CIA) hasta James Cameron, pasando por Phillip Noyce y Chris Columbus.
Sus productores han aclarado que "El planeta de los simios" no será, en rigor, una secuela de "El planeta de los simios". Habrá muchísimos simios, sí, peleas entre simios buenos y simios malos, más peleas entre simios malos y humanos buenos, y quien sabe si los buenos de ambos bandos no se trencen en alguna escaramuza. En fin, no será como aquélla.
Además el querido Tim tendrá unos 100 millones de dólares para distribuir según su discreción. Otra bicoca del mundo del espectáculo. Cosas de la lucha de clases hollywoodense tecnologizado: los simios intervinientes tienen distintos niveles de tortura de acuerdo con el rol que ocupen.
Primero, los primeros: es decir las estrellas, son alrededor de 5 ó 6 y sus maquillajes les permiten hablar, comer y hasta fumar si se sacan los dientes postizos. Segundos: aquí el número llega a los 25, con bastante movilidad en las facciones aunque no tanta como los protagonistas y, finalmente, los terceros, unos 200, que tienen una máscara de mono que los asfixia.
El encargado de darle la cuota de realidad a semejante monada fue Rick Baker, un fanático de los simios. No le ha faltado oportunidad de poner en práctica su pasión, hizo los maquillajes y máscaras de filmes como "Gorilas en la niebla", "Mi gran amigo", "Greystoke" (todas de gorilas), además de "Ed Wood", "Hombres de negro" y "El profesor chiflado" (todas de tipos raros).
Alguien ya se estará preguntando, si esto no es una remake con todas las letras, ¿al menos sobrevive el personaje de Heston? Pues sí... y no. Hay un humano, el típico galancito, interpretado por Mark Wahlberg. El hace las veces del personaje aquél. Pero también habrá otros humanos: Kris Kristofferson, quien encarnará al líder de la revuelta humana y la modelo Estella Warren.
El argumento, por favor.
Corre el año 2019, el astronauta Leo Davidson (Mark Walhlberg) pilotea una nave espacial para una misión de reconocimiento rutinaria. Pero un extraño accidente en el espacio tiempo lo traslada a un planeta dominado por unos monos parlantes que dominan a los humanos. El astronauta trata de encontrar alguna explicación a este mundo al revés, mientras escapa del general Thade (Roth) y de su guerrero preferido Attar (Michael Clarke Duncan). Para revelar semejante misterio deberá encontrar un templo perdido donde permanecen ocultas todas las respuestas.
Por lo que hasta ahora se pudo ver en Internet, el filme de Burton rebosa de realismo. Los ojos desorbitados, los cuerpos fibrosos y peludos de los simios son muy atemorizantes.
En las distintas direcciones de Internet dedicadas al tema ya se pueden bajar fotografías tomadas o robadas por quien sabe qué fanático, los rostros maquillados de las estrellas (¡Ay! pobre Helena) y los limpios de Kristofferson y Estella Warren, súper sexy, con un conjuntito mínimo que apenas le cubre su torneado cuerpo. ¿Cómo habrá hecho para encontrar shampoo acondicionador en "Simiolandia"?
La escenografía y ambientación son otro rasgo convincente. Burton usó escenarios despojados para muchas de las secuencias. En rigor, el rodaje incluye una gran batalla entre simios y humanos rodada en el desierto de Trona Pinacles, cerca del Valle de la Muerte. Habrá que ver si supera a la muy humana batalla inicial de "Gladiador", el filme dirigido por Ridley Scott. Todo un récord. Simios, gorilas musculosos, caballos y humanos mal vestidos se enfrentarán en una jornada de acción al estilo medieval. Ninguna buena película de ficción se priva hoy por hoy de una de éstas.
Da un poquito de ternura verlo a Heston en los fotogramas del filme original con el rabo tapado a medias al estilo Tarzán y esa mirada inocente con la que hizo amigos simios y conquistó chicas. Estos simios de Burton serán menos obvios que sus primos de antaño. Más oscuros, más atormentados. Hijos legítimos de un padre demencial y brillante.

Claudio Andrade

   
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