El comienzo del trayecto se desarrolla sin demasiadas dificultades, con algunas subidas marcadas. Luego se atraviesa un bosque y se puede visualizar la vegetación típica de montaña. El camino va tornándose sinuoso, y se llega hasta la llamada "piedra de descanso". Luego el camino se bifurca, hay que seguir por la izquierda, seguir caminando hasta cruzar el arroyo López, y finalmente llegar al Refugio. Se pueden realizar caminatas por los alrededores y escalar algunos de sus picos Filo Norte, La Hoya, Lurhs, entre otros. Cuando el ascenso se lleva a cabo en vehículos 4x4 se debe caminar hasta el refugio, situado a 1.620 metros de altitud, con panorámica vista hacia la zona de Llao Llao y el lago Nahuel Huapi. Los paseos pueden ser de jornada completa, de tarde e incluso por la noche, en el marco de una típica cena de montaña. En todos los casos los visitantes son transportados en camionetas Land Rover Defender hasta el Refugio Roca Negra y luego hasta el playón de estacionamiento. Desde allí un corto trekking permite acceder hasta el refugio, el más grande de los que se encuentran en la región del Nahuel Huapi. La excursión de jornada completa incluye el almuerzo, una fondue, y por la tarde se pueden degustar deliciosas tartas de frutos rojos: frutillas, grosellas y cerezas, preparadas en cocina a leña. En ambos casos los visitantes pueden acceder hasta la nieve, bajo la supervisión de los guías del grupo. También se realiza la caminata por el “Sendero de Los Carpinteros”, en el cual es frecuente escuchar y ver a los pájaros de cresta roja buscando insectos sobre las lengas ya maduras. En los años 70 y 80 esta excursión se vendía a diario, a la par del paseo a Pampa Linda y la navegación a Isla Victoria. Se podía ascender en colectivos y vehículos particulares, comercializandose en todas las agencias de viajes y turismo. El refugio pertenecía a la familia Sonntag, la cual lo administraba bajo la tutela del Club Andino Bariloche y se ocupaba del mantenimiento del camino de acceso. Había días con más de 100 vehículos en el amplio playón de estacionamiento en la Cruz del Soldado. Sonntag vendió el refugio a la empresa Olympus S.A. y durante varios años el lugar se destinó al turismo estudiantil en viaje de egresados. El camino se deterioró y sólo es apto para vehículos doble tracción. A partir de este verano la excursión es operada por el concesionario del refugio, el cual volvió a comercializarla en las agencias de viajes de esta ciudad. |