Mi fruta preferida en otoño, obviamente luego de las manzanas y peras de nuestra zona, son los higos. Primero las brevas en verano y a principio de otoño están a pleno las plantas de higos. Personalmente prefiero los higos negros, por ser los más ricos.
Los higos son una fruta muy versátil que se pueden complementar muy bien con diferentes ingredientes. Empezando por el clásico italiano higos con jamón crudo o con mozzarella fresca y albahaca es muy buena opción de entrada.
Una rica ensalada es la de higos frescos, combinados negros, marrones y verdes, con rúcula, aceite de oliva, limón y escamas de parmesano. Sino dorados al horno de barro con queso de cabra o queso brie sobre una ensalada verde con un buen costrón de pan negro de nueces y miel.
Asados enteros solos o envueltos en panceta con tomillo y aceite de oliva un toque de balsámico es fantástico para acompañar una carne como cordero, cerdo, pato o pollo.
Un postre simplemente como frutas maduros pero firmes, sólo con un poco de crema y azúcar o sino asados al horno de barro con azúcar, frambuesas frescas y helado de lavanda.
Procedimiento:
Cortar los higos por la mitad y dorarlos en una sartén grande junto a la manteca, miel, echalotte. Salpimentar.
Servir sobre las rodajas de pan negro con todos sus jugos y acompañar con el jamón crudo y la ensalada de rúcula aderezada a último momento con aceite de oliva y jugo de limón.
Chef Mauricio Couly Ventimiglia |