El rol del Estado como responsable de bregar por la vivienda de los sectores de menores recursos, y de facilitar la financiación para la compra de su casa a la clase media, fueron los principales ejes de un debate entre distintos actores del sector inmobiliario. En la sede del Centro Argentino de Ingenieros tuvo lugar un debate sobre la vivienda del que participaron el desarrollador Eduardo Gutiérrez, el vicepresidente del Banco Ciudad, Ernesto Selzer, y el presidente de la Sociedad Central de Arquitectos, Daniel Silberfaden. También participaron el titular de la Cámara Inmobiliaria, Carlos Sotelo, la presidenta de ADECUA, Sandra González, y la economista de Estrateco, Evelin Dorsch. Gutiérrez, presidente del Grupo Farallón, dijo que el tema vivienda le duele porque "pasan los años y no se encuentra una solución", ya que la vivienda social para los que menos tienen sólo es atendida por el Estado y la clase media necesita que le subsidien la tasa de los préstamos para poder comprar su casa. Admitió que los desarrolladores actualmente sólo construyen para la clase media alta, que no necesita ningún tipo de financiamiento o subvención estatal. "Como la gente no califica para ser acreedora de un préstamo hipotecario o no puede justificar sus ingresos, no puede acceder a los préstamos hipotecarios", explicó. Dijo además que el tema de la vivienda puede atenderse si se tienen en cuenta los fondos de las AFJP volcados a ese tipo de inversión, con el apoyo del Estado, más la acción de los desarrolladores. Propuso una solución a la "mexicana", con financiación a la demanda de vivienda, donde el Estado fija la zona donde se necesita construir, pone valores máximos y los desarrolladores construyen a riesgo propio. "Sería un cambio cultural fuerte", opinó. A su turno, Ernesto Selzer opinó que "no es necesario que el Estado construya viviendas", sino que "puede ayudar a pagar las cuotas, a través de un subsidio explícito". Citó que el Banco Ciudad cuenta con una operatoria exitosa denominada Casa Ahorro en la que si los inquilinos demuestran su capacidad de ahorro durante 10 meses pueden acceder a un crédito hipotecario. "Hay 6.000 cuentas abiertas" de ese tipo de inquilinos, citó. A su turno, el arquitecto Silberfaden dijo que las actuales viviendas, construidas con códigos que fueron inspirados hace medio siglo, no siempre se adaptan a las necesidades de sus habitantes. Ejemplificó que el 70% de los ancianos se accidenta en el baño, por lo que "las viviendas no están preparadas para gente de la tercera edad". En tanto, Carlos Sotelo, de la Cámara Inmobiliaria, dijo que operadores extranjeros se preguntan "cómo en Argentina subsiste el mercado inmobiliario si el crédito no existe". Dijo que la operatoria que pretendía facilitar la compra de la vivienda a los inquilinos, estos últimos sólo contaban con 40.000 dólares que les dificultó el acceso a la compra. "Acá hay ausencia del Estado, falta de ayuda por parte de los bancos y la construcción está a cargo de los privados los que levantan viviendas con capital genuino", describió. Consideró que cuando la construcción de la vivienda social estuvo a cargo del Estado "fue una mala experiencia porque fueron casas de mala calidad". También se quejó del manejo político de la concesión de la vivienda por parte de los punteros de barrio.
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