En la Defensoría local, Dutto recibe quejas de vecinos por cambios en lo urbanístico no consensuados. Dice que los vecinos deben ser escuchados porque el espacio urbano es el ámbito de su vida diaria.

El crecimiento de la ciudad avanza firme con nuevas ofertas para las actividades económicas y espacios culturales. Este escenario se plantea como una oportunidad o como un problema, se pregunta el defensor del Pueblo Juan José Dutto al confrontar este desarrollo con el deterioro de ciertas zonas por el crecimiento acelerado y no planificado.

En los últimos tiempos existieron intervenciones sin consultar a la población en cuestiones de planificación urbana, como marcan las normas. Por ejemplo, recordó Dutto, la construcción de edificios en altura en sectores residenciales de baja y media densidad y el avance sobre sectores rurales todavía en producción.

"No sólo debe importar qué se hace sino también cómo se hace", recalcó en función de las presentaciones efectuadas por vecinos en la Defensoría.

Cuando aún resuenan las quejas por la instalación de torres de petróleo en áreas productivas, la colocación de antenas de telefonía en medio

de la ciudad y las consecuencias de los cambios de tipificación en Valentina Sur Rural, Dutto habla de la necesidad "imprescindible" de revisar integralmente el Plan Urbano Ambiental creado en 1996.

Se opone a la sanción de normas que impliquen modificaciones parciales en materia de planeamiento urbano como primer paso para abandonar la práctica del "parche". Y sostiene que se deben abrir canales de participación para que la gente encuentre en los cambios que se produzcan un sentido de coherencia y de identidad.

Dutto habla de responsabilidades del municipio y la provincia en cuanto a una estrategia compartida de desarrollo urbano en temas tales como diseño de las redes de agua y de cloacas, de transporte público y seguridad en obras públicas y privadas, entre otros.

Tampoco se le escapa el impacto que producen las tomas, aunque subraya que son consecuencia de la extrema pobreza. "Son factores que también deben tenerse en cuenta a la hora de planificar una ciudad cuya realidad social y económica varió sustancialmente en los 10 años últimos", insistió.

Casi invariablemente los cambios no consensuados se traducen en quejas de los vecinos que buscan apoyo en la Defensoría del Pueblo, si bien no es el único tema por el que la gente recurre a esta institución.

"A diferencia de lo que venía ocurriendo este año aumentaron las presentaciones colectivas", destacó Dutto. Citó el cobro del peaje en el puente carretero, que la comunidad percibe como injusto. "Logramos ser una de las pocas ciudades escuchadas por los senadores, generando una fuerte discusión en la cámara alta", dijo.

Mencionó también la defensa de los vecinos que pagaban la tasa de uso general -conocida como tasa de embarque- en la terminal, el uso anárquico del espacio público, la mutilación del arbolado urbano, el respeto a la identidad y a la orientación sexual, el resguardo de la intimidad de las personas por el uso no regulado de las cámaras de video en las calles de la ciudad.

Para el defensor del Pueblo el espacio urbano no es sólo el espacio físico sino el ámbito donde transcurre la vida de los vecinos. Por eso, insistió, "pedimos permanentemente que se los escuche y se respeten sus derechos".