Cerro Chapelco
 
  A solo 20 km de San Martín de Los Andes, el Cerro Chapelco tiene uno de los centros más importantes de esquí de la región. También ofrece actividades durante el verano incluyendo golf en la cancha más elevada del país.
 
 

El cerro Chapelco se desprende de la Cordillera de los Andes y está ubicado a 20 km de San Martín de los Andes, con una altura de 2433 m. Su nombre significa “agua hasta el cuello”.

El cerro fue elegido por Federico Graeff como el más apto para impulsar la práctica de deportes invernales en 1946.

 

Para llegar al cerro se bordea el lago Lácar por la ruta nacional 234; luego de 15 km. y tomando por la ruta provincial 19, se accede a la base del cerro Chapelco, pudiendo ascender en telecabina hasta una confitería a 1600 m. desde donde se observa una excelente panorámica de la cordillera y del volcán Lanín.

 

El cerro Chapelco tiene bien ganada fama como centro de esquí familiar. Al mismo tiempo, ofrece diversidad de opciones para quienes gustan de la adrenalina sobre las tablas.

 

El complejo se abre al visitante desde su la base, conformada por una plaza en torno de la cual se ofrecen las atenciones al cliente: desde restaurante y confitería; hasta estación de boleterías; alquiler y reparación de equipos; guardaesquíes y secabotas; cajero automático, estacionamiento e informes y todo lo que se necesita para empezar la jornada en la montaña.

Desde allí se operan las telecabinas, que sirven tanto a los esquiadores y surfers como a los peatones, que prefieren disfrutar del cerro sin necesidad de calzarse esquíes.

Desde la base hasta los 1.700 metros sobre el nivel del mar, se puede disfrutar de la peculiar paz del bosque, en paseos con raquetas o aventurarse sobre las tablas, aunque siempre siguiendo las recomendaciones de seguridad y el consejo del personal de patrulla. 

 

En el 2007 se incorporó la  silla cuádruple desembragable, que se monta en el mismo lugar en que estaba la antigua silla doble Rancho Grande. Este moderno medio de elevación realiza el total del recorrido en menos de 7 minutos, reduciendo a la mitad el tiempo del trayecto y duplicando, al mismo tiempo, la cantidad de remonte de esquiadores.

 

Los pases se pueden conseguir en oficina de atención al cliente en San Martín de los Andes, o  telefónicamente.

 

En cuanto a la seguridad en el Chapelco funciona un destacamento móvil con seis agentes y un oficial que está ubicado en la base pero con recorridas sobre todas las pistas habilitadas e instalaciones de uso público del complejo.

 

·Otras Actividades Invernales

 

Dentro de las actividades de invierno -además del esquí- se pueden realizar paseos por el bosque en raquetas de nieve, en motos de nieve, o en trineos tirados por perros.

 

 • Calendario de Eventos

Durante la temporada invernal en el cerro se  puede disfrutar de la “Fiesta Blanca”; la Fiesta del Montañes, con sus concursos de hacheros, hacheritos y motosierristas; la competencia de esquí Memorial Federico Graef; el Tetratlón Chapelco con exigentes circuitos de mountain bike, canoaje y running; el Campeonato de Polo en la nieve, el Slalom Gigante, y otras actividades que se organizan en el cerro para disfrutar de la nieve.

 Recomendaciones Para Disfrutar la Montaña

Para los que por primera vez llegan a la cordillera en plan de vacaciones en la nieve, es propicio seguir algunas recomendaciones con el fin de garantizar el placer en la montaña y así evitar molestias o inconvenientes. Uno de los momentos claves es la prueba de los equipos que se alquilan para la práctica del esquí alpino. El turista debe tomarse su tiempo y no apresurarse en esta instancia al seleccionar el equipamiento. Lo recomendable es seguir las indicaciones y responder acertadamente a las preguntas de quienes realizan las pruebas de equipos. El tobillo  y el pie no deben tener movimiento alguno con la bota ajustada, pero los dedos deben tener una cierta movilidad y no quedar comprimidos por este rígido calzado.

Otra instancia importante es la regulación de las fijaciones de las tablas de acuerdo con la bota elegida. El responsable de la atención del local de alquiler debe saber en forma fehaciente el nivel de esquí del cliente y de esta forma las fijaciones de las tablas se ajustarán a la experiencia que tenga este en la nieve.

Los accesorios no sólo deben ser pensados en función de la moda. Un gorro resulta vital, ya que la mayor pérdida calórica del cuerpo humano en la montaña o en bajas temperaturas, se produce en la cabeza. Al protegerla se asegura una menor pérdida de calor en todo el cuerpo. Los anteojos oscuros y antiparras son imprescindibles por el intenso reflejo de la luz en la nieve. Sin  ellos podrían producirse lesiones en la retina o en la córnea.

