Los creadores de Las Vistillas, el arquitecto Raimundo y su esposa, la arquitecta Stella Flah, admiten que su casa en La Pedrera, en Uruguay, tiene dimensiones modestas: poco más de 50 m2 cubiertos. Está compuesta por living, comedor y cocina integrados que forman 30 m2. Un dormitorio baño y vestidor que suman otros 21 m2. Construida con un gran techo de hormigón que toma toda la casa, teniendo todas las vigas invertidas, lo cual permite ocultarlas. La altura de la losa de la casa no esta interrumpida por ningún elemento estructural, de manera que las carpinterías no tienen la altura normal de 2,10 sino de 2,60, permitiendo que lleguen de piso a losa. Todo en función de ganar visuales y no interrumpirlas por ningún elemento estructural.Todas las paredes son blancas. La iluminación es la misma en todo el interior, con artefactos chicos para no interrumpir el cielo raso. Los pisos son de cemento gris con junta de granito para evitar el cuarteado. El cortinado blanco y bien simple.Los muebles fueron diseños que nacieron del mismo estudio. Pensando principalmente en la funcionalidad, crearon todos los muebles como un juego de módulos que permiten armarlos afuera o adentro, separarlos o unirlos según la necesidad y el uso que se le quiere dar. Son de madera teñida de negro, mismo color usado para las puertas, para crear una unidad en todo el interior.La chimenea, con estructura de chapa, fue un tema de debate a la hora de proyectar “mientras diseñábamos el hogar dio vueltas por toda la planta, hasta que le encontramos su ubicación”, explican. Se colocó en el living, pero sin tener protagonismo. “La historia no era armar un lugar alrededor del fuego sino que el fuego estuviera a merced de la necesidad de uno. No es el centro, ni el foco de atención, el espacio esta armado en pos de las visuales”. Un mismo concepto que se repite en todos los ambientes de la casa.Este living se integra con el comedor y la cocina. El comedor se pensó como una gran barra de cemento alisado que nace a partir de un bloque del mismo material que sirve para ocultar la heladera. El dormitorio y el baño, responden al mismo concepto de simpleza, diseño y funcionalidad. Sin olvidar, en ningún ambiente, el maravilloso entorno que se puede observar desde cualquier rincón de la casa”. ¿Qué fue lo que más les gustó? “Haber logrado tener el tema de las visuales y orientaciones cubriendo todos los puntos cardinales”, cuenta Stella Flah. Durante el día, la costa del lago, los movimientos sinuosos del terreno, los bosques, el mar, el campo y los distintos tonos de verde. Por la noche, la inmensidad del cielo, la intermitencia de los faros del Cabo y de La Paloma con sus luces nocturnas y de fondo únicamente el ruido del mar. Uno de los lugares mas bellos y puros de la costa uruguaya”. Tanto Raimundo como Stella coincide en una misma frase que habla de lo orgullosos que están con el resultado: “Esta casa tiene todo de nosotros como diseñadores, esta es nuestra arquitectura. La hicimos para nosotros con mucho cariño y representa todo lo que queríamos. Salió perfecto”.