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El \"partido-Estado\"

"El sistema político neuquino está marcado tanto por la persistente hegemonía del partido provincial como por la debilidad de los partidos de la oposición. Como puede esperarse, esto tiene consecuencias significativas en el contexto institucional de la sociedad neuquina. La más importante de ellas consiste en que los sectores no dirigen sus demandas al Estado sino a un verdadero partido-Estado. El rígido control que el MPN ejerce sobre el Estado provincial una Legislatura y una Justicia adictas son claros ejemplos, a lo que debe añadirse la vocación de dicho partido de hegemonizar distintos espacios de la sociedad civil, determina que el contexto institucional se encuentre atravesado por una antítesis fundamental: quienes apoyan al gobierno del partido-Estado y quienes no lo hacen.

Por supuesto, el mundo sindical no escapa a este panorama, siendo que todas estas organizaciones deben negociar con el partido-Estado la resolución de sus demandas. Existe, no obstante, una diferencia sustantiva entre las organizaciones que mantienen una postura de oposición al partido-Estado y aquellas dispuestas a concederle apoyo político a cambio de la satisfacción de reclamos puntuales. Nos referiremos a las primeras como sindicatos radicalizados y a las últimas como sindicatos pragmáticos". (Fragmento del capítulo 5)



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