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Finalizado el conflicto bélico en Irak, Estados Unidos se enfrenta ahora a un problema estratégico mucho más complicado: la posguerra. El escenario que se presenta en el terreno conquistado es bastante complejo, tanto desde el punto de vista político como económico.
En el primer caso, el gobierno norteamericano no está en condiciones de imponer un gobierno pro-occidental sin asumir altos costos por esta acción. Las multitudinarias movilizaciones chiítas de los últimos días dan cuenta de estos conceptos.
En el plano económico, las cosas no son menos complejas. Distintos analistas coinciden en señalar que se necesitarán fuertes inversiones para volver a las históricas exportaciones de crudo que tenía Irak y, obviamente, mayores serán los fondos para bombear de estas tierras los 3,5 millones de barriles diarios que pretende Estados Unidos obtener para poder estabilizar los precios del crudo en valores compatibles con el desarrollo de las economías industrializadas.
Estos valores programados por la administración de George W. Bush se ubican entre los 18 y 22 dólares. Pero los pronósticos no son del todo alentadores como para pensar en un precio del barril en este rango, por lo menos, para lo que queda del año. En general, los analistas internacionales coinciden en señalar que para el 2003 los valores promedio del crudo se ubicarán entre los 25 y 30 dólares por barril.
"Las perspectivas sobre la reanudación de las exportaciones petroleras iraquíes son mínimas antes de agosto", asegura un informe de la revista especializada Middle East Economic Survey (MEES).
La publicación subraya que la prioridad es "instalar en Bagdad una administración para el sector petrolero" si se quiere acelerar el proceso de exportación de crudo desde la segunda reserva mundial. El problema radica en cómo van a tomar esto los iraquíes, como así los miembros del cartel de la OPEP.
El precio del barril de petróleo, una semana antes del inicio de las hostilidades, llegó a los 37,8 dólares en el mercado de Nueva York, al concluir la ronda de ayer la referencia del crudo para su entrega en mayo se situó cercana a los 27 dólares, una cotización que se ubica en la banda de los 25 y 31 dólares aceptados por los productores, pero no por todos los consumidores.
Para el gobierno del presidente George W. Bush una baja en cinco dólares del precio del petróleo supone una subida anual entre el 0,2 y 0,3% en el Producto Bruto Interno (PBI), según los cálculos oficiales.
La posibilidades de un precio estable del crudo, para aquellos que apuestan a una baja en su cotización, se basan en el retorno a la exportación de Venezuela, la paulatina normalización interna en Nigeria y la estimación de que en siete meses Irak volvería a exportar a un ritmo de dos millones de barriles diarios.
Sin embargo, un escenario de estabilidad con precios por debajo de los 20 dólares en el mercado difícilmente se pueda dar durante este año.
Por otro lado, es poco probable que Estados Unidos pueda sacar provecho de su ocupación en Irak para extraer la mayor cantidad de petróleo posible.
La administración Bush podría decidir hacer funcionar al máximo la extracción de petróleo en ese país árabe sin tener en cuenta a la OPEP ni a la ONU, lo que provocaría sobreabundancia del producto y haría caer su precio, un escenario ideal para la economía norteamericana. Sin embargo, la mayoría de los expertos considera improbable esta hipótesis, a causa de los numerosos obstáculos jurídicos, políticos y económicos existentes.
"Poco importa quién tiene el control de Irak. Podrían pasar meses antes de que recomience la producción petrolífera del país", estimó Klaus Rehaag, técnico de la Agencia Internacional de Energía.
La opinión es compartida por el presidente del instituto de investigaciones Pira Energy Group, Larry Goldstein. "Irak posee la segunda reserva petrolífera más importante del mundo, y la gente piensa que se puede empezar a producir más de un día para el otro. Se equivocan", dijo Rehaag por su parte. "Se va a necesitar mucho dinero para volver a los niveles de producción de antes de la guerra, y mucho más para aumentarlo", agregó. Estos conceptos confirman que, por ahora, el precio del crudo difícilmente pueda caer por debajo de los 25 dólares el barril, tomado un promedio para el 2003. (J. L.)
