Sábado 31 de mayo de 2003
 
 

Tarifas más altas pero con menos ganancias

 

Según datos suministrados por Edersa, el costo medio de la luz creció un 8% en el período 1995-2001, pero durante el mismo lapso las utilidades de la empresa se redujeron.

  CIPOLLETTI (AC) - En los últimos siete años la tarifa de la empresa provincial de electricidad, Edersa, fue en franco crecimiento (en el 2001 el costo medio de la luz fue un 8% mayor que en 1995) pero, paradójicamente, la porción sobre la que la compañía obtiene su ganancia, el valor agregado de distribución (VAD), se redujo según pasaron los años (bajó un 22% entre 1995 y 2002).
Los datos surgen de la información proporcionada por la propia empresa.
En 1995, cuando la firma no se llamaba como ahora -sino ERSA- era estatal y ni se pensaba en privatizarla, los rionegrinos pagaban una tarifa media de 79,13 pesos por MWh (medido en kWh, que es como está expresado en las facturas, era de 0,079 pesos).
Ese año, el valor agregado de distribución de ERSA representaba, en promedio, el 56% de la tarifa media.
Al año siguiente, cuando el gobierno provincial decidió privatizar la compañía, se bajó la tarifa media de la empresa en un 6%, a pesar de que el Estado la entregó atada a un contrato de compra mayorista de la electricidad a Turbine Power que hizo subir el costo de abastecimiento de la firma, en 12 meses, en un 24%. Para lograr esa reducción de la tarifa, la versión privatizada de la empresa, ya llamada Edersa, vio reducirse su valor agregado de distribución en un 25%. Edersa fue creada para hacerse cargo, en agosto de 1996, de la versión privatizada de lo que había sido ERSA. Pertenecía a una sociedad llamada Soliedec que más tarde se fusionó y absorbió a la concesionaria, que quedó en manos de dos accionistas con la misma proporción de participación: Camuzzi y la estadounidense PSEG (a través de la chilena Saesa).
Desde el 2001 que esta firma viene reclamando aumentos de tarifa al Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE), que para no concedérselos simuló el funcionamiento de una empresa ideal y la comparó con los resultados de Edersa.
Esa simulación llevó al ente regulador a disponer un nuevo esquema tarifario (nuevo en diseño y en precios), que representa una disminución en la tarifa media. Esa decisión aún no fue puesta en marcha.
En términos de ingresos, según los datos que entregó la propia empresa, ERSA facturó 75.143.100 pesos en 1995.
En el 2001 las ventas de Edersa fueron de 67.538.600 pesos y en el 2002, de 61.130.000, es decir un 18% menos que cuando estaba en manos del Estado y con una devaluación de la moneda en el medio.

Relación que se revirtió

Hay dos años paradójicos para comparar: 1995, con gestión plenamente estatal y sin sobreprecios en el costo de abastecimiento, y 2001, ya privatizada la empresa y con un contrato de provisión de energía con Turbine Power sin las modificaciones que órdenes judiciales y regulatorias le introdujeron al mercado rionegrino al año siguiente (ver aparte).
En 1995 el costo de la compra de energía participaba del valor final de la luz en un 35% y el valor agregado de distribución, en un 56%. En el 2001, en cambio, el costo promedio de la compra de energía tenía una participación en la tarifa media final del 47% y el VAD, del 42%.
Quienes más soportaron el franco ascenso de la tarifa media de la luz en Río Negro fueron los clientes industriales, que entre 1997 y el 2001 vieron aumentar su tarifa media en un 42%.
Los usuarios residenciales (hogares) también soportaron el peso de las mayores tarifas: en el mismo período de cuatro años su promedio creció un 15%.
En cambio, los comerciantes pagaron, en promedio, en el 2001 un 54% menos que en 1997.

Altos costos de abastecimiento

CIPOLLETTI (AC)- A finales del 2001 la Justicia rionegrina le ordenó a la generadora Turbine Power que dejara de cobrar por la energía que le vende a Edersa un precio por encima de los del mercado mayorista argentino, con el fin de que la distribuidora trasladara esa reducción al precio final de la luz que pagan los rionegrinos.
Luego de esta decisión judicial, que está hace meses en etapa de apelación en el Superior Tribunal de Justicia, el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) dispuso una medida en idéntico sentido, pero sin alcanzar, por cuestiones jurisdiccionales, a la empresa Turbine Power.
La decisión judicial puso en aprietos a la generadora Turbine Power, que por este motivo, más los efectos de la devaluación y su deuda en dólares, se declaró el año pasado en cesación de pagos.
Las órdenes judiciales y regulatorias hicieron que la tarifa media de Edersa bajara del 2001 al 2002 en un 4,46%.
En esta reducción tuvo fuerte participación la baja en el costo de abastecimiento (del 16,4%), que no fue más importante porque en ese mismo momento la Secretaría de Energía de la Nación disponía aumentos en el precio mayorista del sistema federal, cediendo, en parte, a las presiones de los generadores.
En el 2001 Edersa pagó, en promedio, 40,63 pesos por cada MWh que compró.
Al año siguiente compró electricidad a un precio promedio de 33,95 pesos por MWh.
El valor agregado de distribución -que es, como se dijo, la porción de la tarifa sobre la que las distribuidoras como Edersa obtienen su ganancia- se redujo entre el 2001 y el 2002 en un 4%.
No hubo un sector más favorecido que otro en esta reducción del precio final de la luz; fue proporcional para clientes residenciales, comerciales e industriales.

