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Donde vive la esperanza | ||
Ya son más de 620 las familias que se instalaron en la Colonia Nueva Esperanza, a 8 kilómetros del centro. Olvidados en muchos sentidos, los vecinos demuestran con acciones las ganas de crecer. |
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En la Colonia Rural Nueva Esperanza viven cerca de 620 familias dedicadas a la cría de lechones o pollos y a la recolección en el basural. Con algo más de 30 años, organizaciones que trabajan en el lugar y la comisión vecinal relataron sus proezas, y el derrotero para conseguir la instalación de una salita. Ubicada a ocho kilómetros aproximadamente del casco urbano, la meseta pertenece a la ciudad y no. Sus contornos, las pedregosas calles que hay que buscar con lupa, y su interior, de casas diseminadas, tan alejadas entre sí pero sabiéndose cerca. El ritmo del barrio rural, sin prisa y sin pausa, es anacrónico a la velocidad de las transacciones que dinamiza a la capital. La comisión vecinal empezó a funcionar en 1999. Hace dos años que la agrupación la conducen Mario Toledo, presidente, y Martiniano Muñoz, el vice. Uno de los principales logros ha sido la ampliación del recorrido del transporte público dentro de la colonia. El ramal 2B de Indalo tiene cinco frecuencias por día. "Hace un par de meses logramos que el colectivo entre al barrio, porque las mamas tenían que caminar hasta seis kilómetros hasta la entrada", afirmó Toledo. El presidente destacó que "la luz es un reclamo de años, que otros vecinos ya habían pedido y que hace un año obtuvimos" y agregó: "Es urgente la construcción de una salita". La doctora Soto atiende los martes y jueves "cuando tienen los medios de movilidad, sino la gente tiene que esperar", apuntó Toledo. "Nuestro Salón Comunitario es múltiple, el día que muere alguien no se puede cocinar, no pueden venir médicos, por eso estamos peleando por la salita". Los chicos concurren a establecimientos educativos en Parque Industrial, a la EMETA, y al colegio Nuestra Señora de la Guarda. La provincia financia a los tres micros que trasladan a los jóvenes. "Tuvimos problemas con el transporte porque carecía de la verificación vehicular, de seguro, de calefacción, entre varias anomalías", denunció Juan Carlos Orellana el tesorero de la vecinal. Después de idas y vueltas en el Consejo de Educación y en el municipio, la situación se normalizó. Orellana dejó entrever que "algo raro pasó porque había patentes que no coincidían". La falta de servicios se extiende a la red de gas y de agua. Según los integrantes de la comisión, el camión municipal distribuye el agua para el consumo, y mediante otras gestiones consiguieron el suministro para riego. La mayor parte de la población es de crianceros, productores de pollos parrilleros y cerdos, algunos cuentan con ponedoras, y recientemente se lanzó un emprendimiento de codornices. El matadero municipal que funciona en la Meseta les permite faenar sus animales, con la seguridad de que se respetarán todas las normativas exigidas por bromatología. El basural y el reciclado es otro de los destinos de adolescentes y adultos. Expuestos a las enfermedades más diversas juntan plásticos, cartón, trapos y vidrios. La Asociación Rural de Fomento, la Comisión de Consorcio de Riego, y la Fundación Hueche de Las Coloradas constituyen parte del arco de entidades que reúnen voluntades y accionan. Cecilia Salguero, Directora del Centro de Formación Profesional Nº3, trabaja en conjunto con la Fundación Hueche en ciclo básico de adultos, apoyo escolar primario y capacitación en proyectos productivos. El sistema es el de "aulas satélites", varios compañeros congregados en una casa o en un trailer reciben la visita de los maestros. "Esta gente tiene un espíritu de supervivencia, esfuerzo, ganas de salir adelante, capacidad para organizarse, para defender y mejorar su producción", reconoció con rostro luminosa su directora.
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