Sábado 24 de marzo de 2001 | ||
El Senado se aprestaba a votar la primera parte de la ley |
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En medio de las presiones del gobierno, el Senado debatía la primera parte del proyecto de la ley de competitividad que crea un impuesto sobre las cuentas corrientes. El oficialismo pretendía que también aprobaran las facultades especiales. Moreau lanzó críticas. |
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El Senado se aprestaba anoche a votar y convertir en ley la primera parte del proyecto de la ley de competitividad, que crea un impuesto sobre las cuentas corrientes y obliga a pagar con cheques las operaciones comerciales en efectivo superiores a mil pesos. Sin embargo, desde el gobierno se presionaba a los senadores para que también aprueben las facultades especiales que reclama el Ejecutivo. La sesión comenzó pasadas las 17 y se prevé que se extienda hasta después de medianoche con un debate que no solo está centrado en la iniciativa puesta en consideración, sino también en un eje clave del proyecto original como lo es la delegación de facultades legislativas. La iniciativa analizada por los senadores crea un impuesto de hasta un 6 por mil a aplicar sobre los débitos y créditos en cuentas corrientes bancarias, con excepción de las cuentas correspondientes al Estado Nacional, misiones diplomáticas y las entidades reconocidas como exentas por la DGI. La recaudación de este impuesto queda afectada a la creación de un Fondo de Emergencia Pública que administrará el Poder Ejecutivo con destino a la preservación del crédito público y la recuperación de la competitividad de la economía. Además, prohíbe pagar en efectivo las operaciones superiores a mil pesos y se eliminan las sanciones que disponía el Banco Central contra los cuentacorrentistas, "en particular de inhabilitación", por el libramiento de cheques comunes o de pago diferido sin fondos o por la falta de registración de cheques de pago diferido. A pedido del justicialismo, se incorporó durante su tratamiento en Diputados un artículo que establece que se garantizará los fondos con asignación específica, como el subsidio al tabaco, al gas y a las naftas patagónicas y acuerdos especiales que deberán cumplirse tal cual fueron pactados entre las partes. El miembro informante del oficialismo, el radical Juan Carlos Altuna, señaló que "hablar de gavámenes no nos hace felices, pero igualmente debemos considerar este proyecto de ley, que es una herramienta fiscal que el gobierno necesita en muy breve plazo". Moreau, el más crítico Con una postura más crítica, el bonaerense Leopoldo Moreau dijo que "el gobierno y el justicialismo estuvieron mezquinos en la conformación de este denominado gobierno de unidad nacional". "Somos concientes de la crisis que vive la Argentina y por eso esta Cámara da una respuesta en menos de 24 horas sobre el problema de liquidez de caja que tiene el país, aunque mis números sobre la posible recaudación no coinciden con los del senador Altuna", agregó. Los dos políticos con mejor imagen El gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf es el político que cuenta con mayor imagen positiva, seguido por Domingo Cavallo, según una encuesta de Hugo Haime y Asociados. El sondeo indica que el presidente De la Rúa es el dirigente con el porcentaje negativo más elevado. Mientras el mandatario bonaerense logra el 63,2% de imagen positiva y a la vez, la menor cantidad de opiniones negativas (32,9), Cavallo obtuvo el 45,1 a favor y el 47,8% en contra. La encuesta fue realizada en la Capital y Gran Buenos Aires. De la Rúa sólo logra el 25,8% de consideraciones positivas y el 73,2 negativas. |
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