El gobierno prevé aumentos

La nueva administración del presidente argentino, Néstor Kirchner, planea determinar el precio real del gas y la electricidad a fines de junio e implementar una serie de aumentos graduales para los consumidores residenciales durante un período de dos años.
El gobierno conversará con los productores y consumidores a gran escala para determinar el valor del gas y la electricidad, lo cual incluirá el impacto de la devaluación del peso sobre los costos de producción. "Hay que trabajar a todo vapor, no tenemos tiempo para esperar, porque la crisis se nos viene encima y la calidad del servicio ya está cayendo", manifestaron asesores técnicos de Kirchner, con la condición de permanecer en el anonimato. La fuente dejó trascender que de existir aumentos, los mismos serán escalonados ya que la economía no permite bruscos movimientos de sus variables.
"La idea que tenemos en mente es sentar en una mesa a las petroleras y los grandes consumidores de gas, como industrias y generadores eléctricos y que ellos, que tienen toda la información y detalle de costos, definan un precio real del gas. Los aumentos serán escalonados y en un tiempo no menor a los dos años", señalaron los expertos.
"Si ese valor es razonable, lo convalidaremos y regirá para los grandes consumos", acotaron, añadiendo: "Y será el precio de referencia que se aplicará luego al resto del consumo, incluyendo casas de familia".
La administración mantendrá discusiones separadas acerca del precio de la electricidad entre las generadoras y las industrias. "Allí el proceso es algo más complejo, porque el mercado opera con precios más diferenciados, pero se seguirá el mismo mecanismo", agregaron.
El ente regulador del gas Enargas convocó a una reunión pública para el 3 de junio destinada a discutir los aumentos tarifarios. Los productores están solicitando un aumento de hasta un 180% en el precio pagado por los transportadores de gas con el fin de compensar el impacto de la devaluación del peso sobre los ingresos. "Habrá que ver qué sucede", observaron los expertos, añadiendo que están de acuerdo con Enargas en que el precio futuro del gas pagado por los consumidores debiera depender de su nivel de consumo. La renegociación de los contratos se tratará luego de las negociaciones de los aumentos tarifarios, según se informó.

Una licitación muy cuestionada

Con el objeto de potenciar la seguridad del sistema de transporte, la Secretaría de Energía lanzó mediante la resolución número 1 un plan financiado con los recursos acumulados en las denominadas cuentas Salex, que se nutren con la menor remuneración que reciben los generadores del Comahue a modo sancionatorio por no haber encarado obras de expansión en alta tensión.
Sólo en el caso del corredor Comahue se acumularon por ese concepto 290 millones de pesos, de donde saldrán 82 millones que se asignarán a la compra de transformadores, sistemas de compensación de potencia reactiva y protecciones por instalarse en puntos débiles del sistema, como Bariloche o Romang.
Realizada la apertura de ofertas recibidas en la licitación oficial surgió que los proveedores como Faraday o Lago, cuyas cotizaciones fueron expresadas en pesos y no en dólares, resultaron superados por otras firmas como ABB, del Brasil, cuyo precio de un transformador fue un 25% menor que el ofertado por firmas nacionales, pero sugestivamente también un 50% mayor que la oferta de Siemens Brasil.
A la hora de explicar la brecha de precios que hay entre la industria nacional y su competencia extranjera, que amaga con convertir a las fábricas locales en convidados de piedra en esa licitación, se precisó que a la falta de capital de trabajo se sumó una inconsistencia en el pliego oficial que dio paso a que los proveedores externos resulten beneficiados con diferencias de cambio y tasas de interés que hacen presumir la existencia de maniobras de dumping.
Esa circunstancia que viabilizó la norma oficial fue determinante para que la industria nacional se quedara sin órdenes de trabajo. Otra de las facetas más llamativas obliga a reparar en que en esa licitación se presume haber invitado a empresas líderes que, sin embargo, fueron proveedoras de sistemas de protección que dejaron a medio país sin luz el 24 de noviembre último.
Al analizarse la baja participación lograda en esa licitación por la industria local, el presidente de Nucleoeléctrica Argentina, Eduardo Messi, confirmó que cuando se le adjudicó a Faraday la fabricación de un transformador para Atucha I se le exigieron cuatro años de garantía y una supervisión técnica de Alston.

   
   
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