Martes 20 de marzo de 2001 | ||
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Confianza externa y consenso interno |
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Sólo con nombres propios, el mercado no reacciona. La dupla López Murphy-Cavallo no pudo torcer el pesimismo que ayer invadió a los operadores financieros. La Bolsa porteña cayó ayer cerca del 2% y el riesgo país superó la barrera de los 1.000 puntos básicos. Para hoy, se esperan muchos cambios. Las expectativas generadas el fin de semana pasado por el ministro de Economía fueron fagocitadas por la inacción política y las contradictorias señales que salen desde el gobierno de la Alianza. "No hay ministro que aguante si el Ejecutivo no define un norte y se compromete a mantenerlo", sentenció un ex funcionario ligado a López Murphy en diálogo con "Río Negro". Estas quejas apuntaban esencialmente a la quita del apoyo político del presidente De la Rúa al plan de ajuste anunciado por el ahora ex ministro hace tan sólo 72 horas. La actitud debilitó la imagen de López Murphy, ya que ayer tuvo que reconocer que el equipo económico estaría dispuesto a revisar algunas de las medidas anunciadas el viernes pasado. Luego de ello, vino la renuncia. El ingreso de Domingo Cavallo al gabinete nacional busca revertir la debilidad que hoy presenta el Ejecutivo, apuntando a: * Consolidar la imagen del gobierno hacia el exterior. Para poder llegar a generar confianza entre los operadores internacionales, el ex ministro Cavallo necesitará mucho apoyó del sector político. Analistas financieros coinciden en señalar el error que fue permitir, en este momento, el alejamiento de los técnicos de FIEL del gobierno. Cavallo con un rígido esquema de poder, en el ala política y económica, estaría en condiciones de sentarse a conversar con los organismos internacionales y replantear una refinanciación de la deuda pública tal como lo hizo en el "92. Esta posibilidad permitiría disminuir drásticamente los compromisos financieros del país. Este "ahorro" sería destinado a la baja de impuestos para reactivar la economía de la mano del sector privado. * Generar consenso interno para recomponer el poder político que ostentaba el gobierno antes de asumir. Cavallo sería un buen interlocutor del Ejecutivo ante los tres gobernadores del PJ: José Manuel de la Sota, Carlos Reutemann y Carlos Ruckauf. Un acuerdo político con este sector del justicialismo, sería la llave que tendría el gobierno para convalidar los ajustes en el Congreso y, con mucho esfuerzo, dar vía libre al artículo 76 de la Constitución, que le permite al Ejecutivo tener autonomía para definir nuevas medidas y modificar leyes sin que pasen por manos de los legisladores, como puede ser el caso la Convertibilidad, ley sancionada en abril de 1991. |
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