la fotografía en Roca siempre tuvo seguidores. Al principio fueron los inmigrantes recién llegados de Europa que trajeron la tecnología y comenzaron a sacar fotos. También eran inmigrantes sus clientes quienes año a año posaban en los estudios de los fotógrafos retratando las novedades para enviar a sus familias que habían quedado en sus países de origen. Una imagen servía para presentar a sus flamantes esposas, a sus hijos e incluso demostrar que les estaba yendo mejor y que habían podido comprar un traje nuevo. Generación tras generación, los acontecimientos familiares daban ocasión a una nueva visita el estudio para que el fotógrafo pudiera tomar las poses de moda en la época. Así nacieron las clásicas fotos de nuestros bisabuelos (ella sentada y él parado detrás) y las de nuestros abuelos (parados uno al lado del otro con la ropa de la boda). Y Cómo olvidar las tomas de los más chicos de las familias: la del bebé desnudo acostado boca abajo sobre unos almohadones flecudos, la de todos los hijos sentados de frente a la cámara, o aquel clásico cuadro en el que dos de los nenes eran retratados en diferentes poses que eran puestas varias veces en diferentes lugares. La fotografía continuó sus avances y poco a poco toda la población pudo tener su propia cámara y fue relegando el trabajo de fotógrafo poco más que para los eventos sociales y las coberturas de prensa. Sin embargo, muchos apasionados por la luz no pudieron ignorar esa pasión y decidieron ser fotógrafos en épocas de olvido. Adrián Alvarez y Viviana Portnoy son roquenses, son fotógrafos y como profesionales han hecho carrera y tienen su merecido reconocimiento. Pero ahora, un poco la casualidad y un poco la necesidad, los llevaron a unirse, trabajar juntos y finalmente realizar una muestra y abrir un estudio de fotografía, una deuda pendiente en una ciudad en crecimiento que había olvidado la importancia de una buena imagen. ”El año pasado a fin de año me salió un trabajo, necesitaba alguien que me diera una mano y se me ocurrió llamarla a Viviana –cuenta Adrián con esa sonrisa eterna que hace parecer que dice chistes aún cuando habla muy en serio–. Ahí surgió que podíamos hacer algo juntos, nos conocíamos pero fotográficamente; o sea, de vista. Pasó el verano y nos llamamos, charlamos y arrancamos”. Así nació la muestra “Retratos de Artistas I” que fue creada como una forma de dar a conocer su trabajo. “La idea fue que la mejor publicidad para nosotros era hacer una muestra –continúa–. Teníamos bastantes temas, surgió el de los artistas locales y empezamos a trabajar. Lo armamos en algunos meses. Estuvo interesante porque nosotros por separado teníamos laboratorio blanco y negro, siempre trabajamos las fotos en blanco y negro y esta vez dijimos pensamos en armar una muestra en digital, sin hacer laboratorio, en color, sin copiar nosotros. Este era el primer trabajo que hacía yo con cámara digital. Lo hicimos, lo mandamos a copiar y nos fue bien”. Les fue muy bien. Las fotografías de algunos de los más reconocidos artistas de la ciudad fue visitada por cientos de personas en las instalaciones de la galería de arte de la Casa de la Cultura. “Para decidir quiénes iban a estar en la muestra hicimos una lista y cada uno eligió al artista que quería fotografiar. Después, cada uno venía con su imagen, nos sentábamos en la computadora y editábamos juntos. Este es un trabajo que vamos a seguir porque cuando hicimos la lista de artistas de Roca nos quedó un listado de mucha gente que queríamos incluir”. “Por eso le pusimos de nombre ‘Retratos de artistas I’ -comienza a animarse Viviana- porque la idea es continuarla con otra muestra y hacer una publicación, un libro, con esas imágenes. Queríamos tener gente de todas las ramas del arte pero no llegamos a hacer de literatura. Además nos quedó un montón de gente afuera. Tomamos una generación que no abarca a la gente joven todavía. Quedaron grupos musicales, escritores, actores... muchos. Vamos a hacer una muestra dos y hasta tres me parece”. Viviana destaca también la forma de hacer estas obras. “Hubo una movida muy linda con la muestra, fue mucha gente. Pero además es un trabajo que a mi me divirtió. Porque te ponés a trabajar con el otro que también es un artista. Entonces con cada uno encontrabas una manera de cómo hacer la foto, dónde, y no era sólo que uno le decía, sino que también ellos participaron con sus ideas. El armado en algunos casos fue de a dos y siempre relacionado con lo que hace cada uno. Poner algunos elementos que hablen de quién es esa persona”. Esta muestra logró de alguna forma reflejar el trabajo que los artistas se proponen hacer en el novel estudio que inauguraron en la calle Nueve de Julio 547. Para Viviana la idea del estudio “es retomar la idea que cada uno tenía por separado, lo que siempre peleamos, la fotografía como medio de expresión, como forma de vida. Apuntamos a la buena fotografía, tanto expresiva como laboralmente, tanto de estudio como de productos e inclusive de sociales”. Esto hace saltar a Adrián que inmediatamente sigue la idea: “Queremos armar el ‘estudio fotográfico’, volver a que la gente se iba a sacar la foto a lo de De Rosa que llevaba al nene y eso, existe, está, con toda la historia nueva. Estamos con los cursos también de cámara digital y nos esta yendo muy bien”. A su vez, Viviana agrega que hoy todo el mundo tiene camaritas digitales pero no siempre consigue una buena foto. “Esta posibilidad de tener millones de fotos no te asegura tener una buena foto, hay un montón de otras cuestiones que hacen a la foto, te encontrás en el lugar, querés hacer la foto pero si no tenés toda la información que necesitás, si no tenés buen ojo no la ves. Nuestra intensión es además aprovechar las cosas nuevas, lo digital con todas sus posibilidades como nuevas formas de presentación de trabajos. Queremos actualizar en eso, la foto sigue siendo la misma pero se le puede agregar un montón de cosas nuevas, como presentación en CD o fotolibro, para darle una vuelta de rosca”. “La fotografía ha crecido mucho, está muy en alza –sigue su colega y socio–. Salió el otro día una nota en una revista sobre la posición que tiene la foto en bienales o exposiciones, con respecto a la pintura. En los últimos diez años aumentó un 175% el valor de la fotografía. Los plásticos hacen instalaciones y mechan con fotografías. Nosotros vendimos en la muestra. Ayer vendimos una foto para un regalo de cumpleaños. Las revistas de decoración tienen muchas fotos en blanco y negro. La foto va encontrando un lugar, entonces queremos aprovechar toda esta cuestión y cubrir un espacio que no está cubierto”, dice. Afuera del estudio, las calles de Roca siguen su intrépido movimiento. Los árboles comienzan a poblarse de flores y hojas y el sol aparece cada día con más fuerza iluminando y dando sentido a la búsqueda de más de “una lente y diafragma”. Contacto: apfotos@ciudad.com.ar
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