>
La nostalgia de una voz siempre viva

El "Muñeco" nació en Córdoba y vivió en Buenos Aires, pero fue adoptado como propio por la ciudad. En la tierra donde se radicó, su calidad interpretativa y su carisma dejaron un imborrable recuerdo.

Que más neuquino que el que más, a pesar de haber nacido en Córdoba y de haber vivido muchos años en Buenos Aires. Un buen día plantó su estampa al sur del territorio y comenzó a construir el legado que hoy es patrimonio cultural de la ciudad. Luis "Muñeco Ordóñez" le puso música a un estilo de vida intenso y pasional, cantó donde quiso e hizo lo que quiso. Pero un buen día, la mano de la muerte decidió que este personaje tan querido emigrara hacia ese lugar tan remoto y misterioso. El "Muñeco" se fue y su cuerpo no va a volver, pero eso no será tan grave a pesar del llanto nostálgico, necesario de quienes lo conocieron, porque en cada esquina y en cada escenario hay un pedacito de su alma, de su voz y de su humanidad completa.

Luis Ordóñez nació en la calle Dean Funes de la ciudad de Córdoba en 1930. En los años 50 integró como vocalista la Montecarlo Jazz, junto a Tulio Gallo, Hugo Forestieri, Raúl Bonetto (Largo Novarro) y el baterista Miky Lerman (Chico Novarro). En 1955 el "Muñeco" viajó con su hermano Walter a Buenos Aires, donde coincidieron con otros intérpretes como Roberto Yañes y Romana Farrés. Luis pasó por el grupo Los 4 Bemoles y en la década del 60 obtuvo sus mayores sucesos como solista. Sus grandes éxitos de aquella época, fueron "Amarraditos", "La poca cosa", "Cartagenera", "Sombras", "No la quiero más" y "Di papá" que grabó con su pequeña hija María Alejandra.

Luego, Luis eligió Neuquén como nueva casa. En estas tierras cosechó amigos, nuevos éxitos y el cariño y reconocimiento de su público. Cuentan por ahí que pueblo y cantor se aceptaron mutuamente. Si toda la vida había cantando, no vio motivos de interrumpirse y a la vez hacer radio como estaba acostumbrado.

Y siempre cantó. Solo, junto a reconocidos músicos de la región como Daniel Sánchez, a prestigiosas agrupaciones como la Orquesta Sinfónica del Neuquén o con otros grandes cantantes.

Calidad interpretativa, carácter y carisma lo llevaron a conquistar distintos escenarios del mundo hispano. Hay críticos que se animaron a decir que "la pluma de autores como Agustín Lara, Eladia Blázquez, Chico Novarro y Tejada Gómez cobra vida y brillo en su voz".

Aunque se lo extraña, el "Muñeco" dejó mucho en esta ciudad, razón más que suficiente como para continuar manteniendo vivo el mensaje y la música de este gran hombre.



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí