El mencionado informe destaca que sus principales lineamientos son:

Desarrollo regional: Deben ser considerados en las estrategias territoriales para la mejora de la calidad de vida de sus habitantes garantizando el acceso a bienes y servicios ambientales a perpetuidad.

Conservación: Tienen como objetivo prioritario la conservación de sus valores naturales y culturales y de los procesos que los sustentan. Se mantendrá un sistema de seguimiento del estado de la biodiversidad y/o de valor especial. Se incorporarán los conceptos de “Restauración ecológica”, “Compensación Ambiental”, “Mitigación” y “Servicios Ambientales”.

Asentamientos Humanos: Priorizarán las relaciones con las poblaciones rurales, propietarios y pueblos originarios presentes en los ENP o en áreas contiguas, contribuyendo a impulsar usos o actividades sustentables.

Comunidades indígenas: Promoverán el fortalecimiento del vínculo con los pueblos originarios en lo que respecta a la temática de legislación, territorialidad y manejo de los recursos naturales. Atenderán las demandas de estos pueblos, los que tendrán un rol protagónico en las áreas que habitan, a través del “co-manejo”, es decir un reparto de responsabilidades y competencia y una clara definición del ejercicio de la autoridad pública y de las pautas de uso y manejo de los recursos que surgen del saber ancestral de las comunidades.

Uso Público: Organizarán el uso público bajo criterios de recreación y turismo sustentables, conjugando de manera armónica los principios relativos a la defensa de los derechos del consumidor, la lealtad comercial y la eliminación de toda forma de discriminación. Tenderán a convertirse en un modelo referencial sobre la forma de integrar el uso público a las estrategias de conservación in situ.

Educación Ambiental: La interpretación del patrimonio, como herramienta educativa, se convertirá en la principal actividad interactiva entre la comunidad y los ENP.

Investigación: Se fomentará activamente la investigación vinculada con la resolución de los problemas de manejo o para detectar componentes y comportamientos claves para la conservación de los ANP.

Planificación: La planificación de los ENP deberá adoptar criterios de interdisciplina a través de la adopción de modelos de gestión amplios, participativos e interactivos que comprenda a todos los sectores del conocimiento.

Protección: La protección es una de las herramientas que sustentan la conservación y se basará en el principio de prevención, de respeto a los visitantes y a la buena fe en las relaciones con la comunidad.