El parque está ubicado en el sudoeste de la provincia de Neuquén, cubriendo una extensión de 395.000 hectáreas, de las cuales 194.600 corresponden al parque, y el resto a los tres sectores de la reserva.

Según algunos autores su nombre proviene del vocablo araucano “lanlil”, que significa ‘roca muerta’, apoyando la creencia de los mapuches que creían que las entrañas del volcán eran habitadas por espíritus.

Con una altura mínima de 630 metros sobre el nivel del mar, la mayor elevación está dada por el volcán que le da el nombre al parque. Este volcán tiene una altura de 3776 metros sobre el nivel del mar, está rodeado de pehuenes, raulíes y coihues. En sus inmediaciones el jesuita Rosales fundó una reducción en 1653, aproximadamente.

El Parque alberga 24 profundos lagos de origen glaciar, el mayor de estos es el Huechulafquen, y, salvo la cuenca del lago Lácar, que desemboca en el océano Pacífico, las demás drenan en el Atlántico a través del río Negro, teniendo al río Collón Curá como colector principal.

La flora del parque está constituida por varios tipos de árboles como el pehuén, raulí, roble, colihue, lenga, pellín y ciprés y arbustos como el notro, espino negro, retamo, maqui, entre otros. Dentro de su fauna están los animales autóctonos como el puma, el huemul, pudú o venadito, y también se han introducido el jabalí y el ciervo colorado. Entre las aves se destacan el carpintero de cabeza colorada, zorzal patagónico, garza blanca grande, el pato argentino, gallareta, cóndor y cotorra patagónica.