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Famosa por sus decisiones confusas, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sumó otro capítulo a su larga historia de medidas que dejan con dudas a los operadores del mercado del crudo.
La OPEP acordó el jueves pasado elevar sus cuotas de producción de crudo y presentó la medida como un gran recorte de la oferta, un anuncio que requirió una interpretación más profunda de lo habitual.
El meollo, dijeron los operadores hacia el fin de semana, fue un pacto que obedeció más a un posicionamiento antes de la reintegración de Irak en el sistema de cuotas de producción del cártel que una administración cuidadosa del mercado.
"Esto parece una táctica para que Arabia Saudita proteja su participación de mercado antes de que Irak vuelva a exigir su cuota", dijo Oystein Berentsen, gerente de operaciones internacionales de la petrolera estatal noruega Statoil.
Aunque todavía pasará algún tiempo antes de que Bagdad vuelva al nivel de producción anterior a la guerra, en el futuro Irak tiene potencial como para lograr el segundo puesto entre los países de la OPEP, por debajo de Arabia Saudita.
Pero Irak sigue fuera del partido por ahora y Riyad continúa controlando un tercio de la producción del grupo de 11 países petroleros. Los sauditas "tendrán problemas cuando vuelvan los iraquíes" al mercado, dijo el operador Nauman Barakat, de Fimat International Banque, en Nueva York. "Ellos (Arabia Saudita) no podrán evitarlo por mucho tiempo", agregó el operador.
Fuentes de la bolsa de Madrid citadas por el diario "El País", estimaban que hacia fin de año, cuando Irak se reincorpore a la exportación de crudos, ahora ya sin la prohibición de la ONU, y con un gobierno pro-estadounidense, afectará la capacidad de la OPEP de fijar los precios internacionales.
Aluden así a que Irak, el segundo productor de petróleo de Medio Oriente, luego de Arabia Saudita, puede duplicar su producción a 6 millones de barriles diarios de crudo y no respetar los cupos fijados por la OPEP para evitar que bajen los precios, lo que beneficiaría a Estados Unidos, el principal consumidor mundial de hidrocarburos.
Antes de la reunión del jueves, los ministros de la OPEP habían propuesto una reducción de los volúmenes que llegaron a producir antes de la guerra, para llevarlos a la cuota de 24,5 millones de barriles por día (bpd), lo que hubiera implicado la desaparición de un exceso de 1,6 millones de bpd. Pero en cambio, optaron por elevar las cuotas a 25,4 millones de bpd en junio y, con base en la elevada producción reciente, trataron de mostrar su decisión como si se tratara de un recorte de dos millones de bpd. Los operadores dijeron que al incrementar las cuotas a un nivel más cercano a la producción real, que aumentó antes de la guerra, la OPEP se fijó a sí misma una meta de recortes mucho menos ambiciosa.
De todas formas, el grupo rara vez cumple con las cuotas que se fija. El resultado de esto es que habrá más petróleo en los mercados mundiales de lo que habían anticipado los analistas, un acontecimiento que presionaría los precios a la baja antes del próximo encuentro de la OPEP, previsto para el 11 de junio.
"Creo fuertemente que el mercado (los precios) bajará de nuevo", dijo Barakat, de Fimat Banque. "La percepción general es que éste es un recorte falso, y que ellos (la OPEP) están tratando de zafar de alguna forma", agregó. La estrategia ya ha socavado la meta central de los objetivos de precios del cártel, de 26 dólares por barril.
El viernes, el presidente de la OPEP, Abdullah al-Attiyah, insistió en que confía en que la provisión total de junio disminuirá en dos millones de bpd y que la mitad de eso será una reducción de la producción de Arabia Saudita.
Pero entre estas idas y venidas de la OPEP, pocos son los analistas del sector que prevén un barril por debajo de los 22 dólares promedio para el 2003.
Irak busca exportar
Irak busca reanudar sus exportaciones de petróleo rápidamente, después de que las Naciones Unidas acordaran el jueves levantar las sanciones que pesaban sobre el país desde el fin de la Guerra del Golfo de 1991, dijo esta semana un funcionario iraquí.
Fadhel Othman, el número dos del panel de asesoramiento que designó Estados Unidos para que asista en la tarea de manejar la industria petrolera iraquí, dijo que la organización de marketing del crudo del Estado de Irak (SOMO), comenzará ahora a evaluar nuevos contratos de exportación. "SOMO está haciendo su mayor esfuerzo para reiniciar las exportaciones tan pronto como sea posible", dijo Othman a los medios.
El cronograma para las ventas del crudo dependerá de la capacidad de la SOMO para comunicarse con los clientes, desde sus dañadas oficinas en Bagdad.
"¿Cómo podemos firmar un contrato, fijar un precio y tener la aprobación para un navío, si apenas podemos llegar a la oficina de SOMO?", dijo un operador que quería negociar un contrato.
De acuerdo con la resolución de la ONU, a las fuerzas de ocupación estadounidenses y británicas se les ofrecerá protección de posibles demandas cuando vendan petróleo, hasta que en Irak asuma un gobierno con reconocimiento internacional. Los contratos de largo plazo para el desarrollo de campos petroleros se suspenderán hasta que asuma un gobierno permanente en Bagdad, algo que, según dijo el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, podría tardar un año o dos.
Las primeras exportaciones de Irak desde mediados de marzo provendrán del crudo que quedó almacenado en Ceyhan, Turquía, el punto de salida de los oleoductos desde las campos de Kirkuk, en el norte de Irak.
(Reuters) |