|
|
El presidente del Ente Provincial de Energía de Neuquén (EPEN), Ricardo Corradi, cree que es necesario que el mercado eléctrico de la provincia cuente con su propio ente regulador, aunque más no fuera para que el usuario tenga dónde acudir para protestar. De todos modo, reconoce que la idea choca contra la autonomía municipal para concesionar servicios públicos, consagrada por la Constitución neuquina.
En esta entrevista, el ex vicegobernador dijo que los cien clientes más grandes -esencialmente, petroleras- son las “niñas mimadas” del EPEN, porque representan el 80% de la facturación del ente.
Corradi considera que por ser Neuquén una fuente de recursos energéticos, los distribuidores de la provincia deberían tener la posibilidad de comprar electricidad a los mejores precios del mercado.
-¿No es hora de que se le ponga un poco de orden al mercado eléctrico neuquino?
-No creo que falte orden, sino el órgano regulador.
-La regulación es orden.
-Bueno, está bien, pero la falta de orden no quiere decir que sea un desorden.
-¿Y?
-Es un resorte de la Subsecretaría de Energía de la provincia, que tiene el poder de planificar a largo plazo las estrategias en lo que es materia eléctrica.
-¿El EPEN no tiene nada que ver?
-No, nos reservamos el derecho de hacer las obras de infraestructura necesarias para prestar el servicio y todas aquellas que, por la inmediatez de la necesidad, hay que hacerlas dentro del año presupuestario.
-¿Cómo se hace para regular un mercado cuyos distribuidores obedecen a decisiones políticas de cada municipio?
-Hay que crear un ente regulador para que, aunque fuera, un cliente de Zapala, Cutral Co o Plottier pueda ir y decir: “A mí me están cobrando demasiado”.
-Pero el ente regulador debería aprobar tarifas...
-¡Ah!, sí, seguro.
-¿Y cómo lo va a hacer si no tiene el poder para concesionar?
-Esa es la gran traba que tuvo la ley (provincial del marco regulatorio).
-¿Quién le saca, por ejemplo, al municipio de Cutral Co el poder de fijar las tarifas a Copelco?
-No, no, nadie. Pero lo que pasa es que es un tema que alguien lo tiene que resolver porque, si no, cada municipio va a necesitar su propio ente regulador. Y si se pone a sumar todo lo que en el país se destina a entes reguladores...
-¿Cuántos clientes tiene el EPEN?
-Debemos tener poco más de 45.000.
-¿En los últimos años ha ganado nuevos grandes clientes?
-No. Se nos han ido algunos clientes, pero hemos recuperado otros. El recupero de clientes habla de la confiabilidad que le damos al sistema: prefieren, a lo mejor, pagar una milésima más la energía y saber que están bien atendidos.
-¿En qué se basa esa confiabilidad?
-Nosotros tratamos de privilegiar a nuestros primeros cien clientes. De un ranking de todos los clientes, los primeros cien nos garantizan casi el 80% de la recaudación. Son las “niñas mimadas” para nosotros.
-¿Cuáles son los principales clientes del EPEN?
-Los oleoductos, los gasoductos... Son potencias que se contratan en firme durante las 24 horas y nos levantan el “valle”, con lo que la diferencia con el “pico” no es tanto.
-¿Son difíciles de atender esos clientes?
-No. Se nos complica un poco en el oleoducto que va a Chile el suministro allá, en la cordillera. Es una línea muy larga, está sujeta a contratiempos de origen meteorológico. Por ejemplo, anoche tuvimos una falla en Caviahue (saltó un interruptor que da servicios al hotel Farallón) y estuvieron toda la noche para poder cruzar un arroyo para ir a arreglarlo.
-¿En el mercado de los grandes clientes también tienen empresas de la ciudad de Neuquén?
-La única es cerámica Zanon, que históricamente fue atendido por el EPEN, aunque está en el ejido de Neuquén.
-¿Contra quién compiten en la captación de este tipo de clientes?
-Con el mercado. Cualquiera puede salir a comprar al mercado, a Cammesa o a una generadora, como El Chocón. Nos conviene ese tipo de operación porque cobramos seguro el transporte, después Cammesa le cobrará al cliente.
-Mire qué cosa curiosa: en su versión transportista el EPEN atiende una porción de Río Negro.
