Las carreras universitarias y terciarias, tanto públicas como privadas, convocan a jóvenes estudiantes. Hay pocas áreas de la formación académica que la capital neuquina no ofrezca en la actualidad.

Las carreras de grado y los posgrados de la Universidad Nacional del Comahue por un lado, la oferta terciaria de los distintos institutos de formación docente de la provincia por otro, y las instituciones privadas de todo tipo que fueron apareciendo en los últimos años en el centro de la localidad, terminaron de conformar en la ciudad de Neuquén un polo educativo que atrae cada vez más a estudiantes de las ciudades vecinas y de un radio que se extiende por varios kilómetros.

En realidad, bien podría decirse que hay muy pocas áreas de la formación académica que la capital neuquina no ofrezca en la actualidad.

Esto sucede porque lo que no brinda la educación estatal, por cuestiones de distribución geográfica de la oferta de la Universidad Nacional del Comahue que reparte sus carreras en distintas ciudades de Río Negro y Neuquén, sí lo ofrecen en los últimos años la ampliada alternativa privada.

Hay, claro, algunas excepciones que deben anotarse dado que hasta el momento son muy pocas las universidades privadas del país que tienen carreras como Medicina o Biología y que obligan de alguna forma a los estudiantes que deseen cursarlas a viajar a otros puntos de Argentina.

De todos modos, la incorporación de otras carreras, como por ejemplo la de Derecho en la Universidad Católica de Salta, actúa como un a bisagra en la joven historia universitaria del país.

La posibilidad de quedarse a estudiar en Neuquén permitió que la ciudad retuviera en la zona a gran cantidad de jóvenes de clase media locales y de ciudades cercanas, tanto de Río Negro como de esta provincia, que años antes habrían emigrado a otras localidades que presentaran mayores posibilidades tanto académicas, como laborales.

Hoy los alrededores de la Universidad del Comahue se pueblan de jóvenes de alguna de las ciudades de un enorme radio que comprende todo el Alto Valle y el interior neuquino.

Es por esto que seguramente el dato de que el 8% de los habitantes cipoleños que cruzan habitualmente el puente hacia Neuquén lo hacía hace un par de años para estudiar (seguramente ese porcentaje creció ahora) es una elocuente muestra de la importancia que tiene la oferta educativa para el crecimiento en general de esta gran capital.