Sábado 31 de marzo de 2001

Cavallo prepara el terreno para dejar el cambio fijo

  

Los gobernadores respaldaron las medidas anunciadas por Cavallo
  De la Rúa recibió a los mandatarios provinciales.
  El presidente Fernando de la Rúa aseguró ayer a los gobernadores que la Nación "tendrá especial cuidado" en que no se altere la coparticipación compro- metida a las provincias en el acuerdo fiscal de 1999, como consecuencia de la vigencia del nuevo impuesto a los débitos y créditos bancarios.
A cambio de ello, De la Rúa recibió el respaldo de los gobernadores a las medidas adoptadas desde la llegada de Domingo Cavallo para lograr la reactivación de la economía.
Por la mañana, De la Rúa conversó con la totalidad de los mandatarios de la Alianza, el jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra y el flamante interventor en Corrientes, Oscar Aguad; luego recibió al neuquino Jorge Sobisch y por último reunió a la mesa a once gobernadores peronistas y tres vicegobernadores, acompañados por un importante número de funcionarios.
Con esa sucesión de entrevistas, además de la que mantuvo con el titular del Frepaso, Carlos Alvarez , De la Rúa cerró la ronda de diálogo político que inició el con sendos encuentros que celebró con Raúl Alfonsín y Carlos Menem.
El primer paso, De la Rúa lo dio con los gobernadores de la Alianza: El catamarqueño Oscar Castillo, el chaqueño Angel Rozas, el mendocino Roberto Iglesias, el rionegrino Pablo Verani, el chubutense José Luis Lizurume, el entrerriano Sergio Montiel y el sanjuanino Oscar Avelín, además del porteño Ibarra y el interventor en Corrientes Aguad.
Los aliancistas destacaron la importancia de que los nuevos impuestos a los débitos y créditos bancarios no apuntan sólo a cubrir el déficit del Estado sino también a generar políticas para reactivar la economía "en el nivel nacional y regional".
Rozas, uno de los que ofreció la conferencia de prensa posterior, dijo que "no se habló de ajuste con De la Rúa, sino de la necesidad imperiosa de poner en funcionamiento la economía" y expresó la voluntad de que se eliminen impuestos "distorsivos", tal como propicia el gobierno nacional.
"Regreso al Chacho muy conforme por haber participado en la reunión más positiva de los últimos 40 meses", dijo Rozas antes de subrayar que "tenemos el derecho de soñar que estamos empezando una nueva etapa" en el país.
A su turno, Verani también puso énfasis en destacar la reunión con el presidente en donde "no se habló de ajuste sino de reactivación" y acotó que esta vez "no nos dijeron, como antes, que el mercado proveerá".
Poco después, el neuquino Sobisch, único gobernador que no responde a la Alianza o al PJ, informó que abandonaba la Casa Rosada siendo "optimista" por lo escuchado en el diálogo con las autoridades nacionales a las que les comunicó que su provincia es la que tiene "mejor humor entre sus habitantes".

Lo que no se habló

La mega reunión tuvo un clima "color de rosa", según el cuadro que pintado por los gobernadores y el oficialismo.
Nada se habló de la reestructuración del gasto improductivo en las provincias, de la baja de impuestos distorsivos que hoy quitan competitividad a las economías regionales, ni de los abultados presupuestos que presentan las legislaturas y el Poder Judicial en los Estados federales.
Todo eso, pareciera que pasó a la historia. Lo que antes era el principal cáncer de la economía nacional, ahora pasaba desapercibido en las nuevas conversaciones entre el presidente y los gobernadores.
Nadie supo decir de dónde saldrán los fondos para apoyar las políticas activas que exigen los gobernadores para que su producción gane en competitividad en los mercados.
Sólo se habló de política, y cada uno de los mandatarios plantearon sus problemas, sobre el falso supuesto de que las cuentas de la Nación tienen disponibilidad para enfrentar los mismos.
(DyN/AR)

El presidente dice que no siente celos por el ministro

El presidente, Fernando de la Rúa, dijo ayer que no siente celos por el protagonismo que tomó en su Gobierno el nuevo ministro de Economía, Domingo Cavallo, a la vez que buscó instalar en la población una corriente de "optimismo" para superar la crisis que atraviesa el país.
Con amplia sonrisa y semblante descansado, De la Rúa habló con los periodistas después de completar una ronda de diálogo con los líderes de los principales partidos políticos del país, banqueros, empresarios y sindicalistas, en el marco de su estrategia de unidad nacional.
El jefe del Estado enfrentó a la prensa con una apariencia muy diferente a la que mostró semanas atrás, cuando varios colaboradores admitieron que su estado de ánimo había caído a causa de sucesivas crisis políticas que le forzaron a hacer múltiples cambios en el Gabinete.
Incluso, el ex presidente Carlos Menem quien el jueves tuvo un encuentro con el gobernante, comentó ayer que notó a De la Rúa con una evolución positiva en su ánimo e, incluso, mencionó que "hasta el rostro le ha cambiado".
"La confianza de la gente, el optimismo que percibo en la sociedad es lo que me hace ver que vamos por el buen camino", destacó el presidente. De la Rúa dijo que Argentina dio un ejemplo al mundo con la "extraordinaria" respuesta que encontró de la clase política a su llamado a la unidad.
   
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