Ya en el centro de esquí hay que seguir las recomendaciones del os pisteros o patrulleros, no esquiar fuera de las pistas sin darles previo aviso y no tratar de encarar una ladera que supere el nivel de esquí que se ha logrado.

Si se llega en automóvil al centro de esquí es vital el líquido anticongelante ya que debido a las bajas temperaturas en el estacionamiento donde permanece el auto durante las horas de espera están por debajo de cero grado.  

·Gastronomía en el Cerro

Dentro de gastronomía del Cerro Chapelco hay una variada oferta entre los siete refugios que funcionan  y ofrecen sus servicios de restaurante y confiterías, que abarca desde los clásicos chocolates hasta los ahumados.

Se ofrecen variedad de opciones: el restaurante de la base ofrece almuerzos, cafetería, cabinas telefónicas y kiosco; para chocolates calientes y reposteria la Abuela Goye es una de las típicas opciones.

El restaurante Antulauquen, en la plataforma 1600 ofrece comidas de montaña, fst food, cafetería, cabinas telefónicas y kiosco.

En el Refugio Graeff hay pizza, comida de montaña y parrilla, repostería casera y barra de tragos al aire libre, siendo Pradera del Puma otra opción para las pizzas.

El  Rancho Manolo es otra de las opciones con restaurante y cafetería junto a La Brava.

Si prefiere fondues, encontrará alternativas en La Casita del Bosque, en la base del cerro. 

•  Escuela de Esquí

La Escuela de Esquí y Snowboard Chapelco cuenta con unos 130 instructores, que en el segmento de temporada alta llegan a más de 150. Los cursos son semanales, para adultos y menores. Las clases colectivas para adultos tienen una duración de 90 minutos por la mañana y otros 90 por la tarde. Las clases colectivas para menores tienen a su turno una duración de 120 minutos por la mañana y otro lapso igual por la tarde. Los más pequeños pueden acceder a la “Junior Academy”, de día completo, que incluye el almuerzo con un instructor.

 

Durante la instrucción se adquieren las herramientas básicas que luego permitirán el descenso desde cualquiera de las pistas fáciles de la montaña. Primero se pasa por una adaptación elemental al equipo (tablas, botas, fijaciones, etc), luego se continúa con una adaptación a la sensación del deslizamiento. Sigue la famosa práctica de la “cuña” (en esquí), para controlar la velocidad, y para hacer cambios de dirección. Y por cierto, se aprende y se practica a interpretar el terreno para dominar los esquíes.

Para los más chicos también están el “Club Infantil”, para niños de 3 meses a 3 años y el “Jardín de nieve”, para niños de 3 a 5 años en cota 1.600., ambas tienen clases grupales, tickets de medios y almuerzo.

 

En el Cerro Chapelco se destacan las ofertas de la Escuela de Freestyle de esquí y snowboard. Los “freestyle camps” ofrecerán lo necesario para mejorar la técnica; desde los trucos en pista y en el park. Un equipo de riders especializados enseñarán a los turistas interesados en esta modalidad, los secretos para que aprendan desde los movimientos básicos hasta los más técnicos.

 

También hay un local de alquiler de equipos donde se pueden acceder a esquíes, snowblade, snowboards, lockers, y un taller de reparación de estos elementos.

  • Motos de nieve
En el cerro Chapelco uno de las actividades que se ofrece para disfrutar de la nieve es el “snowtrip”, que es un deporte de aventura donde montado en poderosas motos para nieve le dan otro matiz a las recorridas por la montaña.

El servicio se contrata en la plataforma 1.600, con guía, y ofrece diversas opciones. El circuito del bosque, con media hora de duración a través de las milenarias lengas. Otra alternativa es el traslado a Pradera del Puma, una increíble ascensión fuera de pista por un macizo de vegetación virginal. “Pradera” se domina una increíble vista de la cordillera.

 

 • Trineo

El paseo en trineo es una modalidad ha ido ganando espacio en los diversos centros de esquí de la Argentina, aunque se reconoce que su origen es centenario en el hemisferio norte. Se trata de los trineos tirados por perros, una actividad de la que Chapelco está plenamente orgulloso, con la participación del especialista Pablo German.

Es una oportunidad de recorrer bosques nevados, sobrecogedores en el silencio y la belleza, montados en los trineos tirados por siberian huskyes.

El recorrido inicia en la plataforma 1.600, donde se ubica la “Casita de los Huskyes”, para discurrir por un estrecho sendero hasta internarse en pleno bosque. Se realiza acompañado de guías especializados, quienes refieren las características de los perros, sus peculiaridades y orígenes, y el sitio por el que transcurre el paseo en cada momento. La tarifa es de 35 pesos y el paseo tiene una duración aproximada de 20 minutos.

