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La guerra encabezada por Estados Unidos contra Irak ha abultado los bolsillos de las compañías petroleras de Occidente este año.
La mayor de esas empresas, Exxon Mobil Corp, ganó durante el 2002 cerca de 2,5 millones de dólares diarios más, antes de impuestos, por cada dólar de prima de guerra por barril, esto es, el valor adicional que el mercado le dio al petróleo debido a la incertidumbre sobre los efectos de la guerra en la oferta mundial de crudo.
Sin embargo, varios expertos y fuentes de la industria prevén que los tiempos futuros serán más difíciles y consideran que hay pocas perspectivas de que Irak, después de la guerra, sea un paraíso para el sector.
Los precios de las acciones de las compañías petroleras ya tienen incluido un valor mucho más bajo del crudo que el registrado este año, de un promedio de 31 dólares el barril. Todavía peor para las compañías y quienes invierten en ellas: las empresas petroleras están altamente valuadas en relación con otros sectores de la Bolsa. Esto, a pesar de que los precios de sus acciones se debilitaron con el resto del mercado y se están negociando a mínimos de cinco años.
Las perspectivas de un crecimiento de la producción también son sombrías. Pese a los intentos de los últimos años por romper el molde, ninguna de las tres mayores firmas de energía del mundo: la estadounidense Exxon Mobil, la británica BP y la anglo-holandesa Royal Dutch/ Shell pueden ahora ofrecer un crecimiento en la producción de gas y petróleo de más de un 3% al año. La mayoría del ahorro de costos disponible y de la actividad de fusión que produjo resultados al comienzo del siglo XXI ya surtió efecto y la nueva producción a bajo costo es cada vez más difícil de encontrar, debido a que los campos tradicionales de exploración están disminuyendo. BP abandonó el año pasado su objetivo de crecimiento en la producción anual de entre 5,5 y 7,0%. No ha reducido sus proyecciones de gasto de capital, porque son cruciales para el rendimiento de inversiones a largo plazo. "Ninguna de las grandes firmas petroleras encuentra algo barato para desarrollarlo", dijo Peter Hitchens, analista de la firma francesa Cheuvreux.
"Los nuevos campos son costosos. En las plataformas mar adentro del oeste de Africa están perforando en cinco kilómetros bajo el agua. En las aguas profundas de la zona estadounidense del golfo, la producción sólo está reemplazando los campos tierra adentro que se están agotando. Aumentar la producción con un manejo efectivo de los costos es difícil para todos, menos para los países de Oriente Medio que son miembros de la OPEP", explicó Hitchens. Por lo tanto, a las empresas petroleras les encantaría entrar libremente a Irak, que tiene la segunda reserva en tamaño del mundo y un potencial demostrado de producción a bajo costo.
Sin embargo, las perspectivas de que Irak pueda producir después de la guerra fuertes ganancias inmediatas para Exxon y para sus rivales ya han sido descartadas por expertos y fuentes de la industria. "Nadie se atrevería a estar despilfarrando después de una guerra que ni siquiera tuvo el respaldo de las Naciones Uni-das", dijo una fuente de BP.
Su presidente ejecutivo, John Browne, hizo recientemente alarde de que todavía tiene en su posesión datos que se remontan a épocas de exploración en Irak en la década de los "50. "Podemos ver a los Halliburton y los Schlumberger entrando en escena a extinguir los incendios y restablecer la producción, pero probablemente pasarán varios años antes de que algún tipo de soberanía esté intacta para que los gigantes petroleros entren", dijo Browne. Fuentes de las tres gran-des esperan que las relaciones que ha desarrollado Irak con la cuarta petrolera del mundo, la francesa TotalFinaElf, queden canceladas en caso de un cambio de gobierno, lo que dejaría gran parte de la producción disponible a las firmas angloamericanas.
Expectativa de precios altos en el petróleo
Comienzan a descartarse algunos de los escenarios para el precio del crudo planteados previamente al conflicto bélico en territorio iraquí.
Los pronósticos de una guerra corta ya no están dentro de los planes de los analistas del mercado, lo que impulsó el precio del petróleo esta semana por encima de los 28 dólares el barril.
"Dos factores están influenciando el mercado: el que el potencial del crudo iraquí no pueda estar disponible por más tiempo del previsto y las mermas de las exportaciones nigerianas", dijo el analista Adam Sieminski en un informe del Deutsche Bank.
Para los especialistas del sector, Irak estará en condiciones de recuperar una producción superior a los 3 millones de barriles diarios de petróleo sólo dentro de tres años. Esto significa que, por lo menos en lo que resta del año, los precios se mantendrán en valores sostenidos hasta que se recupere el abastecimiento de crudo en el mercado internacional.
"Los precios cayeron antes de la guerra porque se preveía que el petróleo extra de la OPEP reforzaría los bajos inventarios y que el conflicto sería de corta duración con una regulación en el abastecimiento del mercado", dijo el especialista Leo Drollas, del Centro para Estudios Energéticos Globales de Londres.
En Nigeria, por su parte, los enfrentamientos entre el grupo étnico Ijaw y los militares, en anticipación a las próximas elecciones del 19 de abril, mantenían detenida la producción de 800.000 bpd de la capacidad total de 2,2 millones de la nación africana, miembro de la OPEP.
Un portavoz del Estado del delta dio que los líderes de los grupos étnicos habían acordado después de una reunión con el gobernador decir a sus combatientes que depusieran sus armas.
Por otra parte Estados Unidos mostró volúmenes ligeramente mejores de los inventarios de crudo frente a los mínimos de 27 años a los que descendieron recientemente. Los inventarios crecieron 3,7 millones de barriles, a 273,9 millones, en la semana que terminó el 21 de marzo. |