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Sin plantear un escenario de catástrofe, Francisco Mezzadri vaticinó que la provisión de energía eléctrica puede llegar a tener problemas y no acompañar adecuadamente el crecimiento de la economía argentina. Atribuyó esta posibilidad a la falta de inversión por parte de las empresas del sector, debido a su abrupta caída de ingresos por la pesificación y al fuerte endeudamiento en dólares que les impide cumplir con sus compromisos de pago. El empresario reconoció que si el nuevo gobierno no toma medidas rápidas, va a tener una "luna de miel complicada", a la vez que le reclamó señales de sensatez al nuevo gobierno.
-¿Cuál es la perspectiva del sector energético en el corto y mediano plazo en función de la nueva política económica que llevará adelante este gobierno?
-No hay declaraciones precisas de las nuevas autoridades sobre lo que piensan hacer con los sectores vinculados con la provisión de servicios públicos. Este es un sector muy grande de la economía que se ha visto afectado por las decisiones que se tomaron a principios del año pasado como la pesificación asimétrica, la ruptura de los contratos y la devaluación.
-¿Qué inconvenientes generaron estas medidas para las empresas?
-Lo que ha terminado pasando es que las empresas quedaron con una situación de deuda muy fuerte. Casi todas ellas se constituyeron con un endeudamiento en dólares en el exterior, porque son firmas que requerían muchos más recursos que los disponibles en los mercados de capitales locales. Son empresas que tienen un stock de deuda fuerte, algunas de ellas dependen de la provisión de insumos que están en dólares para su operación y mantenimiento. Tampoco el mercado argentino provee seguros para ese tipo de bienes. Entonces se ha constituido un stock de pasivos muy fuerte y un problema de flujo de fondos por el congelamiento de las tarifas.
-¿En dónde se siente esta falta de divisas?
-Esto hace que las empresas pierdan capital de trabajo y estén en una situación jurídica complicada porque no están pagando sus deudas, lo que plantea serios problemas hacia adelante, porque un país que quiere seguir creciendo, que quiere mantenerse en una situación activa para el inversor nacional o extranjero, necesita reglas de juego claras. Hoy en día estas dos condiciones -fuerte endeudamiento y tarifas congeladas- no generan incentivos para seguir invirtiendo.
-¿Es probable que la falta de inversión genere riesgos en la provisión del servicio?
-Si no hay inversión en servicios básicos, las dificultades de la economía para crecer se van a ir acentuando a medida que se vayan agotando las capacidades hoy en día existentes. Hoy el mantenimiento se va reduciendo a las cosas esenciales.
-¿Puede haber crisis en invierno?
-No quiero predecir catástrofes, lo único que estoy diciendo es que puede haber problemas. Si alguno de estos problemas fuera fuerte, con requerimiento de capitales para solucionarlo, al estar las empresas en default no pueden recurrir a los mercados financieros, lo que deja la situación aún más complicada.
-¿Es viable volver a la nacionalización, como dijo este gobierno?
-En una mente razonable es impensable. Pensar que la Argentina puede volver al viejo esquema de empresas proveedoras de servicios públicos en manos del Estado es inviable. Este es un Estado que está quebrado. Lo más probable es que hacia adelante sea un Estado que no pueda seguir tomando nuevo endeudamiento y así no se puede hacer nada. El tema que hay atrás de todo esto es que estamos hablando de varios sectores que requieren inversiones anuales muy fuertes para acompañar el crecimiento de la economía. Sin ellas, se traba este crecimiento.
-¿De cuánto son las inversiones que menciona?
-Nada más que en el sector eléctrico, una vez que se normalice el ritmo de crecimiento económico, para sostener una tasa de aumento de la demanda del orden del 5% anual el sector necesita entre 800 y 1.000 millones de dólares por año de inversión. La expansión de estos sectores depende exclusivamente de la capacidad que se tenga para seguir atrayendo al sector privado esas inversiones. Si el sector privado no encuentra señales de rentabilidad adecuada, no estarán dadas las condiciones para invertir.
-¿Qué es lo que tendría que hacer el gobierno que asumió recientemente?
-Hay varias cosas. El gobierno que termina ha estado realizando una transferencia de ingresos del sector eléctrico muy importante hacia otros sectores. Reconozco que pasarle los nuevos costos a gente que no ha tenido variación en sus ingresos excede la capacidad de pago que tiene, pero no excede la capacidad de pago de otras actividades como las exportadoras, que hoy pagan tarifas eléctricas a un tercio de lo que son en los países vecinos.
-Deme un ejemplo sobre ese tema.
-En Chile vale 35 dólares el megavatio, en la Argentina está a 8,50 dólares. ¿Por qué esta obstinación del gobierno que termina en que el sector eléctrico subsidie a los sectores exportadores, que están recibiendo el efecto total de la devaluación? Los únicos que han tenido precios controlados son los jubilados, los asalariados y los servicios públicos.
-Ellos argumentan que segmentar el mercado es muy difícil.
-La mayor complejidad va a ser cuando no haya generación eléctrica, porque ahí por no preocuparse en segmentar el mercado, que no es tan difícil, lo que van a hacer es que toda la economía argentina quede frenada, porque no habrá un sector eléctrico que pueda acompañar a pleno el crecimiento de la economía.
-¿Cómo está hoy el sector eléctrico?
-Hoy queda muy poco de lo que había en el momento de privatizarse. El parque de generación térmica argentino es nuevo, no tiene nada que ver con lo que había en el "92. Se ha incorporado tecnología que es primera línea en el mundo. De tener una antigüedad promedio superior a los 20 años ha pasado a 3 ó 4 años. Eso ha sido inversión. La privatización fue de activos viejos, sobre eso ha habido una inversión enorme que parece ser ignorada por este gobierno, que a Dios gracias terminó. Esperemos que el nuevo recapacite, aunque algunos personajes son los mismos.
-Hoy se escucha a Lavagna hablar del sistema mixto en AFJP, en fin, cambios que pretenden implementarse...
-El ministro está buscando en esto soluciones a problemas fiscales que deben ser buscadas por otro lado y no por la vía de modificar un sistema que es perfectible, pero no en el sentido en el que él lo quiere hacer. Otra vez caemos en la necesidad de generar en el sector público un superávit primario auténtico y no disfrazado de recaudaciones que dejan un problema actuarial para los futuros jubilados. Brasil está cambiando el sistema para mejor y Argentina, está actuando al revés, empieza a dar pasos hacia atrás.
-¿Cuánto más dinero están dispuestas a perder las empresas frente al escenario que no presenta una salida racional y cuáles serán sus consecuencias?
-Los acreedores van a tener un problema serio de seguir aceptando una situación donde el pago de su deuda se vuelva incierta. Hay que ver qué decisiones toman con las empresas que no puedan pagar. El tema está vinculado con la calidad del servicio. No veo la posibilidad de que se pueda postergar este problema. Cuanto antes lo afrontemos, mejor.
-¿Y esto qué arregla?
-El afrontarlo rápidamente va a permitir empezar a sanear la economía argentina y que otros nos vean como posibilidad de inversión. La inversión significa empleo, si este gobierno no se da cuenta y sigue coartando, todo lo que sea preocupación social cae en saco roto. La obra pública que hoy se anuncia como salida, es compleja de aplicar ya que sabemos que existen muy pocos recursos para financiarla. La Argentina no tiene capacidad de ahorro, otros países que crecen bien tienen tasas de ahorro del 25/28%. Nuestro país tiene alrededor del 15% del Producto Bruto. Los que observan la balanza comercial ven que exportamos más de lo que importamos, pero en definitiva eso significa que estamos enviando ahorros al exterior.
-¿Hay posibilidades de que las empresas actúen de otra manera, que presionen distinto?
-Hay empresas que ya lo han hecho. La distribuidora de electricidad de Entre Ríos levantó campamento y dejó la empresa a un trust armado por los empleados. Argener se vendió, hay varias distribuidoras que están en venta. En lo que se equivoca el gobierno es que frente a una política de agresión piensa que las empresas están dispuestas a aportar fondos en forma ilimitada. Esto es economía básica, casera: si la inversión no da rédito, hay que terminarla. No es producto de la maldad de algún extranjero, nadie invierte donde lo tratan mal o tiene pérdidas que no puede recuperar. Esto es así a gran escala y se da también en comercios pequeños, en los que cuando los números no dan, bajan las persianas.
-¿Cuáles son los puntos clave que le pediría al gobierno que contemple?
