|
||
UNA CIUDAD PUJANTE Y EN TRANSFORMACION | ||
Sin lugar a dudas la característica más saliente de la ciudad de Neuquén es su imparable crecimiento económico, edilicio y poblacional. | ||
Sin lugar a dudas la característica más saliente de la ciudad de Neuquén es su imparable crecimiento económico, edilicio y poblacional. De simple ciudad a capital de provincia y de centro comercial del Alto Valle a portal de acceso a la Patagonia, Neuquén parece poder redoblar siempre la apuesta e ir por más. El término que mejor define el actual momento de la ciudad es el crecimiento. En Neuquén crece la actividad comercial, crecen los barrios, crece la construcción edilicia y también crecen las protestas sociales y los grupos de vecinos organizados por múltiples reclamos. Tan sólo en la primera mitad del año la ciudad sumó más de seiscientos nuevos comercios, ubicados en su mayoría en el microcentro comercial, un polo de atracción para cientos de valletanos que mes a mes llegan a la ciudad para hacer sus compras. La expansión de la ciudad, que cada década duplica su población, también tiene su correlato en el ritmo de construcciones edilicias. Actualmente son 75 los edificios de más de cinco pisos de altura que se construyen en el corazón de la ciudad, la mayoría pocas cuadras a la redonda del emblemático Monumento a San Martín. Este ritmo de construcciones llevó a que la ciudad se ubicara entre las localidades del país que sumaron más metros cuadrados en función de la cantidad de habitantes ya que por ejemplo durante el año pasado se anexaron a la trama urbana un total de 480.000 metros cuadrados. Esta tendencia pujante también se evidencia en la población ya que, con más de 230.000 habitantes, son numerosas las protestas que casi diariamente se dan y que en muchos casos están signados por la brecha que separa al microcentro de los 67 asentamientos irregulares del oeste. Sin embargo, estos reclamos derivaron en los últimos meses en la formación de un abanico integral de agrupaciones de vecinos, consecuencia indudable de más de dos décadas de gobiernos democráticos. Siguiendo la impronta dada por su nombre que significa impetuoso y fuerte, Neuquén atraviesa desde hace meses un período de transición, de transformación de su matriz productiva tradicionalmente vinculada a la explotación petrolera. En este sentido el desarrollo de nuevos atractivos turísticos de la mano de los museos y nuevos monumentos, ya comenzaron a traducirse en réditos para los comerciantes del rubro que en lo que va de la década han visto cómo los turistas que antes pasaban por la ruta ya permanecen en la ciudad entre tres y cuatro días. En este cambio, la nueva orientación de la ciudad también es trascendental. Gracias al desarrollo del Paseo de la Costa, cuya construcción del proyecto de Ribera Urbana comenzó a fines del mes pasado, la ciudad empezó a mirar de lleno hacia el río Limay, tal como a principios del siglo pasado lo sugiriera el gobernador y fundador de la ciudad Carlos Bouquet Roldán. Esta nueva orientación de la ciudad ya se plasma en el entramado de los barrios, fundamentalmente en los barrios de tipo cerrado o privados, que en los últimos meses proliferan a orillas del Limay y que llevaron a que la ciudad cuente con treinta de estos selectos barrios. El 103 aniversario de la capitalización de Neuquén encuentra a la ciudad en pleno auge y transición. El desafío de los neuquinos en los próximos años será definir en qué ciudad quieren vivir. |
||
Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí | ||