Las ruedas de madera atravesaban ruidosamante las fétidas y anegadas calles de guijarros desparejos. Unos carruajes cargaban cuerpos vencidos por la peste y otros transportaban los engalanados y asustados cuerpos de la burguesía y la monarquía que huían de aquel destino. En Europa, las enfermedades habían encontrado el caldo de cultivo apropiado en sus desordenadas y atestadas comarcas y para la alta sociedad un sitio seguro eran los balnearios. En esos lugares, antecesores de los actuales spa, el paisaje eran bucólicas campiñas, ordenadas y limpias con correcta alimentación y con el agregado de manantiales de aguas curativas. En aquella época se exageraron los efectos de esas aguas contra la peste, ya que en realidad la distancia, la limpieza y la alimentación eran la barrera eficaz. De hecho las aguas minerales se sumaban a la sensación de bienestar, ya que equilibraban sus organismos de dietas sin ningún tipo de control.

Muchas de estas aguas burbujeaban por la presencia importante de minerales, por lo que también la burbuja comenzó a ser una protagonista terapéutica importante. Aunque los romanos ya conocieron el agua carbonatada natural (soda) como una bebida imperial, el agua mineral y la soda renacieron casi juntas hacia el consumo masivo en aquellos balnearios medievales.

El agua en la sangre es la que más se reduce cuando se transpira, para equilibrar la temperatura corporal y con ella se pierden muchos nutrientes minerales.El sodio es el que más se reduce con la transpiración, por lo que es importante tener en cuenta al elegir un agua mineral, sobre todo si se practica deportes. Por el contrario, si se es hipertenso es conveniente que tenga menor proporción de sodio. Los valores en nitritos y nitratos tienen que ser reducidos, sobre todo para el consumo de niños y lactantes.  El agua corriente admite sólo 10 mg/l y las buenas aguas minerales sólo tienen el 3mg/l. En los lugares cercanos a sistemas volcánicos, al contenido de minerales en el agua se le suma la temperatura y se las conoce como aguas termales.  En muchos casos las aguas son el resultado de la condensación de gases magmáticos y se las denomina telúricas. En estos lugares la absorción de complementos minerales por el organismo se hace también por vía respiratoria a través de vapores y por vía cutánea en la diversidad de baños que ofrecen.  

Horacio Licera