-Antes que las tarifas, yo pediría reglas de juego claras. Acá con relativa soltura se han roto contratos, se ha desconocido el derecho y se ha actuado con una pretensión de impunidad que hace muy difícil que se generen inversiones en el país. La primera regla es volver a un Estado de derecho, con instituciones fuertes y gobiernos que se ajusten a la ley. Eso va a generar confianza y éste es el segundo punto que tenemos que ver. Aquí hay un problema de credibilidad, pérdida que se recupera con ejemplos, haciendo cosas. Hay que buscar soluciones que sean reparadoras, que sepan equilibrar el interés del país con la reparación de los daños producidos. Este es un equilibrio complicado de hacer, pero hay que hacerlo. En el contexto actual yo no me pondría a hablar de asuntos puntuales, como las tarifas. El problema más importante es que en este proceso se han ido distorsionando los precios relativos de la economía.
-¿Cómo se arregla un default teniendo en cuenta el nivel de endeudamiento del sector y que el mercado va a seguir pesificado?
-Es muy difícil ir a renegociar con los acreedores si no sé cuáles van a ser mis ingresos. Si conozco el recorrido de mis tarifas puedo presentarme ante mis acreedores y decirles éste es mi panorama de ingresos, puedo pagar hasta tanto.
-¿Ve la decisión política de cambios?
-El nuevo gobierno no ha sido explícito en esta materia. No veo la decisión. Desde la responsabilidad que significa conducir un país, tendrían que tener ideas. En la última reunión que tuvimos con Lavagna al poco tiempo de asumir dijo que iba a revisar tarifas apenas acordara con organismos internacionales. El arreglo finalmente llegó, pero el ministro no llamó a nadie del sector para tratar el tema.
-El reordenamiento de la economía provoca oportunidades. En el caso de El Chocón, la provincia del Neuquén hizo una oferta...
-La provincia nunca hizo una oferta formal. Lo que hizo fue mostrar interés por comprar acciones de El Chocón, aunque no conozco las motivaciones que la llevaron a eso.
-¿Hay oportunidades de negocios frente a este escenario que se ha planteado?
-Depende de la capacidad de espera que tengan algunos y de cuál sea la visión de largo plazo de hacia dónde va la Argentina. Lo que se ve es que hay algunas empresas que están en venta y otras en espera de las decisiones del gobierno para ver qué hacen con sus activos.
-¿Qué puede llegar a pasar si el mercado se mueve fuerte en este sentido?
-Aunque todas estas empresas pasaran de mano, lo que hay que tener en claro es que los sectores de servicios públicos en general y el eléctrico en particular, requieren fuertes inversiones año a año. La lógica a utilizar es la misma que cada uno usa en su casa, si no arregla lo que se rompe en algún momento va a tener problemas.
-¿Cuál es el dólar que tendría que manejar la economía argentina?
-Depende mucho de los precios relativos. En términos reales creo que un 40% de lo que valía en diciembre del 2001, es decir en 1,40 pesos.
Javier Lojo
jlojo@rionegro.com.ar
Medidos reclamos
Francisco Mezzadri es presidente de la Cámara Argentina de Inversores en el Sector Eléctrico (CAISE) y es el responsable regional de CMS Energy para el Hemisferio Sur.
Durante el último período electoral, que derivó en el nombramiento de Néstor Kirchner como presidente de los argentinos, el empresario fue uno de los economistas que acompañaron al entonces candidato Ricardo López Murphy.
CMS Energy, la empresa norteamericana a la cual representa en la actualidad, tiene participaciones en Hidroeléctrica El Chocón, en Transportadora de Gas del Norte (TGN), en el gasoducto Gas Atacama y en CMS Ensenada.
Con un particular estilo a la hora de emitir opiniones, las que siempre estuvieron acompañadas por palabras medidas que buscaron no despertar emociones violentas, pese al complicado presente que atraviesa el sector de la electricidad, Mezzadri dejó algunas frases que marcan su pensamiento.
Con respecto a las autoridades nacionales electas indicó que "si no hay definiciones rápidas, este gobierno va a tener una luna de miel complicada".
También durante la charla con "Río Negro Energía" se tomó su tiempo para reclamar gestos de parte del nuevo presidente y sus asesores de Economía, a la vez que hizo una velada crítica a las autoridades salientes. En este sentido, Mezzadri dijo que "ésta es una economía que debe recibir rápidamente señales de sensatez".
El costado humano no estuvo ausente en la entrevista al referirse a la dureza con que la crisis golpeó al pueblo argentino en este último tiempo, sosteniendo que "el sufrimiento de este país se ha presentado de manera no sospechada años atrás".
Por último, Mezzadri destacó a modo de reclamo contra el congelamiento de tarifas eléctricas que "los únicos que han tenido precios controlados son los jubilados, los asalariados y los servicios públicos". |
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