>
De paseo por el Norte

La fiesta del gasto también incluye viajes para productores y funcionarios.

Qué paradoja. Mientras en el Valle muchos productores "hervían" por la falta de liquidaciones de su fruta, por no saber qué respuesta tendrán de los empresarios para esta temporada y por la "debilidad" del gobierno rionegrino que no hace valer leyes como la de Contractualización Frutícola, un grupo del sector público y privado (chacareros incluidos) viajaba por países del Norte, unido, como si nada. Y por casi nada.

La llamaron "misión frutícola", pero más acorde habría sido llamarla "misión política" porque en la lista de viajeros aparecían más funcionarios que gente vinculada directamente al sector. Ni siquiera eran los más representativos los dos enviados por la Federación de Productores. Fueron Mirta Eberhardt y Osvaldo Calvo, dos dirigentes que no viven sólo de la fruticultura. Ella es arquitecta y él abogado.

El equipo lo integraba una quincena de personas. Fueron: por la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), Marcelo Loyarte; por la Secretaría de Fruticultura, Carlos Colavitta, Pablo Moratti, María Ángela Aramburu e Hipólito Ibarra; por Río Negro Fiduciaria, Raúl Calafel; por el Poder Legislativo, Bautista Mendioroz, Viviana Cuevas y León Rodríguez; por CFI, Carlos Piedrabuena y Lilia Andrada. Hubo además un coordinador en México y otro en Estados Unidos.

Estuvieron unos quince días recorriendo algunos sectores de México y subieron luego hasta California y Washington.

"El Mercado Central mexicano tiene como objetivo central y estratégico servir de vínculo entre la producción y el consumo mediante el acopio y comercialización de productos agrícolas transformando una oferta muy heterogénea en productos clasificados y seleccionados por estándares de calidad y acondicionamiento", decía un parte de prensa en el que se daba a conocer algo de la agenda del grupo.

Datos, algunas entrevistas, qué hacen los productores y empacadores allá, cómo y cuánto comercializan, el rol del Estado, alguna voluntad de intercambio... Pero, al menos en lo que se informó, no surgió nada destacado o distinto de lo que podría adquirir cualquier chacarero que se interesara por el tema y buscara información en internet.

Se estima que el recorrido entre pasajes y estadía tuvo un costo de entre 100.000 y 150.000 dólares. ¿Era necesario?, ¿con qué fuerza e independencia puede reclamar la Federación ante los empresarios y el mismo gobierno si se une en un viaje de estas características?

Poco serio para una organización que dice representar al chacarero. (AC)



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí