Sábado 25 de octubre de 2003
 
 

Con el viento a favor

 
 
NEUQUEN (AN).- Para concretar su proyecto, Aarón Benjamín Lucero y Pablo Martín Muñoz gastaron muchas horas más que las que ordena el horario escolar. Y hasta chocaron con la incredulidad o simple ‘mala onda’ de algunos compañeros que les decían que no tenía sentido gastar tiempo en ese invento.
- Eso es al cohete- sería la adecuación de las reflexiones que les llegaban cada vez que los veían fuera de horario dentro de los enormes y oscuros talleres de la Escuela Provincial de Educación Técnica 8 de esta ciudad, la vieja y conocida ENET 1.
El caso es que los chicos, Aarón tiene 18 y Pablo 20, siguieron con lo suyo. Se apoyaron en los profesores “Beto” Cabezas y Martín Gallo, en otros docentes también piolas, y contaron siempre con la ayuda de Alejandro Caruso y Emanuel del Collado, dos compañeros de curso que se embalaron con la iniciativa, que consiste en mejorar el rendimiento de los rotores tipo Savonius.
“Esto es un invento, no es algo que se mejoró, es un aparato que se inventó; no hay nada de este tipo en el mercado, no encontramos nada en la bibliografía que consultamos y tampoco en Internet. Es importante que se sepa que esto lo inventaron los chicos y que va a ser patentado por ellos”, destaca Héctor Alberto Cabezas, el jefe del departamento de Mecánica. Cabezas es el docente que acompañó a los chicos a la reciente Feria Nacional de Ciencias que se realizó en Misiones.
Desde allí, y luego de más de un año de trabajo, el encausador-distribuidor diseñado para mejorar el rendimiento de los rotores Savonius se trajo un tercer puesto en su especialidad y la sexta posición entre los 150 proyectos que se presentaron. Los estudiantes, además, cargaron hacia esta ciudad las dos computadoras Pentium 4 (una para cada uno) y un cheque de 2.500 pesos con el que tratarán de construir un nuevo aparato mejorado. Lo que se dice un sueño cumplido y la posibilidad concreta de avanzar en otros terrenos.
Nada fue fácil para el grupo. Pablo Muñoz admite que entre los estudiantes hay un cierto temor o pudor si se les habla de presentar un proyecto en una feria de ciencias. “Yo me enganché porque me interesaba y porque además soy un poco caradura; veo que siempre hay un poco de miedo por estas cosas, más allá de que también hay muchos que nos decían que no tenía sentido que nos presentáramos”, agrega Muñoz.
“Fue un esfuerzo grande, pero hubo mucha gente que nos acompañó; lo del profesor Gallo fue impresionante”, afirma Lucero, al tiempo que su compañero y amigo recuerda que en más de una oportunidad “me dio los dos pesos que me hacían falta para comprar el sándwich en la esquina, porque no volvía a mi casa”.
Básicamente, el encausador o distribuidor sirve para elevar al máximo el rendimiento de los rotores Savonius que giran a propulsión del viento. Lo consiguieron estudiando en detalle el impacto eólico sobre los álabes del rotor, que “en la zona de Junín de los Andes se usa para la extracción de agua”, describen. Y enseguida comentan que es muy común que para la construcción de los molinos se corten en dos los barriles de 230 litros y se coloque uno para cada lado, soldados al medio.
“Es absolutamente posible usarlo para generar energía eléctrica, estamos trabajando en eso”, aseguran mientras revisan las denominadas hojas de campo, que desordenadamente resumen el paso a paso del invento.

Rodolfo Chávez

El invento

Con el distribuidor, lo que se ha conseguido es aumentar el rendimiento de un rotor Savonius, muy común en el interior de la provincia, fundamentalmente para la captación de agua. El rendimiento mecánico de este rotor está íntimamente ligado al aumento del número de vueltas por minuto que pueda conseguir.
Con el distribuidor que los chicos inventaron, a partir de la inclinación de las paletas verticales de los álabes, han aprovechado el viento de la manera más óptima y el viento no pega en el álabe sino que lo hace deslizar; así aumentaron la superficie de captación del álabe, optimizaron la entrada de aire y lograron utilizar la parte negativa del rotor Savonius. La parte negativa es la que tiene el viento en contra y la otra es la de captación positiva, que es la que recibe la entrada de viento.
A través del distribuidor-encausador, ellos, básicamente, han conseguido que la parte negativa se reduzca al mínimo y la positiva se lleve a un máximo. En valores de rendimiento, se ha elevado de un 20 a un 35% lo que es el rendimiento nominal. Esto nos permite hacer que el generador -que era de potencia solamente- ahora pueda usarse como generador de potencia, y además de velocidad, puede ser utilizado en la generación de corriente eléctrica.
Héctor Alberto Cabezas
Jefe Dto. Mecánica EPET 8

“Fue fabuloso verlo girar”

NEUQUEN (AN).- Los pibes que en diciembre tendrán su título de técnicos mecánicos cuentan que siempre llegaron sobre la hora, ya sea en la competencia provincial o en la nacional. Y no se olvidan del día en el que tuvieron que trepar a los techos del establecimiento para probar el encausador de viento.
“Siempre supimos que iba a funcionar, pero ese día fue fabuloso verlo girar”, cuentan mientras sacan parte de la lista de agradecimientos: Alemanni, Omar Pastrana, Soldimet, Refrigeración Trofodotis y otros muchos, como el profesor Pistagnessi o Juan de Dios Alvarez.
De la experiencia en Misiones los chicos y el profesor Cabezas rescatan la importancia de las pocas escuelas técnicas que sobreviven en el país. Dicen que la diferencia respecto de los polimodales (surgidos a partir de la Ley Federal de Educación) “es muchísima, fue un gran logro que no se implementara en la provincia”, definió el docente.

   
   
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