Muy cerca de la ciudad de Neuquén
Flotadas sobre el Limay
 
  Una suave, placentera y silenciosa flotada sobre las aguas del río Limay, permite el avistaje de aves.
 
  Apenas a 4 km viven 200.000 personas, pero aquí, en una pequeña laguna, hay cero bullicio urbano y una fiesta de imágenes. Sebastián, el guía, pide parar la charla y remadas cortas y silenciosas para no espantar a los habitantes de este pequeño paraíso en el Delta de la Confluencia.

La balsa se desliza sobre la suave corriente con sus seis ocupantes, todos sentados en el borde con los salvavidas reglamentarios puestos.

Paradas sobre los sauces, unas diez garzas blancas otean el horizonte y se aprestan a volar ante la presencia de la embarcación invasora. Una garza mora, de pelaje más oscuro, vuela de orilla a orilla con un movimiento de alas lento y deslumbrante. Cada tanto emite un sonido grave que de noche, dicen, es capaz de asustar al más valiente. Un grupo de gallaretas carretean sobre el agua con pasos apurados que dejan una estela: buscan una posición más segura. También los patos, que sí pueden volar y pronto surcan la zona en formación. Más arriba, los jotes observan el panorama. Abajo, una pareja de hualas, con su cuello largo y su casquete se sumergen: “Son excelentes buceadores y pescadores”, cuenta “Seba” Rivanera, a cargo de la expedición.

La laguna es el punto más alto, pero hay mucho más para observar en esta flotada que comienza en el balneario Río Grande, a orillas del Limay. El avistaje de aves es una de las claves del paseo: cuervillos de cañada, jilgueros, benteveos, chimangos, teros y muchas más viven en el bosque ribereño. La flotada concluye en la Confluencia, allí donde el Limay y el Neuquén suman sus caudales y dan vida al río Negro. Un brindis con un mensaje de preservación de la naturaleza en el complejo recreativo Playaventura ( www.playaventura.com) es el punto anterior al final, que se produce luego de una breve flotada de otros 15’ hasta la isla Jordán. En total, alrededor de tres horas y media de una excursión diferente, que vale la pena experimentar.

Lo organiza Sendas Patagónicas y cuesta 50 pesos por persona, aunque si se trata de grupos se puede salir en dos balsas y reducir los costos.

Más info: 0299 4775909;
e-mail: info@sendaspatagonica.com