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ECOS DE LA HELADA
A PESAR DE LOS PRONÓSTICOS, HAY ESPECIES QUE "ZAFARON" DEL FENÓMENO Y OTRAS A LAS QUE HABRÁ QUE SEGUIR ESPERANDO.

A NO ASUSTARSE

 

Creo que no debiéramos preocuparnos por los eucaliptos del "canalito" roquense o de las avenidas neuquinas, por ejemplo, porque el espesor de sus cortezas seguramente ha preservado la mayoría de sus tejidos. No es el caso de los plantados recientemente.

En los arbolitos de menos de cuatro años, que son todavía muy pequeños y con cortezas delgadas, el frío puede haber penetrado hasta el "caracú" y dañado seriamente algunos sectores. No lo podremos saber con certeza hasta mediados o incluso fines de noviembre, fecha para la cual ya deberían mostrar una nueva brotación.

La preocupación de mucha gente por la salud de estos árboles, deriva seguramente del aspecto que presentan, con la mayoría de su follaje de color ceniciento y cayéndose. Se observan casos en que esta caída de follaje es intensa, pero no es para asustarse y si para "renegar" si el árbol está en un parque o cerca de una pileta, porque habrá que barrer y limpiar a gran escala.

En realidad todos los árboles y arbustos que denominamos de hoja perenne, de los que los eucaliptos forman parte porque mantienen su follaje durante el invierno, tiran parte de sus hojas cuando comienza la primavera, para reemplazarlas por la nueva "vestimenta". Esta defoliación es más intensa a causa de la helada y se va a observar también en los aguaribay (o "gualeguay", como lo conocen algunos).

Será cuestión de tener un poco más de paciencia.

LOS CEIBOS

Si hay un árbol sindicado como sensible a heladas, ése es el ceibo (Erithrina crista-galli)... pues en nuestra región, en inviernos normales, pierde su follaje y algunas ramas tiernas, pero en líneas generales "se las banca" y rebrota desde la corteza más vieja que, a modo de un corcho, protege sus tejidos.

La gran incógnita era qué pudo haber pasado este año y ya estoy en condiciones de dar los primeros indicios ... "¡zafaron!". Así que "tenga mano" con la poda apresurada.

La primera comprobación la tuve en un jardín de los altos de Neuquén, calle Del Trabajador casi Bouquet Roldán (en las cercanías de un hipermercado), donde el 4 de este mes pude observar los primeros brotes. Pensé que sería porque el aire caliente tiende a subir, por lo tanto presumiblemente en los sitios altos las heladas fueron menos intensas.

Pero mi sorpresa se trasformó en incredulidad cuando observé una hilera de ceibos plantados en una chacra roquense a la vera de la Ruta 6 y que ya he mencionado anteriormente bajo el título de "Porfiado como bocha chueca", definiendo a su propietario que, a despecho de lo que dice la "cencia", se atrevió a plantarlos y a disfrutarlos por ya varios años.

Pues bien, también ellos están rebrotando, a pesar de que no han tenido ningún tipo de protección, más allá de lo que la "madre naturaleza" les ha dado y que por lo visto fue suficiente para mantenerlos con vida.

Esto confirma de algún modo lo que había leído de su resistencia. Consignaba unos 8º C bajo cero ... rectificando entonces ... 14º C bajo cero ... y que su dueño siga disfrutando de ellos por muchos años más.



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