 

 Snowboard
Para los amantes del snowboard, el cerro Chapelco cuenta con un “Perímetro Terrain Park”, ubicado sobre la cota 1.790, a un lado del nuevo refugio Graeff. Conviene señalar que el funcionamiento de este sector depende de la cantidad y calidad de nieve en cada momento, por lo que se sugiere preguntar en el sitio de informes de la base o al personal de control de la montaña. En condiciones óptimas, el “Perímetro” cuenta con rampas de nieve, con entrada y salida y tres saltos de dificultad baja, media y avanzada. A su vez, cada uno de los niveles está compuesto por cuatro saltos, desde la cota superior a la salida del parque.

El snowboard tiene técnicas distintas al esquí y hasta los instructores son diferenciados ya que se dice que hay un mundo de distancias entre una y otra modalidad. El sólo hecho de mantener los pies separados -en esquíes- o ambos unidos a una misma superficie -en snowboard-, implica toda una diferencia en las técnicas de enseñanza y dominio de la tabla, así como en la resolución de las distintas alternativas que ofrece el terreno de deslizamiento.

 • Las Pistas 

 

 

Chapelco cuenta con diez medios de elevación y arrastre: Telecabina, Silla Triple, Silla Doble, Silla Cuádruple Graeff, Silla 63, Silla del Mallín, Filo, Lift del Palito, Lift del Puente y T-Bar de la Pradera.

 

La cota máxima es de 1.980 metros sobre el nivel del mar, con 140 hectáreas esquiables y un desnivel de 730 metros.

 

En total hay 31 pistas, con una longitud máxima de 5,3 kilómetros, desde el tope de la aerosilla cuádruple del Mallín por Travesía y hasta El Mocho, pista de la Pradera y combinaciones hasta la base.

Otra alternativa de largo recorrido es bajar desde el top del Poma del Filo y Pioneros, con 3,4 kilómetros. Las pendientes van desde los 20º a los 45º. Hay pistas verdes o fáciles, azules o de dificultad media, rojas difíciles y negras de alta exigencia. 

• Turismo Refugio Graef.

En la cota 1.750 metros de Chapelco, cerca del desenganche de la silla cuádruple que asciende desde la estación intermedia, se levanta un viejo refugio que forma parte del patrimonio histórico y arquitectónico de San Martín de los Andes. Se trata del Refugio Graef, que fuera construido con troncos en las épocas iniciales del esquí en Chapelco hace casi medio siglo.

Su torreta emerge de la nieve y su figura es emblemática de las actividades invernales de San Martín de los Andes.

El nombre recuerda a Federico Graef, quien fuera uno de los pioneros de Chapelco, y cuyo nombre también se refleja en una de las tradicionales carreras con puntaje FIS que se desarrolla en las pistas de este centro de esquí.

 

Federico Graef fue ingeniero y su llegada a la Patagonia se debió a la búsqueda de agua en Comodoro Rivadavia, pero en vez de agua se encontró con petróleo. Tras su labor en el Chubut, Graef se radicó en San Martín de los Andes y a fines de décadas del 40, principios del 50, comenzó a acercarse a Chapelco y propulsó notablemente el desarrollo del esquí en esta localidad cordillerana.

 

Otra de las maneras de acceder al viejo refugio Graef es a través de la silla doble cuya salida se ubica a 1.350 metros de altitud, tras el desenganche de la triple que parte de la base.

Una comisión de residentes de San Martín de los Andes lleva adelante indigentes tareas con miras a la restauración de este refugio, dado su valor histórico y arquitectónico y su profundo significado en el contexto de una comunidad con un neto perfil turístico.

 

·Verano

El cerro se convierte en un atractivo lugar para la práctica de disciplinas comprendidas dentro del turismo no convencional, como el andinismo, cabalgatas, arquería, paseos en bicicletas de montaña, caminatas y en vehículos 4 x 4.

 

·Golf

En el año 1996 se inauguró la cancha de golf más alta del país, ubicada a 1250 metros de altura sobre el nivel del mar y con una visión plena de las cumbres cordilleranas, y con un trazado de seis hoyos, que fue proyectada por los amantes del golf de la localidad con la colaboración de Héctor “Pichín” Torres. Chapelco Golf Resort

El Chapelco Golf Resort fue inaugurado en febrero de 2006 y es uno de los emprendimientos turísticos de capitales enteramente privados más importantes de esta región cordillerana. La superficie total es de 226 hectáreas, que comprende una cancha de golf de 18 hoyos y par 72, que fue diseñada y construida bajo las normas de la United States Golf Association, con el co-diseño de los Nicklaus. Es a su vez un entramado residencial con un loteo periférico –ya tiene 300 propietarios– que permitió financiar la totalidad del proyecto, a partir de la constitución de un fideicomiso.

Chapelco Golf y Resort se ubica a 18 kilómetros de San Martín de los Andes, a la vera de la ruta 234 y a unos 4.000 metros del aeropuerto regional, en el nacimiento del Cordón Chapelco. Allí nació en 1918 la Estancia Chapelco, que la familia Taylor adquirió como campo de pasturas para cría de ovinos.