Sandra Avila Beltrán, detenida hace poco, tiene el dudoso privilegio de ser pionera como "capo" de los machistas cárteles de la droga en México.

En la década de los '80, algunos expertos en el crimen organizado solían bromear diciendo que el Cártel de Cali era "la única transnacional exitosa de América Latina". Como empresa que entre sus actividades debe secuestrar y matar, además de enredarse en peligrosas "vendettas", generalmente sus cuadros "gerenciales" rara vez están ocupados por mujeres. Por eso, Sandra Avila Beltrán, la llamada "Reina del Pacífico", ocupaba una posición inusual para una mujer en las altas esferas del narcotráfico en México, aseguró un alto funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP).

"En los niveles operativos de las organizaciones criminales hay participación de hombres y mujeres, pero en estos niveles en los que operó Sandra Avila realmente pues es casi inédito, es un garbanzo muy grande", dijo el subsecretario de la SSP, Patricio Patiño, a propósito de la detención la semana pasada de la mujer que se encontraba en la lista de los delincuentes más buscados.

Además de Avila Beltrán, sólo otra mujer había sido mencionada como parte importante de las estructuras directivas del narcotráfico: Enedina Arellano Félix, hermana de quienes son señalados como líderes del Cártel de Tijuana.

Tras la detención en agosto del 2006 de Francisco Javier Arellano Félix, "El Tigrillo", por autoridades estadounidenses, expertos han coincidido en que Enedina habría pasado a ser el cerebro y cabeza del Cártel de Tijuana.

Aunque tras ser detenida Avila se describió como una ama de casa y comerciante, Patiño aseguró que la "Reina del Pacífico" se encargaba de las finanzas de algunos grupos de narcotraficantes e incluso de manejar la logística para el trasiego de algunos cargamentos de droga desde Colombia.

Su actuación estuvo siempre ligada a su pareja sentimental, el colombiano Juan Diego Espinoza Ramírez, alias "El Tigre", considerado el representante en México de Diego Montoya, alias "Don Diego", cabeza del Cártel del Norte del Valle y detenido recientemente en Colombia. "El Tigre" fue detenido unas horas después que Avila y ambos podrían ser extraditados a EE. UU.

Patiño dijo que la "Reina del Pacífico" es parte de una familia que por tres generaciones se ha dedicado al tráfico de drogas, y entre las personas con quienes tiene vínculos sanguíneos se encuentran Rafael Caro Quintero, Miguel Angel Félix Gallardo y Juan José Quintero Payán, este último extraditado a Estados Unidos en enero.

Avila tenía relación con los cárteles mexicanos de Juárez y Sinaloa e incluso contactos en la ciudad fronteriza de Tijuana, sede del cártel rival de los Arellano Félix. "No es en balde el apodo de la 'Reina del Pacífico'; es toda una red de trasiego que se fue generando en todos estos puntos y con vínculos hacia Colombia que fueron haciendo una sólida cadena de narcotráfico", dijo Patiño.

La mujer tenía registradas 228 propiedades en todo México, muchas de ellas con nombres falsos. Patiño dijo que algunos de los nombres con los que se identificaba eran Sandra Avila López, Carla Orozco, Pamela Fuentes, Andrea Medina, Sandra Luz Arroyo, Patricia García y Daniela García.

La red que tejió Avila comenzó a ser investigada en diciembre del 2001, cuando las autoridades se incautaron de 9,5 toneladas de cocaína en el puerto de Manzanillo, en el Pacífico. Avila fue la encargada de la logística para traer esa cocaína desde Colombia.