U$S 6.000 millones
Expertos del Pentágono estiman que demandará entre uno y tres meses para que Irak reactive su industria petrolera y vuelva a exportar crudo, y una inversión de 6.000 millones de dólares para alcanzar el mismo nivel de producción de 1998.
"Para reactivar el sector es necesario ponerse a trabajar rápidamente y elegir un responsable para esa tarea", sostienen expertos del Pentágono, que proponen para desempeñar ese papel a Philip Carroll, ex administrador delegado de Shell Oil, brazo norteamericano del grupo Royal Dutch/Shell.
Los expertos consideran que la transición política y la reconstrucción de la industria petrolera están íntimamente ligadas, ya que la entrega del nuevo aparato petrolero a manos de los iraquíes será posible sólo cuando haya sido establecido un gobierno interino.
Pero los iraquíes se preguntan ¿para quién serán las ganancias de la producción y exportación petrolera de la primera fase? La Casa Blanca manifestó su intención de poner cuanto antes todos los recursos petroleros del país para financiar, al menos en parte, la reconstrucción iraquí.
Mientras tanto, buena parte del crudo será para la UN, para continuar con su programa humanitario "petróleo por comida".
La OPEP aumenta su oferta
La OPEP sacudió el jueves a los mercados mundiales del petróleo, al anunciar la decisión sorpresiva de aumentar los límites de su producción, cuando lo que se esperaba era que recortara la gran cantidad de crudo que bombeó el grupo antes de la guerra liderada por Estados Unidos contra Irak. Los ministros de la OPEP acordaron elevar los límites oficiales de la producción de 900.000 barriles por día (bpd), a 25,4 millones de bpd, una medida que entrará en vigencia a partir del 1 de junio y se aplicará a todos los países miembros del grupo de 11 naciones, menos a Irak.
El techo nuevo es apenas 100.000 bpd inferior a la estimación de la producción promedio de las 10 naciones durante febrero y marzo, de 25,5 millones de bpd.
En ese período, Irak produjo 1,9 millones de bpd, de acuerdo con los representantes de la OPEP.
Los ministros trataron de presentar la decisión como una reducción de dos millones de bpd sobre la producción promedio total del período, incluyendo a Irak, de 27,4 millones de bpd. Pero éste se vio forzado a salir del mercado por la paralización de sus operaciones petroleras ante la invasión estadounidense iniciada el 20 de marzo, y el jefe de la delegación de Nigeria en la OPEP, Rilwanu Lukman, admitió que la oferta de los otros no cambiará mucho.
Los operadores del mercado del crudo no consideraron la decisión del jueves como un recorte del abastecimiento.
"Esto es puro humo y espejos", dijo el operador Nauman Barakat, de la firma Fimat International Banque en Londres. "Arabia Saudita parece estar tomando una cuota mayor (del mercado del crudo) antes del retorno de Irak", agregó el operador.
Sin embargo esta decisión repercutió sobre los precios y el crudo terminó la jornada levemente por encima de los 25 dólares. La de la OPEP "es una decisión altamente confusa, envía un mensaje muy confuso al mercado", dijo por su parte Raad Alkadiri, de Washington"s Petroleum Finance Corp. "Parece como si ellos hubieran excluido la posibilidad de que vuelva el petróleo de Irak antes de junio, y de hecho estuvieran compartiendo entre ellos la porción de Irak en el mercado", agregó.
La decisión del jueves de la OPEP es una buena noticia para los países consumidores de crudo, que han sufrido porque los elevados precios del petróleo afectaron su crecimiento económico.
El jueves, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico dijo que el precio alto del combustible era uno de los factores que perjudican la recuperación de la economía mundial. |
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