Fermento: Trabajar la levadura y el azúcar con cuchara de madera hasta que queden líquidas. Agregar la harina y el agua tibia. Homogeneizar y dejar leudar. Debe duplicar su volumen. Masa: Disponer sobre la mesada la harina tamizada con la sal, en forma de corona, y en el centro el resto de los ingredientes y el fermento, que se habrá convertido en una esponja. Integrar de a poco hasta formar un bollo. Amasar muy bien y golpear la masa contra la mesa varias veces. Dejarla descansar y, una vez que duplique su volumen, volver a golpearla para bajarla totalmente. Pesar 350g de masa y ponerla en un molde de budín inglés enmantecado y enharinado, para formar el pan grande. Dejar duplicar el volumen, pintar con huevo y cocinar en horno moderado durante 25 minutos. Para formar los panecillos, dividir la masa en porciones de unos 50g. Disponerlos en placas enmantecadas y enharinadas, cerca uno de otros, de modo que al leudar se peguen entre sí. Deben duplicar su volumen. Pintar con huevo y cocinar en horno fuerte durante 12 minutos. Aclaración: Cuando la mezcla de levadura y azúcar se endurece, a tal punto que parece imposible convertirla en líquido, ¡no desistir! Falta poco para lograrlo. Sugerencia: Para incorporar la manteca a la masa, derretirla a fuego suave y luego agregarle el agua fría para bajar la temperatura. |