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FRESCURA Y ALEGRIA

Gabriela Coniglio y Javier Arbonés continuarán la tarea de Daniel Costanza con el coro. Y a coro niegan ser sus sucesores. Trabajo, aprendizaje y respeto son los compromisos que asumen para la etapa que se abre de aquí a diciembre, cuando sea la partida. Hasta entonces, Costanza acompañará la transición.

En un alto del penúltimo ensayo en la Casa del Coro, responden todavía conmocionados por la noticia. "Estoy enferma, tengo problemas en la voz", dice Gabriela, "muy conmovida, contenta con el proyecto de Daniel, pero es una despedida".

Y Javier, entrecortada la voz por el llanto, dice: "Es un amigo que se va lejos, lo podemos visitar, pero me di cuenta estos días de que no voy a volver a cantar. Estoy abrumado por todo lo que nos está pasando".

Acuerdan con que Costanza es más que un director de coro. "Es un virtuoso. La música lo va a extrañar y atrás todos los que pudimos disfrutar de su música" (Arbonés). "Tiene una energía muy particular, llevó adelante proyectos coherentes y ambiciosos, no sólo en lo musical" (Coniglio).

Puestos a pensar en algo musical que lo identifique, dudan un instante, se miran y coinciden: "Es un scherzo, un divertimento lleno de frescura y alegría, no liviano y a la vez con algo trágico". (MR)



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