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Una ciudad con 180 km de asfalto

Este año se alcanzará una cifra histórica: casi el 70% de las calles estarán al fin "libres de tierra".

Si bien la pavimentación de las primeras calles neuquinas comenzó hace más de cuatro décadas, la mayoría de las arterias de la ciudad fueron asfaltadas en los últimos siete años y al finalizar este año se alcanzará la cifra histórica de contar con casi el 70% de las calles "libres de tierra".

El plan de asfalto municipal fue uno de los ejes centrales de las gestiones comunales encaradas por el intendente Horacio Quiroga y desde el 2.000 a la fecha se tradujeron en una inversión del orden de los 80.000.000 de pesos. De este cúmulo, el 25% estuvo destinado sin embargo a la concreción de obras colaterales, pocas veces apreciadas como son el recambio de cañerías de gas y agua, y la modificación del tendido eléctrico.

En su conjunto la ciudad de Neuquén cuenta con 180 km lineales de asfalto, que en línea recta permitirían unir esta localidad con la ciudad de Zapala.

El plan maestro de pavimentación contempla este año la concreción de uno de los grandes anhelos de los vecinos, la pavimentación de las avenidas troncales de la zona oeste, gestiones tras la cual se espera que a fin de año la ciudad tenga el 67% de las calles debidamente asfaltadas.

No obstante, desde la comuna se advirtió que se dejarán para la próxima gestión municipal una serie de proyectos para asfaltar entre 400 y 500 cuadras, que permitirán que el porcentaje de cobertura alcance al 85% de las calles, liberando a la ciudad del molesto y tradicional polvillo que impera en los días de viento.

Durante este año la ciudad sumó cerca de 350 cuadras de asfalto y pavimento: de acuerdo a las características de cada calle se opta entre estos dos sistemas. Para determinar el tipo de materiales a utilizar y garantizar una mayor duración de las obras, la comuna formó un laboratorio especializado en pavimentación en el que se desempeñan cinco profesionales.

Algunos de los cambios que permitió implementar este laboratorio es la complementación de ambos tipos de asfaltos, para por ejemplo aminorar el desgaste que producen las unidades del servicio urbano de pasajeros en las paradas más utilizadas. Este ritmo de asfaltado permitió que en casi ocho años la comuna pasara de tener solucionado el problema de la tierra en el 34% de las calles, al 70%. Este cambio representa un importante salto cuantitativo ya que en sólo dos mandatos se pavimentó la misma cantidad de calles que en los anteriores cuarenta años.

Pese a este impactante ritmo, el desafío que debe afrontar la comuna es el mantenimiento de las calles ya asfaltadas y el recambio del pavimento en las arterias más viejas de la ciudad, entre ellas el transitado microcentro, la city bancaria y el sector comercial por excelencia, el Bajo.



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