Domingo 11 de marzo de 2001

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La sangre que se hizo libro

 

La muerte entre las sombras en Mar del Plata

 
  La muerte ronda una Mar del Plata desconocida y siniestra, en la que varias prostitutas son asesinadas y descuartizadas por un asesino serial, mientras un vidente -que se autoflageló quitándose los ojos- es quien descubre lo que otros no quieren reconocer.
Quien nos interna en esta trama de horror y locura es Carlos Balmaceda, que con precisión de cirujano, describe en su libro "La plegaria del vidente" (Editoral Planeta), una historia policial de ribetes insospechados.
El autor manifestó que "la idea del libro es una ficción con ajuste a la realidad, porque ambas forman parte de una misma dimensión", y se retrotrae al caso de las prostitutas asesinadas en la "Ciudad Feliz", que se constituyeron en el punto de partida de su obra.
"Quería contar una historia muy fuerte; alguien que mata mujeres, las descuartiza, las hace desaparecer y no se sabe qué pasa. Es una manera de poner en crisis nuestra relación con la realidad", dice Balmaceda.
El autor tiene la intención de que su libro sea visto como un mensaje para despertar a la sociedad hacia una visión concreta y fehaciente de la realidad.
"La verdad se relaciona con la libertad y la dignidad de la persona. Mi intención es averiguar si podemos vivir envueltos por la mentira sin saber lo que pasa", explica.
Para lograr este efecto, Balmaceda realiza un atrayente thriller policial y psicológico en el que los personajes -todos seres tortuosos y sin destino- confluyen en situaciones límite encerrados en la claustrofóbica geografía de una Mar del Plata perniciosa en la que conviven prostitutas, policías corruptos, gente de mala vida y un asesino implacable.

Ciudad tenebrosa

Balmaceda es consciente de que ingresa en un terreno escalofriante, y no es casual que elija el balneario por excelencia de los argentinos, del cual es oriundo, porque, como él mismo dice, "se trata de una cara tenebrosa de la Ciudad Feliz, que es una especie de ícono nacional, una terraza de todos, donde sin embargo ocurre de todo aunque no se lo vea".
La historia comienza con el descubrimiento del cuerpo sin vida de una prostituta uruguaya al costado de una ruta, de la que nadie tiene información. Ahí se empieza a perfilar el laberinto en el que ingresan los personajes, cada uno con su interés particular de ocultar o semiocultar las causas.
El "cómplice" del lector, y eventual relator de los acontecimientos, es un vidente con una historia familiar cargada de infortunios, quien será el único que logre descubrir al verdadero asesino, un hecho que va a sellar su destino para siempre.
"A través de este personaje el lector descubre todos los matices de la historia -dice el autor-, y en él traté de traslucir una metáfora sobre lo que sucede con aquellas personas que "ven" la realidad; no es fácil querer "ver" la realidad, hay mucha mentira... y el costo social es muy alto".
El asesinato en serie logra conmover a Balmaceda, hasta el punto de describir al criminal "como un artista que en lugar de utilizar pinceles, se vale de cuchillos para realizar su obra. Este tipo de asesinos cree que está haciendo una venganza de orden casi sagrado, según me comentó un psiquiatra", dice.
Durante la lectura, se observa con claridad cómo el asesino cuenta su historia en cada cuerpo que mutila.
"Tienen sus estilos, sus juegos. Son tan sádicos que parecen increíbles", describe Balmaceda.
La historia se resuelve en las voces que se apagan, que se internan en una noche más profunda y silenciosa que aquella que aparece descripta en las letras de molde: sólo al lector le cabe descubrir la verdad y es él, y solo él, quien se sorprenderá por un final tan enigmático como inesperado.
Balmaceda es un digno continuador de lo mejor de la novela policial, en la línea de autores tan reconocidos como Truman Capote y su maravilloso "A sangre fría" o nuestros connacionales Ricardo Piglia con "Plata Quemada", o Rodolfo Walsh y su "Operación Masacre".
"Traté de construir un policial en el que el estilo del relato sea tan atractivo, o más, que la historia que se cuenta. Aproveché la tradición muy buena del policial para incorporar diversos elementos", manifestó.
"La plegaria del vidente" es la primera incursión de Balmaceda en el género policial, luego de haber publicado, entre otros, "El condenado Angelo Cuoso y su papagayo Hamlet", una historia que incursiona en el realismo mágico. (Télam)

Alejandro San Martín

   
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