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Martes 20 de marzo de 2001 | |
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Mercados inquietos: tasas al 40% y riesgo país arriba de los 1.000 puntos |
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Los plazos fijos llegaron a pagar por 30 días una tasa superior al 25% anual. |
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| BUENOS AIRES.- La indefinición del presidente Fernando De la Rúa en dar soporte político al equipo económico gestor del plan de ajuste -cuya renuncia fue aceptada ayer- , y la demora en conformar su nuevo gabinete, operaron ayer como un detonante de una mini-corrida en la City porteña. Mientras el jefe de Estado se esforzaba por dar señales de gobernabilidad en el discurso brindado ante la Asamblea del BID, los mercados financieros le daban la espalda e iniciaban una huida en estampida. Así, la tasa de riesgo país superaba largamente los 1.000 puntos básicos, según el indicador del MBA, las tasas de interés en el mercado del Call se catapultaban hasta el 40 por ciento anual, y Standar & Poor"s dejó trascender que bajará la calificación de la deuda soberana del país. Paralelamente, creció de manera inusual la demanda de dólares y muchos certificados de depósitos no se renovaron por temor a cambios en la paridad. Los bancos, intentando contener está "minicorrida", apelaron a lo que ya es natural en la City: subir la tasa de interés sobre los plazos fijos. Es así que ayer se llegaron a pagar cerca del 25% por cifras superiores a 50.000 pesos sobre plazos fijos a treinta días. Con este recalentamiento de la economía, muchos bancos suspendieron, a partir del medio día, la venta de dólares al público a la espera de nuevas señales en el mercado. Pese a la fuerte demanda de dólares, la moneda norteamericana se ubicó ayer en un máximo de 1,04 por peso. "La corrida cambiaria no modificó para nada la tendencia a futuro del precio del dólar. Esto muestra que hay confianza entre los inversores y que la convertibilidad, por ahora, no se toca", confió un operador porteño, ante una consulta telefónica de "Río Negro". Por otro lado, en Nueva York los bonos de las "economías emergentes" también acusaron el golpe de la crisis argentina, con bajas generalizadas, mientras que en el Brasil el real llegó a tocar las 2,25 unidades por dólar. Versiones En medio de un panorama complejo, con huelgas, marchas y cortes de rutas, el jefe del Estado confirmó ayer a la mañana que "se incorporará el doctor Domingo Cavallo" a su gabinete y que "Ricardo López Murphy seguirá siendo el ministro de Economía". Pero a media noche de ayer, todo cambió y otra vez quedaba sin definición quién se haría cargo de Economía. Por la tarde, antes de partir desde Chile, puso en duda la llegada de Cavallo a su gabinete: "es una posibilidad cierta". En todo momento, De la Rúa apuntó a despejar las mismas dudas que sembró el domingo en su discurso al país, respecto del peso de la deuda externa y dijo: "nuestro país siempre ha honrado y honrará la deuda, sin dudas ni cuestionamientos. Se mantendrá la convertibilidad y no será alterado el actual régimen monetario", expresó. Además, en otro intento por calmar al sector financiero aseguró que "la autonomía del Banco Central será respetada" y en referencia a los cuestionamientos al titular de la entidad, Pedro Pou, sostuvo que "la Argentina no es, no ha sido, ni será un centro de lavado de dinero". En tanto, López Murphy intentaba solidificar su posición como ministro de Economía, ante el supuesto ingreso de Cavallo como jefe de Gabinete, pero nada pudo hacer al respecto. "Naturalmente, la responsabilidad de la política económica está en el titular del Palacio de Hacienda, eso queda muy claro, pero en ningún caso eso se ha hecho sin consulta al jefe de Gabinete. Es natural que así sea", señalaba el ahora ex ministro intentando descomprimir la situación, al medio día de ayer. Sostuvo que es "un dato positivo" la convocatoria al líder de Acción por la República, aunque dijo que su ingreso "forma parte del esfuerzo de ir a un gobierno de unidad nacional". A pesar de ello, el ex titular del Palacio de Hacienda no pudo asegurar su continuidad bajo cualquier contexto al afirmar que "voy a hacer mi contribución en la medida en que eso sea posible". "Con un gobierno de unidad nacional y con el artículo 76 de la Constitución (que otorga mayores poderes al jefe de Gabinete) sería posible plantearse más márgenes de libertad para llevar adelante las medidas", agregó. Reconocía ayer también que existe inquietud en los mercados internacionales por la crisis política y económica que afecta al país, pero dijo que desaparecería cuando el presidente De la Rúa constituya su nuevo gabinete. El ex ministro insistió en que el plan de ajuste fiscal era la única opción para sacar a la Argentina de la recesión y recuperar la confianza de los inversores."No hay alternativas", fueron sus últimas palabras como funcionario. |
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