ROCA (AR).- La sensación general que quedó en el 'Maiolino' luego del pitazo final fue de ambigüedad. El 1 a 1 ante el escolta Liniers le permitió a Deportivo Roca conservar el invicto, pero la imagen podría haber sido otra si el equipo de Alberto Saldico no hubiera desperdiciado gran parte del primer tiempo.

Claro que hubo explicaciones, válidas por cierto. En la primera media hora, el 'Beto' se vio obligado a introducir dos variantes que no estaban en los planes. Sólo 10' duró Carlos Arancibia en el campo (contractura en la parte posterior del muslo) y a Horacio Gutiérrez, su reemplazante, le costó casi todo un tiempo meterse en el partido.

A los 30' Franco Dalmao tuvo que ingresar en lugar de Ariel Santos (se resintió de su contractura en el aductor) y recién en la segunda parte se animó a hacerse patrón en el medio.

Hasta ahí, Roca sólo rompía la monotonía cada vez que Diego Napolitano le ganaba el duelo a Patricio Mángano, su estampilla en gran parte del juego. A los 5', el '10' tuvo la primera, pero Echeverría respondió sacando por arriba. Recién a los 25 el 'Depo' volvió a llevar peligro, pero el '1' del 'Chivo' evitó que David Napolitano, una de las figuras, abriera el marcador.

Antes de que se vaya la etapa, Hernán Rossel lo probó a César Velázquez, que respondió con eficacia. Fue la única clara de Liniers en los primeros 45'.

La mejor cara del partido se vio en el complemento. Roca salió con otra actitud de los vestuarios y a los 15', tras una gran jugada colectiva, Franco Bellegia estrelló en balón en el palo. Pero casi como una fatalidad, en la jugada siguiente, Liniers agarró mal parado al fondo local y

Franco Pulgar, con un derechazo seco, puso el 1-0.

A Roca le costó unos minutos recuperarse y estuvo a punto del 0-2, sino fuera porque Velázquez le sacó el gol a Iván López.

Sin embargo, la entrega y el fútbol de David tuvo su premio, y a los 25' en gran jugada, el menor de la dinastía le sirvió el gol a Pablo Bocco para el 1-1.

En el último tramo del partido, se vio lo mejor del 'Naranja', que buscó por todos los medios el desequilibrio. Estuvo cerca, pero el tiro del final en los pies de David dio en el palo, negándole la victoria al líder, que a pesar de la igualdad, mantuvo los siete puntos de ventaja.