-Cuando se privatizó Agua y Energía, Hidronor e YPF, a las provincias de Río Negro y Neuquén se les transfirieron todos los activos eléctricos que quedaban. Y Río Negro quedó con una sociedad anónima que se llama Transcomahue y, del lado de Neuquén, lo que se transfirió se incorporó al patrimonio del EPEN. En su momento la provincia había asumido el compromiso de crear una sociedad anónima que atendiera el transporte troncal, y lo hizo: se llama Tecsa (Transportadora Eléctrica Comahue SA). Se inscribió, pero nunca se la capitalizó ni se la puso en marcha.
-¿No genera gastos?
-No genera gastos. Le aclaro que el Estado nacional le dio la concesión definitiva a la provincia de Río Negro y a la del Neuquén, en forma precaria, sujeta a una privatización.
-¿Y qué esperan?
-Estamos tratando de conseguir la concesión definitiva para el EPEN.
-¿No quieren privatizar?
-No.
-¿No tendrían que unificarse en la denominada “empresa de distribución troncal del Comahue”?
-Tenemos un despacho de carga unificado, en la estación Alto Valle. Ahora vamos a empezar a rediscutir los contratos que nos ligan con Transcomahue.
-¿Por qué?
-Porque son contratos de hace mucho tiempo, hay cosas que no se han cumplido, por ambas partes. Tenemos que ‘aggiornar’ el contrato.
-¿No sería conveniente dividir las funciones del EPEN de distribuidor y transportista?
-Lo que dice la ley del marco regulatorio es que ninguno puede tener dos etapas consecutivas (entre generación, transporte y distribución), pero entre las privatizadas, para evitar el monopolio. Como Estado, no entramos en conflicto con la ley.
-¿El EPEN transportista le factura al distribuidor?
-No, no. Es parte de la misma empresa. Lo del transporte (a terceros) es un ingreso significativo.
-¿El EPEN maneja el dinero del FEDEI (Fondo Especial para el Desarrollo Eléctrico del Interior)?
-Sí, son alrededor de cuatro millones de pesos por año. Y además manejamos el Fondo Compensador Tarifario. Lo usamos para amortiguar lo que nos cuesta llevar energía hasta, por ejemplo, Las Ovejas. Hay además otro fondo especial para zonas de frontera. Además, en la Jefatura de Gabinete conformamos otro fondo para crear tarifas de promoción. Hace poco ésta resolvió establecer un precio diferencial para las industrias promovidas de la provincia...
-¿Como El Chañar Tercera Etapa?
-Como El Chañar Tercera Etapa, donde la energía está subsidiada. Ese emprendimiento nos significó un aumento en la demanda tal, que ahora estamos inaugurando una nueva línea de abastecimiento. Estábamos comprándole energía a Edersa en Campo Grande para poder abastecer esa zona. Ahora hicimos una línea de Planicie Banderita a El Chañar, que la inauguramos en dos semanas. Hicimos un tendido, posteado y aislado como para 33,2 kV, pero la vamos a tensionar en 13,2 porque así alcanzamos a abastecer la demanda, pero en cuanto crezca el consumo podemos aumentar. Y ahora vamos a tener que hacer una nueva línea para Añelo, para el riego de 3.000 hectáreas.
-¿No le parece que en algunas cooperativas de Neuquén hay demasiados subsidios cruzados?
-Sí, sí, hay demasiados en algunas. Mire el de Zapala, nomás.
-¿El EPEN no tiene subsidios cruzados?
-No, creo que no. Una de las cosas que tenemos que hacer es la readecuación de nuestra estructura tarifaria. No estoy muy de acuerdo con la actual. Acá la gente tiene un concepto de las tarifas, al que se han aferrado.
-¿Neuquén debería adaptarse al esquema nacional? La estructura de la tarifa del EPEN es diferente de las de otras distribuidoras de Adeera. Por caso, hay bonificaciones de hasta el 80%.
-Pero eso responde a políticas del gobierno. Estamos absorbiendo costos de, por ejemplo, generar en Villa La Angostura a precios elevadísimos...
-Ahora más porque tienen que generar con gasoil por la crisis del gasoducto cordillerano.
-Desde el año pasado que estamos generando a gasoil; Camuzzi nos cortó el suministro de gas. Ahora hay dos equipos nuevos.
-¿Cuál es el resultado de los balances del EPEN?
-Estamos cerrándolos a pesar de que estamos en junio. Y por primera vez estamos haciendo auditar el balance por un estudio contable. Hicimos uno acorde con las normas de la administración pública y, además, uno comercial.
-¿Y cómo cerró ese balance?
-No le puedo decir con exactitud, pero debemos tener una ecuación favorable.
-¿Qué hace el EPEN con un superávit?, ¿lo reinvierte o lo traslada a rentas generales?
-Lo reinvertimos. Excepcionalmente aportamos a rentas generales, como en el 2001, que el gobierno tomó unos dos millones de pesos. Está en el ánimo de todos, hasta del director obrero, darle un empuje al EPEN, de empezar a gerenciarla como una empresa dinámica. Puede ser estatal y exitosa. Es el gran desafío que tenemos por delante; por eso buscamos certificar en la norma de calidad ISO 14001 en lo que es transporte troncal. Estamos tratando de crear una nueva imagen.
-¿Sigue pensando en irse de Adeera?
-No me acompañó nadie en ese momento. Desperdiciamos el momento de crear una asociación de distribuidores del Comahue. Lo que pasa es que CALF y Edersa tienen contratos a término.
-Pero no puede comprar energía más barata de la que le compra al mercado.
-¿Por qué no puedo? Razone: estamos parados sobre Neuquén, donde hay 9.000 MW instalados. El EPEN sólo precisa 100. Lo que buscamos es que los primeros 100 MW que se generen en el Comahue al precio que se genere sean nuestros. ¿Por qué? Porque el primer generador que entra a producir es Capex, que tiene un costo bajísimo, pero que no alcanza a cubrir la demanda ni siquiera la del Valle. Y cuando despachan otro generador, éste es el que fija el precio. Estamos pagando el precio del segundo, que es el que cubre la demanda de Buenos Aires.
-¿Quiere hacer un contrato a término con Capex?
-No, no. Quiero comprar los primeros 100 MW al precio de ese generador.
-Quiere cambiar el esquema eléctrico del país...
-Es que tiene que ser así: si estoy al lado del generador, me tienen que vender los primeros 100 MW y si después tienen que entrar a generar otros que son más caros porque Buenos Aires lo necesita, que lo pague Buenos Aires.
-Porque somos un país federal.
-Sí, pero la carne acá cuesta dos veces más que en Buenos Aires.
-Bueno, a Capex no le va a convenir mucho.
-Problema de Capex.
-Con ese criterio, todo el Litoral puede salir a pedir que Yacyretá y Salto produzcan para ellos.
-¿Y por qué no?
-¿Y las provincias que no tienen generación porque no tienen gas?
-(Se ríe) Nos castigan por todo. Cuando hay mucha generación hidráulica y mucho consumo en Buenos Aires y están saturados los corredores, a nosotros nos obligan a poner en marcha un generador térmico.
-¿Pero usted cree que Capex vino a invertir aquí porque le gustan los neuquinos o porque tiene un yacimiento al pie de la central?
-Pero denme una ventaja porque, si no, quién se va a venir a radicar a Neuquén si el consumo está allá.
Martín Belvis
De San Luis al EPEN
Nació hace 61 años en Villa Mercedes, San Luis. Llegó a Neuquén en 1970 y se radicó en Cutral Co, donde desarrolló una amplia actividad política dentro del MPN y cooperativista en Copelco.
En la presidencia del Ente Provincial de Energía de Neuquén, Ricardo Corradi parece sentirse más cómodo que en la vicegobernación, un cargo para el que fue elegido, como compañero de fórmula de Felipe Sapag, en 1995 y que desempeñó hasta el 10 de diciembre de 1999, con muchos más frentes de conflicto que ahora.
El tema eléctrico no le era ajeno cuando el gobernador Jorge Sobisch lo convocó para reemplazar a Daniel Pérez, bajo cuya gestión y la del entonces secretario de Energía, Ricardo Rodríguez Alvarez, el EPEN vivió momentos de enfrentamiento con los trabajadores.
Corradi fue, antes de llegar a la vicegobernación, presidente de Copelco, la cooperativa que distribuye la luz en Cutral Co.
Este bioquímico recibido en la Universidad Nacional de Cuyo logró que el conflicto con los empleados afiliados a ATE desapareciera. Es más: incorporó a un directorio de tres personas a un representante de los trabajadores, con el que comparte los lineamientos generales del organismo.
El EPEN es la empresa estatal de energía de la provincia, pero no tiene la distribución en las principales ciudades de Neuquén, incluida su capital, donde posee su campo de acción la cooperativa CALF.
Hay otras localidades con presencia cooperativa: Plottier, San Martín de los Andes, Cutral Co y Zapala.
La excepción entre las ciudades más pobladas la constituye Centenario, donde el organismo estatal sí distribuye la electricidad.
Para las cooperativas del interior, el EPEN es, además, proveedor y transportista, lo que le genera no pocos conflictos por su doble función comercial y promocional. |