Cipolletti jugó mal pero encontró el empate en el final.

CIPOLLETTTI (AC).- Fue una de las presentaciones más flojas del "Albinegro" en la Visera de Cemento, pero la emotividad del empate en el último minuto dejó la sensación de que el punto no fue tan malo y sobre todo teniendo en cuenta que el puntero perdió y el resto de los de arriba también igualó.

Cipolletti fue un equipo lento, con pocas ideas en ataque, impreciso con la pelota y con problemas para imponerse a un mediocampo de Juventud que se acomodó mucho mejor al partido. Por eso no extrañó que el visitante se pusiera arriba en el marcador.

Lo salvó la entrega de un equipo que dejó hasta la última gota de sudor y encontró una pequeña alegría en la última bola, con el siempre oportuno aporte de Hugo Prieto que en tiempo de descuento sacó un latigazo inalcanzable para Alvaro Vázquez, una de las figuras del partido.

Las imprecisiones de los primeros minutos comenzaron a pintar lo que sería el equipo a lo largo de todo el encuentro.

Encima no podía hacer pie por el sector derecho, lugar elegido por Juventud para apuntalar todos sus avances. Es que Leonardo Larenas erró más de lo que acertó, perdió casi siempre en la marca y tampoco pudo aceitar los relevos con Roberto Muñoz.

Sólo la movilidad de Bruno Weisser hacía pensar en que la cosa podía cambiar de rumbo y más cuando "Pikachu" hizo una gran ju

gada por derecha, con sombrerito incluido, metió el centro al medio del área y Daniel Carou empujó al gol.

Una jugada similar y con los mismos protagonistas cuando promediaba el primer tiempo estuvo a punto de convertirse en el 2-0, pero una gran reacción del "1" visitante lo impidió.

Y la respuesta fue letal, porque en la réplica, el escurridizo Pablo Quiroz escaló por la derecha del albinegro hasta llegar casi al área chica, tocó para Galleguillo, y el enganche fusiló al "Oreja" Ruiz para estampar el 1-1.

Unos minutos después, nuevamente Vázquez ahogó el grito cipoleño al taparle un mano a mano a Oscar Padua, que no tuvo muchas.

La palidez del equipo en el primer tiempo se trasladó al complemento y para redondear una tarde que venía complicada, Cristian Martínez le entregó una pelota exigida a Pablo Pérez y éste cerró mal. Conclusión: Quiroz quedó sólo con la pelota frente a Ruiz, y cuando lo estaba eludiendo, recibió la falta del arquero. Lamolla convirtió el penal para poner el 2-1 y generar un clima de incertidumbre.

A partir de allí Juventud se replegó bien atrás, y Cipolletti desperdició una y otra vez todos sus avances. Hasta que en tiempo de descuento, Prieto metió un derechazo para el recuerdo que le permitió empatar.