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Río Negro apuesta ahora a otras cuencas

En marzo del año que viene, cuando se abran los sobres con las ofertas económicas de la cuarta ronda licitatoria de áreas provinciales, Río Negro habrá completado todos los pasos de su Plan Exploratorio Hidrocarburífero 2005-2007. Esta última etapa contiene un doble desafío: poder adjudicar los bloques declarados desiertos en concursos anteriores y, sobre todo, buscar recursos en dos cuencas sedimentarias hasta ahora improductivas.

Argentina tiene una veintena de cuencas pero sólo cinco están en producción. En muchas se hallaron hidrocarburos pero no en cantidades comerciales.

Varias de esas cuencas están en el mar y forman parte de un plan exploratorio mucho más ambicioso, encarado por la empresa del Estado nacional Enarsa, la brasileña Petrobras (líder mundial en el "off-shore") y la española Repsol YPF.

En territorio rionegrino hay dos cuencas más, además de la Neuquina, que llega hasta la zona del Alto Valle, en el este, y de Catriel en el sur de la provincia.

Esas cuencas son las del Ñirihuau, en el noroeste, y la del Colorado, en el este de Río Negro.

Lo que se licitará en la cuenca del Ñirihuau es el bloque que lleva el mismo nombre. Tiene una superficie de 5.360 kilómetros cuadrados.

La cuenca de Ñirihuau va desde el lago Nahuel Huapi, en la provincia de Río Negro, hasta Esquel, ya

en Chubut, y desde Río Chico/Gualjaina en el límite oriental hasta los 71º 30' de longitud oeste, según se lee en la información de la Dirección de Hidrocarburos de la provincia.

Se trata de un sector denominado de frontera para la exploración de hidrocarburos. De todos modos, "la manifestación de petróleo dentro de su ámbito constituye un rasgo reconocido en la actividad desde principios del siglo XX".

La reseña indica que "las primeras actividades conducentes a la exploración y producción de petróleo se llevaron a cabo en el manadero ubicado en las nacientes del arroyo Las Minas, al sur de San Carlos de Bariloche, donde se obtuvo una escasa producción a fines de la década de 1910 y principios de 1920". Se trata, como se ve, se campañas rudimentarias. Las realizó la Compañía Chileno-Argentina a través de la perforación de cuatro pozos entre 1916 y 1922.

Las perforaciones se realizaron y, "lógicamente, fueron ubicadas rodeando el manantial de petróleo. Estas labores no alcanzaron los 100 metros de profundidad y no se han hallado datos estadísticos de su corta producción de petróleo", dice la reseña.

Más tarde intervinieron YPF, Esso Argentina y Pluspetrol.

La entonces empresa estatal de petróleo perforó dos pozos exploratorios en 1933 y 1935: Ñirihuau 1 y Ñirihuau 2. Muchos años después, entre 1984 y 1985, Esso intentó con tres pozos más, uno de los cuales se encuentra dentro de los límites provinciales.

Hay estudios gravimétricos terrestres y cobertura sísmica. Este bloque "posee 434 kilómetros de sísmica 2D, efectuados entre 1982 y 1984".

En la otra cuenca, la del Colorado, las cosas son distintas porque en el área a licitar, General Conesa, casi no hubo actividad. Tiene 9.903 kilómetros cuadrados y se localiza aproximadamente a 20 kilómetros al oeste de Viedma. En 1960 Shell perforó cinco pozos de "estudio estratigráfico en el área", llegaron al basamento, pero las perforaciones "resultaron de escaso interés petrolero".



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