En Jujuy, en el noroeste argentino la vida sigue siendo marcada de muchas maneras por las tradiciones que se remontan cientos de años atrás y la región impresiona con un paisaje que roba el aliento, un aura espiritual y una simplicidad increíblemente hermosa que nos recuerda lo que realmente cuenta en la vida. Cuando dos empresarios y amigos compraron una casa de campo antigua y tradicional en el pequeño pueblo de Tilcara, ubicado en Jujuy, sobre la Quebrada de Humahuaca, su objetivo principal en lo que respectaba a la renovación fue respetar lo más posible la arquitectura tradicional de la zona, con profundas raíces en los tiempos coloniales. Sin dudar, convocaron a Carlos Gronda y Arturo de Tezanos Pintos, dos arquitectos y diseñadores nacidos y criados en Jujuy, que comprendían la mentalidad y el carácter de la zona. Juntos, además, timonean Usos, una compañía de diseño de muebles jujeña, que se ha erigido como una de las marcas más interesantes del panorama nacional. “Aquí, en Jujuy, las casas siempre han sido muy simples desde los tiempos coloniales: desde las viviendas de los conquistadores ricos hasta las de las familias pobres,” explica Carlos Gronda. Lo que quedaba de la casa original no era más que una carcaza y además de reconstruir la parte antigua, querían también agrandar la propiedad e introducir algunos cambios. Conseguir el material para la ampliación no fue problema. Todas las casas en la zona se construyen con piedra y arcilla, y ambos materiales son provistos por la Madre Naturaleza. “Respetamos el carácter de las casas coloniales: todas las habitaciones se abren al patio interior, no hay conexión directa entre ellas,” dice Gronda. Se hizo una excepción con la cocina, que tradicionalmente se construía siempre aislada del living, pero los dueños querían tenerlas integradas para tener un fácil acceso y la oportunidad de mantener conversaciones mientras se prepara la comida. Por eso, diseñaron un área integrada por living, comedor y cocina (con su pequeña cave), un espacio único en el cual living y comedor están separados por una chimenea de doble frente. Además, la propiedad de 140 m2 cubiertos cuenta con otros cuatro dormitorios en suite. En cuanto al interior, también lo han mantenido simple, en términos de materiales y de decoración. Los cielo rasos están hechos de caña de azúcar, otro rasgo típico de la zona, y usualmente se pintan de colores fuertes para mantener alejados a los mosquitos. Los pisos en los dormitorios son de cemento alisado y los del living y el comedor, de arcilla quemada, que es muy resistente y las paredes están pintadas a la cal. En el tema mobiliario, los arquitectos siguieron la misma línea y han dejado los cuartos relativamente vacíos. Han colocado únicamente algunas piezas de gran estilo y muebles expresivos, todos diseños propios bajo la griffe “Usos”, cuya exclusividad se ve subrayada aún más por la atmósfera minimalista. Ambos buscaron la inspiración para sus colecciones por todo el mundo y han integrado varios componentes modernos en sus piezas, especialmente en lo referente al diseño. El uso de los materiales, sin embargo, refleja claramente su infancia en Jujuy, y sus conocimientos acerca de los materiales. El área social es la más simple, sin nada superfluo. Sin embargo, poseen un fuerte encanto que los arquitectos han creado simplemente al introducir, algunos de sus muebles, mantas bolivianas hechas a mano, que se usan para cubrir la mesa en el comedor. Por ultimo, queda comprobado que los arquitectos y los dueños tuvieron razón al mantener en su proyecto los rasgos tradicionales de las casas de la región noroeste argentina. Toda la propiedad, tanto por dentro como por fuera, posee una tranquilidad que es casi imposible de hallar en estos tiempos ajetreados, la cual, como se puede comprobar luego de pasar algunas horas en este lugar casi mágico, se transmite suavemente al interior del visitante, haciéndolo sentir relajado y feliz. Más fotos de otras habitaciones y exteriores de esta casa en www.rionegro.com.ar/blog/eh
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