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Un problema que tiene solución
La saturación visual y sonora puede desmejorar la calidad de vida de los neuquinos que deben transitar por el centro todos los días.Puede provocar estrés y perjudica la atención de conductores y peatones ocasionando accidentes.

Carteles de diversos tamaños, sillas y mesas en la vereda, obras en construcción, vendedores ambulantes, bocinas y alarmas, promotores que distribuyen folletería, y la lista continúa. Estas son algunas de las causas de la contaminación visual y auditiva que afecta cotidianamente la calidad de vida de los neuquinos, en mayor medida en el microcentro de la ciudad.

La contaminación urbana, como se denomina actualmente a este problema, provoca más de un dolor de cabeza a quienes deben transitar por la vía pública para hacer trámites o ir de compras; aún cuando, desde hace más de un año, la comuna puso en marcha un plan para combatir la saturación visual y sonora de los espacios públicos.

En una ciudad por donde circulan a diario más de medio millón de habitantes de todo el Alto Valle, el cuidado del ambiente urbano implica un desafío permanente. En particular porque, a más de un año de las próximas elecciones, las calles de la capital neuquina han sido invadidas por

la publicidad de los candidatos y precandidatos a cargos públicos de los distintos partidos políticos, que ya están en carrera para los comicios de 2007.

Si bien la normativa vigente restringe la colocación de carteles a algunos puntos de la vía pública, destinados a tal fin, y prohíbe la propaganda político partidaria hasta dos meses antes de cada elección, ninguna de estas reglas se cumple.

La mayoría de los paredones, tanto en el centro como en los barrios, contiene a esta altura varias capas superpuestas de pintura, con mensajes promocionando a los diversos candidatos, en una batalla que ha ido ganando en intensidad durante los últimos meses.

Pero la contaminación urbana también es consecuencia de la invasión del espacio público por parte de comerciantes y particulares. En muchos casos, las aceras y el arbolado urbano sirven de sostén para la exhibición de mercaderías o para el almacenamiento de escombros de todo tipo.

En el área céntrica prolifera una mezcla de carteles publicitarios de distintas formas y tamaños -entre los que incluso hay anuncios que sobrevivieron a la desaparición del comercio al que hacen alusión-.

Entre otros inconvenientes la contaminación ambiental urbana provoca en la población altos grados de estrés y perjudica la atención de automovilistas y peatones, ocasionado accidentes de tránsito absolutamente evitables.

 



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